⚡Capítulo 11: Apuros

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Me sentía  culpable por haberle hecho esa pregunta a Zack, sentía que acababa de desenterrar sus sufrimientos del pasado.

— Tranquilo— Dijo Zack notando mi incomodo silencio— Ya eso pasó hace mucho tiempo y estoy feliz con mi vida actual.

— Oh, me había preocupado, creí que te había abierto una herida o algo así— Respondí

— Si, lo noté por tu silencio.

De pronto se escuchó el chillido de la puerta principal de la mansión,  se trataba del Tío de Zack

—¡Vístete rápido!— Exclamó Zack saltando sorpresivamente de la cama.

Me levanté y como pude me coloqué mis boxers y mi pantalón, no encontraba mi camiseta por ningún lado... Hasta que me acordé que Zack me la rompió.

  — ¡Necesito una camiseta!— Le  dije apresurado en voz baja a Zack.

— Toma cualquiera de las que están en ese closet— Respondió señalando al fondo de la habitación.

Corrí  y abrí el closet, tomé la primera camiseta que vi y me la puse sin pensarlo dos veces. Zack me tomó el brazo derecho y salimos rápidamente de la habitación, caminamos por un largo pasillo hasta llegar a una gran cocina, ahí se encontraba el Tío de Zack.

— ¿Terminaste tu trabajo?— Preguntó al verme

— Si señor, me encargué de todo lo que me dijo— Respondí nervioso.

— ¿Que haces aquí Zack?— Preguntó su tío al verme acompañado de su sobrino.

— Traje a Adrian a la cocina porque el tenía sed— Dijo Zack.

— Si, se les nota que ambos están algo agotados— Afirmó su tío con sospecha.

Zack me observó de reojo y yo lo observé a él,  la verdad estábamos un poco sudados y se notaba el cansancio a simple vista.

— Joven Adrian, afuera de la mansión se encuentra listo el auto que lo llevara devuelta a su casa— Señaló el Tío de Zack.

— Ok, está bien ya me retiro— Dije nervioso, estaba dejando que su presencia me intimidara.

— Espera— Dijo Zack tomándome de la mano— Cuídate, avísame de cualquier cosa sospechosa que te ocurra.

 — Está bien, lo haré, gracias...— Dije para luego salir por la puerta de la cocina.

Caminé directo a la salida y para mi sorpresa el tío de Zack me siguió hasta allá.

— Oye— Dijo— Sé lo que hiciste con mi sobrino— Al escuchar eso me detuve inmediatamente.

— ¿A qué se refiere?— Pregunté.

— No soy estúpido, esa camiseta que cargas puesta la tomaste del closet de la habitación de huéspedes, estuviste teniendo sexo con él en esa misma habitación ¿Cierto?

Joder. No sabía que responder, estaba realmente incomodo.

— Eso pone seriamente en peligro tu trabajo—  Comentó acercándose cada vez a mi.

— No señor puedo explicar...

— Pero... Su labor el día de hoy fué excelente, no lo puedo juzgar laboralmente por lo que tenga con mi sobrino.

 — ¿En serio? Gracias, si le molesta no volverá a ocurrir se lo prometo—No sabían lo feliz que me hicieron sentir esas palabras al escucharlas salir de su boca.

 — No te preocupes, envíame tus datos bancarios a mi correo e inmediatamente te pagaré— Dijo entregándome una tarjeta con su correo y número de teléfono— Además, deberías apresurarte por llegar a tu casa, tus padres deben estar muy preocupados.

—  Está bien, me retiraré inmediatamente señor— Dije para luego subirme al auto.

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