Capítulo 21

292 50 9
                                    

Alan

— ¿Cómo es que no estas con Mad? —me pregunta Ace.

— Digamos que hemos tomado caminos distintos.

— Pensé que aprovecharías la oportunidad de estar con ella, como novios.

— Ella no me quiso como algo más que amigos.

— Una pena...

Por el resto del camino me mantuve ocupado con Jimmy, sus preguntas ya me estaban molestando. No sé a donde quería llegar.

No paso mucho tiempo y llegamos al lugar, era un edificio. Por alguna razón, nos hicieron hacer grupos de dos.

— Nos quedamos nosotros con el chico. —dice un hombre tomando a Jimmy— Hay cosas que él aún no puede ver.

Ace y yo nos pusimos juntos, era el único al que conocía. Pero algo de mi sabía que en cualquier momento me podría apuñalar por la espalda así que no me era un buen aliado. Junto a dos hombres, nos llevaron a una sala vacía. 

— ¿Qué hacemos aquí? —pregunté pero no recibí respuesta, ellos se mantuvieron callados.

Esto ya se me hace sospechoso. Poco rato después, alguien empezó a hablar por el megáfono.

— Escuchadme bien todos. Las cosas nunca han sido fáciles, siempre hay algo de por medio.

— Lo sabía... —murmura Ace.

— Vayamos directamente al grano. Lo que tienen que hacer para considerarlos leales al bando, tienen que derrotar a los dos integrantes de nuestro bando que tienen delante. Los que sobrevivan a esto, serán admitidos al bando. Sólo los mejores pueden quedarse en este bando. ¡Empezad!

Ace sin esperarse ni un segundo más, se abalanzó sobre el otro. Veamos la parte buena de todo esto: es un dos contra dos.

Me acerqué a mi oponente intentando pegarle un puño pero lo paró con total facilidad tomándolo. Qué buenos reflejos... Agarra fuerte mi puño mientras que con la otra mano me golpea en el costado. A cambio de él, a mi no me fue nada fácil pararle. Mientras nos agarrábamos con fuerza, pensé en mi siguiente movimiento pero de un pensamiento a otro, llegué rápidamente a la conclusión de que todo esto no tiene sentido.

— Si son integrantes del bando, ¿por qué tenemos que pelear contra vosotros si se supone que deberíamos ser aliados? —dije.

El chico me suelta.

— Soy Hale, bienvenido al bando. —dice y me extiende su mano la cual no tome. Aún estaba en posición de defensa.

— ¿Están de broma? —dice Ace. Ellos dos sí que se han dado de leches, Ace ya tenía el labio partido.

— Pocos escuchan atentamente y eso lleva a que muy pocos entran en el bando.

— ¿Y si les hubiéramos matado? —pregunta Ace.

— Hubieran muerto.

— Esto es absurdo.

— Por lo visto, vuestro jefe se parece al nuestro. Juegan con las palabras para que queden los más atentos y rápidos de mente. Al fin y al cabo, necesitan personas listas. —dije.

— Exacto. Una persona inteligente puede llegar a ser fuerte fácilmente pero un tonto con músculos —niega con la cabeza— es más difícil que se haga listo.

Esto me recordó a cuando Mad hizo por segunda vez las pruebas. Si no fuera porque estuvo atenta, tal vez, ella ya no estaría aquí. También gracias a Marcus por entender su mensaje.

— Vayamos a ver como van los otros. —dice Hale.

— Si es que sigue alguien vivo. —dice el otro.

Nos llevaron a una habitación donde había varias pantallas con las habitaciones donde nos metieron y frente a ellas estaba Gregory.

— ¡Bienvenidos al bando, chicos! —nos dice muy contento. A su edad, no le faltaba energía pero sí dientes.

Observando las pantallas, no logré ver a Bryce.

— Bryce, ¿lo consiguió? —pregunté.

— No, ella está muerta. —dice como algo muy corriente.

— ¿Cómo qué está muerta? —levanté un poco la voz.

— Ella tenía algo que nos pertenecía y como no quiso dárnoslo por las buenas, lo hicimos por las malas. Está en la habitación de al lado por si quieres ver lo que queda de ella. Hale llévalo allí. Pero chico, —me mira— no me decepciones ahora que te estoy valorando.

Me callé al no saber que decirle. Hale me hizo una seña para que lo siguiera. Me abrió la puerta de la habitación pero él se quedó fuera. No hizo falta que entrara para ver lo que le habían hecho. Lo que más me dolió fue ver el cuerpo muerto de Jimmy abrazando la cabeza cortada de su madre.


* * * * *

Si os está gustando el libro, no olvidéis de dejar vuestro voto.

¡Saludos!

¡Ups! Un día másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora