Capítulo 45

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Madison

— Madison... —dirige su mirada hacia el frente— piensa un poco. Aunque la hubiese ayudado, ella iba a morir y en ese tiempo podría haber venido alguien y estaríamos todos muertos. Tanto tú como yo y el bebé. Pienso yo que es razonable. Tres vidas por una... ¿Qué piensas?

— Si lo miras de esa forma sí, tienes razón —le miré de reojo. Me eché a llorar. No creo que sea por Camille, más bien es un cúmulo de cosas. Disimule lo mejor posible el llanto para que Chad no se diera cuenta—. ¿A dónde fuiste?

— Camille me dijo que estabas buscando una lista. Así que fui a por ella. ¿Para qué la querías?

— Estaba sola y necesitaba aliados, necesitamos aliados —me corregí.

— No es un buen plan. Cuantos más nos juntemos de esa lista, más fácil le será encontrarnos.

¿Hoy se ha despertado el sabio Chad? Lo que sí sé es que hay un nuevo cambio en él. Miedo me da, a saber que tiene en mente.

— Me estoy ocupando de tener algunos aliados, unos buenos aliados.

— ¿Quiénes son?

— Por ahora será secreto. Solamente ellos y yo lo sabemos. Es por seguridad, ¿entiendes? Hoy conocerás a uno de ellos porque nos vamos a su casa.

— Pues no lo entiendo. Si seguiré encerrada, ¿a quién demonios se lo voy a decir?

— No tengas prisa por saberlo. Todo a su debido tiempo.

La música invadió de una forma placentera el coche tranquilizando el ambiente. Con la carretera vacía, todo parecía tan relajante consiguiendo dormirme.

— Madison, Mad... —me despierta— Ya hemos llegado —me sonríe.

Salí del coche y miré al hombre que estaba en frente de la puerta. Si ese hombre es la nueva Camille, estoy acabada.

Me presentaron la casa aunque no hubo gran cosa. Era una casa pequeña pero con todas las instalaciones necesarias ocupando cada espacio sin desperdicio. Esta vez las condiciones eran mejores: una habitación con todo incluido sobre todo libertad. Bueno, libertad en lo que cabe porque no podía salir de la habitación.

En los siguientes cuatro días estuve al cuidado de Chad estando atento en todo lo que necesitaba. No podía quejarme, me gustó como lo hizo. Prácticamente pasaba todo el día conmigo. Intenté averiguar algunas cosas pero él tenía cuidado en todo lo que decía. Como la felicidad no dura para siempre, él tuvo que irse y me dejó con Angus.

— Te traje la comida que Chad te preparó —dice de mala gana entrando en la habitación—. Toma —me extiende el plato.

Me levanté de la cama ansiosa por tomar ese plato. Antes de poder tomarlo, él lo dejo caer esparciendo la comida por el suelo.

— ¿Pero qué haces? —dije moviendo las manos.

— ¿Quién te crees que soy? ¿Tu esclavo? —se me acerca— Yo no estoy para estas tonterías —me toma del cuello—. ¿Entiendes? Reza para que no te vuelva a dejar sola conmigo —me empuja en la cama.

— Chad te va a matar cuando se entere —dije con asco.

— Ni te compliques en contarle, no te va a creer —dice perverso desabrochándose el cinturón.

— No estés tan seguro —me levanté en la cama—. Y si no, yo también puedo partirte la cara —le rete.

— Eso ya lo veremos.

Me toma por los pies tirándome en la cama de espalda y me acerca a él. Moví los pies hacia todos lados intentando zafarme de su agarre. En el intento, le golpeé en su miembro. Al mismo tiempo el timbre sonó.

— ¡Ayuda, hey! —grité.

— Como no cierres la puta boca, no verás el día de mañana.

Sale de la habitación abrochándose el cinturón y cerrando la puerta. Tomé el cuchillo que tiró al suelo junto al plato, puse una silla tras la puerta y esperé ahí su regreso.

* * * * *

¡Hola mis queridos lectores!

Al igual que en "¡Ups! Una vida menos" hice un especial dejando que ustedes dijeran que querían que pasara en los comentarios y yo haciendo un resumen de todo, aquí también habrá un especial pero será diferente. Ustedes van a decidir de quien quiere que haga la perspectiva (desde su punto de vista) en un capítulo de entre todos los personajes que siguen vivos.

¡Qué tengan un lindo día!

¡Ups! Un día másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora