Nadie puede decidir cuándo y de quién

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Y volvimos despues de unas merecidas vacaciones.

Feliz Navidad, Año Nuevo y bajada de reyes!!!

A disfrutar del capitulo

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Dulce abrió un ojo y vio que ya era de día. Se incorporó en el sofá y buscó su teléfono para ver la hora. La pantalla le mostró que ya pasaban de las nueve de la mañana. Se estiró como un gato y dio un bostezo ya que aún era presa del sueño por no haber dormido bien la noche anterior.

Se levantó y fue hasta el dormitorio de Christopher, tenía curiosidad por ver cómo estaba él después de semejante borrachera. Llegó hasta la cama y ahí lo vio, dormido, inconciente, con la boca entre abierta y roncando como un león.

Lo miró con detenimiendo, perdiéndose en cada facción del hombre que amaba y de pronto a su mente vinieron las palabras pronunciadas por él entre balbuceo y producto del alcohol ingerido. "Te amo", había dicho Christopher y aunque ella deseaba con todo su ser que, eso fuera verdad, no quería ilusionarse con palabras dichas en medio de una borrachera.

Christopher estaba ajeno a todo lo que pasaba en el mundo, durmiendo tranquilo y roncando como nunca. Dulce sonrió y pensó en que, la última vez que lo vio casi tan ebrio, fue cuando ambos terminaron en una cama.

Eso hizo que la tristeza la invadiera para luego dar paso a la rabia. Salió de la habitación y se dirigió a la cocina donde se preparó un café bien cargado para despertarse, volvió a la sala y deambuló por el espacio tan conocido para ella, recorriendo las cosas de Christopher. Ahí, sobre una repisa, estaban varias fotografías de ellos dos. Una en el cumpleaños de Christopher, otra en el estadio donde ambos posaban sonrientes para la camara mostrando las camisetas de su equipo favorito, y por último una de la última gala de la naviera Espinosa, donde ambos iban vestidos de fiesta y bailaban sonrientes.

Viendo esas fotos ella pensó en que era tanto el tiempo siendo amigos, tanto tiempo amando en silencio a un hombre que solo la veía como una hermana. Un pinchazo de pena se instaló en su corazón, pero ya era demasiado sufrir por lo que no llegaría a ser, ya no debía pensar más en Christopher con interés romántico, ella ya había dicho lo que sentía y no obtuvo ninguna declaración de su parte. Lo mejor era pensar que él seguiría siendo nada más que su amigo.

Siguió recorriendo el espacio y se encontró con la colección musical de Christopher. Miró todos los discos que éste poseía y se encontró con algunos de sus grupos favoritos. Sonrió al recordar que Christopher le había pedido que le cantara antes de dormir, como cuando se canta para arrullar a un bebé, siguió mirando los discos hasta que vio uno en especial y algo pasó por su mente.

Sonrió con malicia, pensando en que Christopher se las pagaría todas de una buena vez. Tomó el disco entre sus manos, Christopher tendría un sorpresivo despertar, pensó.

Encendió el equipo de sonido, colocó el disco y subió el volumen al máximo. El sonido de las potentes guitarras de AC/DC resonaron fuertemente dentro de cada rincón del departamento de Christopher y de seguro que también en de cada rincón del edificio.

La incomparable y rasgada voz de Brian Johnson cantando "Back in Black" despertó a Christopher quien se incorporó asustado en su cama sin saber qué diablos sucedía en su departamento. Trató de abrir los ojos, pero un dolor de cabeza, como si mil agujas le atravesaran el cerebro, hizo que cayera de vuelta sobre la almohada.

La música seguía sonando, los vidrios de las ventanas vibraban y él solo pensaba que estaba dentro de una pesadilla, eso no le podía estar pasando a él. Tenía la boca seca y el estómago revuelto producto de la gran cantidad de alcochol bebido la noche anterior. Todo eso, más el dolor de cabeza y la estridente música, no presagiaba un muy buen inicio de día.

Tú eres para míOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz