16. Mentiras

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Chloe me despertó alterada. Al abrir mis ojos pude visualizar con claridad quienes la acompañaban, era Marlena y... ¿sus hijas?, pero ¿qué hacen aquí? ¿no estaban desaparecidas?

—Ayer alguien los siguió —mencionó la mamá de Alya algo débil mientras señalaba a las pequeñas gemelas—. Hubo una emboscada en el refugio.

De inmediato mis ojos se abrieron de par en par como si fuesen a salirse de sus cuencas. Les dije a las tres que permanecieran con André Bourgeois, y Chloe y yo nos transformamos.

Al llegar al refugió todo era un desastre, los enfermos que habíamos conocido antes estaban muertos, los más sanos lograron escapar gracias a Sabrina ¿y ella? ella estaba herida a tal punto de morir, su rostro estaba hinchado y de sus labios escurría sangre, tenía una profunda cortada en el abdomen parecida a la de Marlena días atrás. Chloe y yo no entendíamos lo que pasaba, hasta que Chat y Rena llegaron.

—¿Qué diablos les pasa? ¿Qué fueron a hacer en la mansión Agreste? —ellos se miraban confundidos, hasta que vieron el desastre a nuestro alrededor
—Nos siguieron... —dijo Rena Rouge más para si misma dejando las palabras en el aire.

—Yo puedo explicarlo —mencionó Chat Noir mientras se colocaba junto a Rena.

—Yo ya lo se —confesé, Sabrina me había contado todo— y las tres están bien, escaparon a tiempo, están con el padre de Chloe —mencioné, Rena Rouge dejo escapar un enorme suspiro.

Media hora después Sabrina ya estaba mejor. Alya no dejaba de pedir disculpas por lo sucedido, pero Sabrina no le tomaba importancia a todas sus palabras, pues en su cabeza solo pasaba la idea de todos los enfermos muertos y en la calle ahora que muchos tuvieron que escapar. De inmediato Chloe ofreció el hotel para que permanecieran ahí, ya que actualmente solo lo usaban su padre y los que solían trabajar en el anteriormente.

Sabrina lo pensó por unos minutos y cuando no encontró otro lugar decidió aceptar aquella idea.

Las horas pasaron, todos excepto Alya se rehusaron a dejar sola a Sabrina en esta situación, pues su antiguo refugio ahora era inseguro para cualquiera. Alya fue al Le Grand París a ver a su madre y hermanas, pues no dejaría que algo malo les pasara esta vez.

Cuando la hora de la vigilancia llego, fue mi turno de permanecer despierta, Sabrina debido al dolor no podía dormir, por lo que ambas hicimos conversación.

—El doctor dijo que tu herida era igual que la de Marlena —mencioné algo curiosa al respecto.

—Lo mismo me comento a mi, seguro fue él mismo quien la atacó a ella —mencionó Sabrina algo segura, pero era imposible, ya que la herida de la madre de Alya había sido producto de la lucha con Max, y Alya lo había asesinado.

—Imposible... —mencioné— él culpable de esa herida fue Max.

Sabrina me miro a los ojos, segundos después asintió, mi rostro mostró confusión con rapidez.

—¿Max esta vivo? —pregunté incrédula.

—Si... —mencionó Sabrina en voz baja, pues todos dormían—, y él maldito se me escapó de las manos... —Sabrina apretó ambos puños, la situación la enfurecía.

—Pero Alya dijo que lo mato —Sabrina negó con la cabeza.

—¿No te contó toda la historia? —preguntó Sabrina, ahora yo estaba aún más confundida.

El día que llevamos a Marlena al refugió, Alya hablo con Sabrina sobre Max en privado, pues cuando llegamos todos al lugar, fue Chloe quien hablo, pero yo no había sabido nada de la plática secreta entre ellas dos.

Sabrina me explicó que según Alya, Max cayó por los escalones y ahí aparentemente murió, pero minutos después al escuchar ruidos en el pasillo, se dieron cuenta de que este había escapado, sin embargo Alya no lo comento por que según esto me haría sentir culpable, pues fue la noche que Adrien y yo dormimos en mi casa, por lo que oculto que escapo, y eso me hizo pensar a mi que lo habían matado.

Todo esto me hacia estremecer, pues Max no descansará hasta que Adrien regrese a manos de Hawk Moth y eso no solo me preocupaba por Adrien, pero también nos retrasará en nuestro plan de emboscada.

Después de un rato Sabrina logro conciliar el sueño, y cuando mi jornada de vigilancia había acabado todos comenzaron a despertar.

Sabina decidió no callarse más la gran mentira de Alya y dijo toda la verdad al respecto.

—Max sigue vivo —mencionó Sabrina mientras que un fuerte sonido proveniente de la puerta llamaba la atención de todos.

En Un Mundo De MaldadWhere stories live. Discover now