Capítulo 21

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Christian conducía a alta velocidad por las calles de Seattle, sentía hervir su sangre...todo había sido una mentira para poder sacarle dinero a su madre ¿como había sido capaz? Debió haber desconfiado de ella pero su rostro inocente y sus dulces palabras lo habían hechizado y había caído en su engaño. Sus manos apretaron el volante con fuerza y coraje, demasiado coraje, se creía capaz de todo en ese momento y eso no le convenía a Anastasia.
Finalmente después de unos minutos estaba fuera de la casa de Ana, se bajo con pasos decididos...decidido a hacerla sufrir.

...

Ana estaba tan distraída preparando todo para la cena que no había escuchado que un auto había aparcado fuera de su casa y cuando tocaron fuertemente a su puerta brinco del susto imaginando lo peor.
Nerviosa y reuniendo todo el valor que tenía fue a ver, tenía todo el dinero así que no habría problema, les pagaría su deuda y listo, sería libre. Para su sorpresa y tranquilidad era Christian, enseguida abrió la puerta sonriente deseando abrazarlo fuertemente.

_¡Christi...!

_¡Cállate!_ le grito tal cruelmente que le dio un escalofrío en todo el cuerpo.

_¿Que te pasa? _ le pregunto mirando la furia que se reflejaba en su rostro, no entendía nada.

_Eres la peor de todas las que he conocido, por lo menos ellas solo buscan fama...pero tu...aceptaste el pago de mi madre ¿cuanto te pago? ¿Lo has disfrutado? ¡Te sentiste satisfecha al engañarme como un estúpido! _ Ana sentio que sus piernas no respondían y que el aire no llegaba a sus pulmones, lo sabía, el día que había temido tanto hania llegado.

_Dejame...exlicarte.

_¡No! Espero que disfrutes todo el dinero maldita, por que jamas volveras a tener...te destruirse Anastasia_ con esa amenaza Christian se alejo, pero Ana no estaba dispuesta a dejarlo ir.

_¡Christian no! ¡No te vayas! _ intento agarrarlo del brazo pero el la empujó hasta tumbarla al suelo, ella intentó levantarse pero se sentía tan débil y no paraba de llorar, lo último que vio fue la mirada de odio que el le lanzaba desde su auto. No supo que más hacer estaba ahí tirada en la calle llorando como nunca antes ¡lo había perdido! Como pudo logró levantarse y entrar a la casa, fue a su habitación y no salió de ahí en todo lo que resto del día, su padre estaba demasiado preocupado pero no logró que ella lo dejara entrar.

...

Nunca le había gustado el alcohol, pero debía admitir que tomarlo en situaciones como la suya, aliviaba demasiado el dolor, en su mente solo podía recordar las cosas hermosas que había pasado con Ana, sus besos y caricias, la forma en que hacían el amor. Sentio como salían más lágrimas de sus ojos, debía de verse patético pero no podía evitarlo se había enamorado de Ana como loco y ni siquiera se había dado cuenta, hasta enterarse de su traición.
Como dolía, casi incluso como el abandono de su madre. No quería volver a verla pero a la vez...desaba tanto tenerla ahí abrazada.

_¡Maldita sea! _ dijo mientras arrojaba su vaso de cristal contra la pared.

_¿Que es lo que te pasa?_ Elliot entro a la habitación_ ven vamos a darte un baño que lo necesitas.

_¡Sueltame! ¿Que mierda haces aquí?

_Mi madre se preocupo, le dijo que no era nada malo pero me equivoque, ve como estas, jamás te haba visto de esta manera ¿que fue lo que paso?

_Paso que mi madre me pagó a una mujer para que se metiera en mi cama...por que creía que era gay.

_Me lo contó pero sabes que ella nos ama, también sabes lo ocurrente que es...

_Fue a Ana a la que le pagó para engañarme, eso es lo que me tiene así realmente.

_Lo siento hermano_ dijo Elliot comprendiendo todo.

_No sabes que me siento ahora, estoy destruido, volví a tomar después de tantos años de no haberlo hecho.

_Solo es una mujer, la olvidaras, tendrás a otras, muchas más.

_No...Elliot la amo_ su hermano se quedo impactado ante la confesión y Christian solo bajo la cabeza, sentía vergüenza de haber caído en el juego.

...

Al día siguiente, Ana se levantó aunque le dolía la cabeza, se dio un baño y tomo la maleta con el dinero, debía devolverlo, ya después como pudiera le pagaría lo demás a Grace.
Su madre la vio bajando por las escaleras.

_¿A donde vas?

_Devolveré el dinero.

_¡¿Que?! No Ana, no puedes.

_Claro que puedo_ le dijo Ana mirándola con enojo y los ojos llorosos_ nunca debí aceptar...ahora me estoy muriendo.

_Eso es pasajero, pero si no pagamos entonces moriremos de verdad.

_Yo no tengo nada que ver con tus asuntos, la que corre peligro eres tu, así que ve buscando como hacerle _ Carla la miro boquiabierta, Ana se estaba comportando como una maldita. Ana salió sin importarle las súplicas de Carla, tener ese dinero parecía una condena.

...

Grace tomaba una taza de té humeante, para tranquilizar sus nervios, Elliot ya la había llamado para decirle que Christian estaba bien, aunque molesto con ella.
Tenía miedo de volver a perderlo como hijo, de que esta vez ya no la buscará para nada, todo por su estupidez.

_Señora Grace_ Ana había entrado al salón donde se encontraba, la vio tan pálida, con los ojos rojos e hinchados, pensó que algo terrible le había pasado.

_¿Estas bien? _ fue con ella y la abrazo.

_No, no lo estoy pero no vengo para hablar...le devuelvo su dinero_ Grace miro la bolsa y le pregunto extrañada:

_¿Por qué? Lo necesitas.

_Ya no.

_Ana por favor úsalo, no quiero que lago malo les pase a tu y a tu familia, tenemos un trato_ Ana comenzó a llorar.

_Me enamore de su hijo, así que el trato no vale para mi y lo demás se lo pagaré en un tiempo...

_Tu...eres la chica con la que sale mi hijo_ dijo Grece comprendiendo todo, sintiéndose lo peor en el mundo por haber distruido la relación_ lo siento tanto Ana, fue yo la que le dijo todo a Christian, pero nunca pensé...

_No se preocupe, yo sabía que podría descubrirlo tarde o temprano.

_Le diré como es que ha pasado todo, él lo entenderá...

_Déjelo así, debo irme pero gracias por todo_ Ana salio de ahí lo más pronto posible le dolía estar donde el había estado.

Grace fue hacia el apartamento de Christian, iba a escucharla y perdonaría a Ana, costará lo que costará.

...

Ana llegaría a casa y entonces tendría que explicarle todo a su padre, aunque no quería que la viera tan mal pero era inevitable sentía que su corazón dolía tanto, se detuvo en la esquina de su casa, respiro hondo y se dijo que debía tranquilizarse...

_No te muevas preciosa_ escucho cerca de su oído la voz de ese hombre otra vez, pero antes de que pueidera hacer algo, le taparon la boca y la subieron a un auto, arrancaron rápidamente y ella apenas tuvo tiempo de mirarlo le dijo:

_Vayan con mi madre ella les pagará...

_Ya lo hizo_ murmuró el hombre mirándola fijamente.

Pagada para ser tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora