Capítulo 16

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Finalmente llegaron a su destino, Christian había bajado del auto silencioso y Taylor había ayudado a bajar a Ana, cuando esta vio a su alrededor miro un yate, era demasiado enorme, jamás había visto uno tan de cerca

_¿Aquí es a donde venimos?_ Preguntó sorprendida, Christian estaba a un lado de ella.

_Si, es un lugar cómodo y tendremos lo necesario para una buena comida.

_No lo dudo ¿es suyo?

_Si.

_Claro, no debería haberlo dudado_ Christian la tomo de la mano inesperadamente y cuando estaban a punto de subir el yate se giro hacia ella y la miro fijamente a los ojos.

_La pregunta es...¿Quiere estar aquí señorita Steele?_ Ana se paralizó_ creame que si dice que no, Taylor estará a su disposición y la llevará a donde desee estar_ ella seguía sin poder decir nada, estaba demasiado indecisa y Christian no dejaba de mirarla, esperando una respuesta.

_Yo...no es que no quiera estar aquí, si no simplemente hubiera dicho que estaba ocupada.

_Entonces ¿por que ese comportamiento tan distante? Sabes por qué te he invitado...no creo que seas tan inocente como para no darte cuenta lo que pasa conmigo cuando te veo.

_No se realmente que es lo que quieres de mi, yo no soy como las mujeres que acostumbras.

_Claro que no y eso es lo que más me atrajo_ Ana se quedo boquiabierta pero luego se recuperó y miro fijamente a Christian.

_Tengo muchos nervios de que esto vaya mal, de hecho esta destinado al fracaso y no quiero salir lastimada...lo mejor será que me vaya_ Christian la tomo con algo más de fuerza para que no se fuera.

_Quieres estar aquí Ana, no lo niegues más, yo también estoy esperando que esto no sea un fracaso, por que es algo diferente a lo que estoy acostumbrado pero solo que a diferencia de ti quiero arriesgarme_ Ana sonrió ligeramente, quería dejarse llevar pero era difícil hacerlo...sabiendo las concecuencias, de pronto la respiración de Christian choco contra sus labios, sabía qué iba a besarla y ella no lo iba a detener, con suavidad los labios de Christian se juntaron con los suyos, tocandose delicadamente para después pasar su lengua provocativamente sobre su labio inferior, el cuerpo de Ana tembló ligeramente, era lo que había esperado todo ese tiempo, volver a sentir la magia de sus besos...Christian devoró los labios de ana con desesperación como si su vida dependiera de ello, pasaron los segundos y el beso se intensificaba cada vez más, finalmente se quedaron sin aire y tuvieron que detenerse, Christian no parecía tan agitado como Ana, simplemente tenía un brillo de satisfacción en los ojos, él sabía que había ganado. Ana estaba con la respiración agitada y los labios hinchados pero había tomado una decisión.

_Quiero estar aquí..._ susurro después de unos segundos, Christian la miro fijamente a los ojos y acarició su mejilla y volvió a darle un delicado beso.

_No te arrepentirás...mi diosa_ la voz ronca de él le erizo la piel, estaba desesperada por conseguir algo pero no sabía que..._ ahora vamos a comer, debes tener hambre_ realmente no, ese beso la había dejado sin apetito.
Caminaron hacia el interior del yate  Ana jamás había estado dentro de uno y estaba maravillada por cada detalle y más cuando este comenzó a moverse al centro del mar...

_Nos movemos_ dijo emocionada.

_Espero no te moleste, pero lo prefiero así, siento que tendremos más privacidad.

_No me molesta, de hecho es maravilloso_ fueron directo a una mesa que ya estaba servida para ellos. Ana no podía dejar de mirar la hermosa vista que tenían frente a ellos, no podía creer que una chica tan simple como ella pudiera estar en ese lugar con ese hombre.

_Deberíamos hablar para conocernos_ dijo Christian y luego se rio burlesco.

_¿Porqué esa risa? _ le preguntó Ana contagiada por su hermosa sonrisa. Él la miro fijamente algo más serio.

_Por qué yo jamás quise hablar para conocer a nadie...nunca quise más de una persona ¿que me estas haciendo Anastasia?

_Espero que algo bueno.

Christian sirvió la comida, mientras Ana hablaba de su vida omitiendo las partes donde su madre aparecía, no quería que arruinara la cita, en esos momentos quería olvidarse de todos los problemas, incluso el de que algún día Christian podría descubrir la verdadera razón por la que se acercó a él. Christian por su parte disfruto de la comida pero admitió que lo que le había dado el sabor, era ver a Ana hablando y probando la comida, sus ojos brillaban al sentir el sabor de algo que no había probado y eso le daba mucha satisfacción a él, hacerla conocer cosas...quería mostrarle todo el mundo del que había estado apartada, todas sus emociones serían para él. Al final tomaron el postre, un poco de fruta picada, Ana le hizo una pregunta pero él no se resistio y tomó una fresa para dársela en la boca, todo su autocontrol se estaba esfumado al verla morder tan seximente la fruta, un poco de jugo cayó por la comisura de su boca y él lo lambio, corriendo el riesgo de ponerse tan duro como una roca.

_Tenías un poco de..._comenzó diciendo pero al ver el brillo en los ojos de Ana no pudo resistirse más, lo deseaba y le iba a dar un probada de su deseo por ella.
Con movimientos ágiles se acerco a ella y la puso de pie, la tomó por la cintura y la apretó contra su cuerpo mientras devoraba sus labios, jugo con su lengua y mordió un poco su labios inferior, provocando que Ana temblara...una de sus manos viajo por su espalda hasta llegar a su nalga y la empujó contra su ereccion, Ana se separo de él casi de inmediato...

_Christian...yo..._ sus labios temblaban y su respiración estaba demasiado agitada, se puso nervioso al verla tan afectada.

_¿Fue demasiado?

_Eh...algo, esque yo nunca había sentido...eso.

_¿Que eso? ¿Deseo?

_Aparte...no había sentido..._ la mirada de Ana bajo a su ereccion y se volvió roja como un tomate_ lo siento pero es algo nuevo para mi.

_No te disculpes..._ Christian ya sabía que era virgen y eso lo volvió loco, posiblemente había sido el primer hombre en ponerla caliente, quería hacer tantas cosas con ella_ Quisiera ir despacio, pero no puedo...lo intentaré para que no te sientas presionada.

_Ningún hombre había sentido lo que tu por mi_ dijo Ana, volviendo a sonrojarse, Christian se acercó y acaricio su rostro.

_Pues son unos imbéciles, no saben de lo bueno_ murmuro pero interiormente estaba demasiado feliz de que nadie hubiera tocado a Ana.
Él teléfono de Ana comenzó a sonar como y ella fue deprisa pensando que podría ser su padre pero no, era Grace.

_Hola Ana, solo quería decirte que tu dinero ya está listo y puedes venir por él cuando quieras.

_Oh, gracias, pasaré por el mañana, si no le molesta_ contestó Ana bajo la mirada de Christian, con su corazón latiendo frenético.

_Claro que no, te espero entonces mañana, adiós.

_Adiós_ Ana colgó deprisa, intentando respirar tranquila nuevamente, Christian parecía curioso pero no dijo nada al respecto.

_¿Quieres mirar más del yate?

_Claro que sí_ contestó ella sonriendo.

Pagada para ser tuyaWhere stories live. Discover now