4. Nuevas amenazas

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Eran las siete de la mañana. Alya, Chloe y yo nos dirigiamos al parque para que ambas comenzaran a conocer sus poderes. Las dos estaban impresionadas con la información que ambos kwamis les otorgaban: poderes, trajes y compañeros, eran los temas principales de aquella conversación, cosa que me recordaba a mis antiguos días de súper héroe con Tikki a mi lado en las buenas y en las malas, y antes de que ambas terminaran de hacer sus preguntas confesé en voz alta mi tristeza...

—Extraño a Tikki —mencioné con la mirada baja, mientras sentía como de mis ojos pequeñas lágrimas amenazaban por salir.

—Tranquila amiga pronto todo sera como antes —Alya se sentó junto a mi en la descuidada banca en la que me encontraba.

—Eso espero —confesé—. Creo... que deberían transformarse ya —me levanté de la banca y mire a ambas como si nada hubiese pasado.

—Concuerdo —mencionó Trixx con entusiasmo.

Y antes de que pudiera decir mas, ambas fueron cubiertas por una gran luz de colores amarillo y naranja que al agotarse dejaron ver a dos súper heroínas: Queen Bee y Rena Rouge.

—Oh eso se ve fantástico —admití con una sonrisa en mi rostro.

—¿Me veo bien? —Chloe se examinaba de pies a cabeza observando cada detalle de su atuendo.

—Claro...

—¿Y yo? —Rena Rouge interrumpió mi respuesta hacía Queen Bee.

—Ambas se ven hermosas —mencioné con una ligera sonrisa en mi rostro, ambas se miraban impactadas.

...

—¿¡Como puede ser posible!? —Hawk Moth se miraba irritado, lo que sus ojos procesaban era demasiado para él, pero también eran buenas noticias.

—¿Que sucede? —al igual que su padre Chat Noir estaba alterado, si algo molestaba a su padre el debía resolverlo.

—Hay dos súper héroes más —gritó él con furia mientras miraba a su hijo.

—¡Pero sin Marinette ya no tiene su Miraculous! -Chat Noir estaba confundidos, pero la sonrisa malvada de su padre ahora lo hacia estremecer.

—Hijo podrías ir a ver que esta pasando -su padre aun sonreía, ahora Chat Noir estaba confundido, pero eso no impediría obedecer a su padre.

-Si yo voy —respondió este y en paso veloz se alejo de él saliendo de su escondite en dirección al parque en donde las jóvenes chicas se encontraban.

—Asi que hay mas Miraculous —dijo Hawk Moth para si mismo—. ¡Que interesante!

...

—Supongo que ya hay que irnos, recuerden que esto es peligroso —mencioné con los nervios a flor de piel mientras se hacían las diez de la mañana.

—Vamos Marinette un minuto más...

—No, lo siento Rena Rouge —interrumpí, teníamos que irnos cuanto antes.

Queen Bee le lanzó una mirada severa a Rena Rouge haciéndo que esta comprendiera todo. Las tres recogimos nuestras pertenencias de la descuidada banca del parque y nos dispusimos a salir con cautela del lugar, más no nos esperábamos nueva compañía.

—¿Que sucede aquí Mi lady? —una voz muy familiar llamo nuestra atención haciendo que nuestros pasos se detuvieran en seco.

Las tres volteamos para encontrarnos con el autor de esa voz tan peculiar, él nos miraba con su típica picardía, camine hacia él con pasos firmes mientras que mis compañeras detrás de mi me miraban atentas.

—¿Que quieres? —respondí con la suficiente frialdad en mi voz para que él pudiera percibirla.

—Veo que tengo compañeras —camino frente a mi hasta rodearme mientras agitaba ese extenso cinturón en su traje al cual llamaba cola.

—No son tus compañeras —confesé, que las llamara de esa forma simplemente me irritaba.

—Pero supongo que no son tuyas -él se detuvo en seco y me miro de cerca—, ya sabes... por que tu no tienes Miraculous —tenía razón y el lo sabía. Eso me enojaba aun más.

—Solo vete Chat déjanos tranquilas -respondí con la tranquilidad que mi cuerpo dejaba expresar.

—No sin antes saber quienes son ellas —con un ágil movimiento el se acercó a Rena Rouge y la observó con detenimiento. Ella lo miro con rabia mientras sostenía su flauta con fuerza.

—Jamas sabrás sus identidades —me acerqué a él y lo gire haciendo que me viera.

—Ya lo veremos —él me tomo del brazo y me tiro al suelo. Queen Bee y Rena Rouge me miraban atentas.

—Vallanse ya —grité desesperada ante el intento de safarme de su fuerte agarre.

Ambas se fueron. Chat me miraba con una sonrisa indescifrable, al principio parecía ser malévola como si quisiera vengarse por todas aquellas veces que lo rechace, pero segundo después eso cambio, su sonrisa parecía ser mas falsa, como si realmente su sentimiento fuera otro. Y mientras lo observaba él me sujetó con más fuerza.

—Esto no se va a quedar así Mi lady... —mencionó con furia.

—No vuelvas a llamarme así... —respondí en mis intentos de safarme

—¿O si no que? se que eres incapaz de lastimarme —toco mi mejilla con delicadeza en su pequeño discurso, parecía divertirse mucho conmigo.

—Sueltame... —suplique. Mis manos estaban enrojecidas y mis brazos rogaban por aire de lo fuerte que los sujetaba. Entonces me soltó.

—Volvere por tus amigitas luego... —sus palabras quedaron en el aire mientras miraba como él se alejaba de mi.

Al irse él corrí hasta casa de Alya en donde se encontraba Chloe. Ambas me miraron con preocupación, pero después de varios intentos logre convencerlas de que estaba bien.

En Un Mundo De MaldadWhere stories live. Discover now