No pensemos en el mañana

753 58 28
                                    

Y seguimos nos quedamos en lo mas importante   😏 😏😏😏
-------------

Christopher la besaba lentamente, saboreando la boca de Dulce, disfrutando y prologando el momento mágico que estaba viviendo.

Deseaba con locura a esa mujer que estaba junto a él entegándose porque lo amaba. Él se separó del beso y ambos se quedaron mirando fijamente y en silencio. Christopher le acarició el labio inferior con el pulgar, ella soltó un suspiro.

―Dulce, yo...

―No digas nada, por favor no digas nada...

―Solo quiero saber si estás segura. Si no quieres... yo..bueno...

―Estoy segura, Chris. Vivamos el momento. No pensemos en el mañana, ¿quieres?

Él asintió con la cabeza y la volvió a besar ahora con más desesperación. Ella recibía el beso gustosa, volando lejos de la tierra, subiendo al cielo en la boca de Christopher. Ese era el efecto que ese hombre provocaba en ella... la perdida total de la conciencia.

Dulce se quitó la colcha con la cual estaba tapada y se incorporó en la cama para luego arrodillarse, Christopher la imitó y se quedaron frente a frente para comenzar a desnudarse. Ella le fue desabrochando con lentitud cada botón de la camisa, Dulce quería disfrutar cada segundo que pasara con éste hombre, maravillándose con el trabajado torso de Christopher, acariciando cada centímetro de su piel.

Él fue metiendo una de sus manos bajo la camiseta de Dulce, le acarició la espalda, recorriendo con sus dedos la columna, provocando que se le erizara la piel. Christopher se acercó y la besó con locura aprovechando ese instante para hacer caer a Dulce sobre la cama y él sobre ella. Ya no podía aguantar más, el pijama de Dulce le estorbaba, así es que, con rapidez se deshizo de la ropa dejándola tendida sobre la cama completamente desnuda.

Christopher fue besando cada parte del cuerpo de Dulce y ella solo era capaz de suspirar y entregarse a cada caricia de esa boca. Llevaba tanto tiempo soñando con ese momento. Ahora, en su cama, haría el amor con el hombre que amaba, ese día sería distinto a como hace años atrás.Ambos estaban sobrios y disfrutarían este momento.

Él no aguantó más, estaba loco de deseo por ella. Deseaba poseerla en ese momento más que a cualquier cosa en el mundo, la sangre hirviéndole en las venas, la mente nublada por lo que ella le hacía sentir.

Sacó desde su billetera un condón y a toda prisa se quitó los pantalones y el bóxer que era todo lo que lo separaba de poder calmar la pasión y el deseo que lo comenzaba a consumir por dentro. Se enfudó el preservativo y bajó sobre Dulce, aprisionándola con su cuerpo, así ella no tendría escapatoría, aunque dudaba que Dulce quisiera huir de él en ese momento. Ella estaba totalmente entregada al momento, entregada completamente a él y a lo que él quisiera.

Volvió a besarla jugando con su lengua y mordiéndole suavemente el labio inferior para luego pasar su lengua donde la había mordido. Dulce gemía y pasó sus manos por el cabello de Christopher para luego darle un pequeño tirón de pelo que, a él, lo puso como loco y ya no pudo contenerse más. Mirándola fijamente a los ojos entró en ella. Dulce arqueó su espalda de placer y él cerró los ojos y se mordió el labio inferior para no dejar escapar el gemido que nacía en su garganta.

Todo entre ellos era tan natural, tenían un ritmo acompasado, con total sincronía, lo que demostraba que estaban hechos el uno para el otro. Dulce susurraba su nombre y él gruñia por la exquisita sensación que era estar dentro de esta mujer que, le llenaba el corazón y el alma a tal nivel que, ya estaba perdido.

Comenzaron con un ritmo lento, como si se estuvieran reconociendo, pero luego de un instante el ritmo se volvió frenético y ambos perdieron la noción del tiempo cuando sus cuerpos estallaron en un orgasmo placentero.

Christopher posó su cara en el espacio entre el cuello y el hombro de ella, dejando un camino de besos a su paso, tratando de que sus latidos volvieran a la normalidad. Su boca disfrutaba de la suavidad de la piel de Dulce y de pronto su mente le gritaba como un mantra que, nunca más podría separarse de ella, porque Dulce era suya y para siempre.

Él salió de ella y se tendió de espaldas sobre la cama. Dulce posó su cabeza sobre el pecho de Christopher, ella estaba en una burbuja de felicidad, estar con él había sido un sueño maravilloso. Él le acariciaba la espalda y ella disfrutando de la sensación se quedó dormida.

Ambos cayeron en brazos de Morfeo, pero a media noche, él la despertó a besos para amarla nuevamente y con más ímpetu que la vez anterior.

Dulce abrió los ojos y vio que ya había amanecido. Giró sobre la cama, pero se encontró que estaba desnuda y sola. No quería pensar en que Christopher la había dejado sola y se había marchado sin siquiera despedirse. La desilusión se apoderó de ella otra vez, con Christopher era así, avanzaba un paso para retroceder dos. No quería llorar, pero el llanto ya se le estaba comenzando a acumular en la garaganta.

Se volvió a recostar sobre su almohada pensando en qué tendría que hacer con su vida y con Christopher. Se quedó ahí, tratando de controlar el llanto, pero no pudo más y por sus mejillas comenzaron a caer lágrimas.

Sentía tristeza por ella, por seguir siendo una tonta romanticona, pero ya estaba hecho, no podía quejarse, ella misma le había dicho a él que no pensaran en el mañana. Pensó en eso y se acurrucó aferrada a la almohada para llorar su desgracia.

----------------------

Por la noche sabremos que mas pasa 😘 😘 😘 😘 😘

Tú eres para míWhere stories live. Discover now