13. Confianza a medias

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Al principio los planes era un poco ridículos en mi opinion, pero después fueron tomando forma.

El plan era entrar a la casa de Gabriel y quitarle su Miraculous cuando no lo use, pues según Adrien, su padre suele quitárselo con frecuencia y lo deja justo en un cajón en su oficina.

Si bien el plan suena sencillo, saber exactamente cuando no lo usara será dificil, si contar la muy avanzada seguridad en la casa Agreste, que si antes era ligera como para que Adrien pudiera escapar de casa por la ventana de su habitación, ahora estaba llena de cámaras hasta en los más remotos rincones de la casa, guardias en cada puerta y una fuerte barrera de infrarrojos en el muro exterior. Sin duda era una perfecta fortaleza para un completo dictador, y el que Adrien escapara de ahí parecia ser imposible...

¡Esperen!... entonces, ¿cómo fue que Adrien escapó de casa? ¿cómo jamás me puse a pensar en ello?

Los chicos hablaban concentrados en el plan a llevar, pero yo no podía despegar la vista de Adrien, pues la idea de que nos podía estar engañando y que todo esto era un plan de su padre de nuevo rondaba mi cabeza como la primera vez.

Había dos opciones al respecto: su padre había elaborado un muy brillante plan para que Adrien llevara los tres Miraculous hasta sus malvadas manos, cosa que explicaría como salio de casa, su padre lo dejo salir. O él elaboró un magnífico plan para escapar de casa y hacer lo correcto por él y sus amigos.

Sinceramente ya no sabía que pensar, pero de algo estaba segura, prefería mil veces a que fuera la segunda opción en mi cabeza.

—¡Marinette!... —mencionó Adrien sacandome de mis pensamientos.

—¿Amiga estas bien? —al igual que Adrien, Alya se miraba preocupada. Enseguida Chloe procedió a pasar su mano frente a mi, haciéndome girar mi rostro a su dirección.

—¿Qué tanto miras a Adrien? —mencionó Chloe cuando la voltee a ver.

—Lo mismo me pregunto yo —Adrien me miro con picardía, pero créanme, no era por la razón que piensa él.

—¿Adrien como escapaste de la manción? —pregunté sin rodeos mientras todos me miraban confundidos.

—¿Qué tiene que ver todo eso con el tema? —preguntó Alya como si mi pregunta la ofendiera a ella.

—Solo me da curiosidad saber...

—No hay tiempo para resolver curiosidades —interrumpió Chloe.

—¿Qué acaso no se les hace sospechoso todo eso? —mencioné con voz de político en discurso de campaña—. Su casa es toda una genuina fortaleza y el escapa así nada más ¿no creen que es raro?

—¿Marinette que insinúas? —preguntó Adrien perplejo ante mi comentario.

—Insinuó que alguien puedo haber estado mintiendo todo este tiempo... —mencioné sin temor ante él—. Si no es asi habla, dinos como escapaste...

—No tengo por que darte explicaciones —interrumpió él—. Si no crees en mi entonces puedo irme.

—Claro... —respondí— ya tienes toda la información que deseabas, ya sabes quien es Rena Rouge y Queen Bee ¿verdad? ¿no es eso lo que tu padre quería saber?

—¡¡Suficiente!! —Adrien pisoteo con fuerza, ahora estaba sumamente furioso—. Piensa lo que quieras —mencionó al mismo tiempo que se acercaba hacía a mi, por un momento pensé que me golpearia, pero no lo hizo. Permaneció frente a mi y continuó hablando—, pensé que confiabas en mi...

Adrien dejo las palabras en el aire y segundos después salio de la casa. Chloe y Alya estaban furiosas, nuestra oportunidad de vencer a Hawk Moth se habia ido y con la situación presente, decidí volver a casa de mis padres en donde sin inimaginarlo lo encontre a él.

Lo mire oculta entre la puerta, él estaba sentado en mi cama y miraba las fotos de mi infancia, los marcos rotos y destrozados en sus manos por alguna razón le sacaron lágrimas. Adrien no paraba de llorar, algo que sencillamente me lastimaba, pues lo había juzgado nuevamente.

Cuando me disponía a acercarme a él y disculparme Adrien comenzó a hablar para si mismo.

—Entiendo que no creas más en mi Mi Lady, te cause mucho daño y te pido disculpas, te prometo que yo volveré a la normalidad todo este caos —Adrien se levanto y llamo a Plagg, de inemdiato una luz verde lo convirtió en Chat Noir.

Salí de donde me encontraba y antes de que él pudiera salir lo sujete por su cola/cinturón. Chat se paralizó por un instante, pero al voltear pudo verme.

—No lo hagas —mencioné en un hilo de voz—. Perdóname por reaccionar asi...

—Entiendo que desconfies de mi... —interrumpió él— pero no me sentire digno de tu confianza hasta resolver esto —él bajo la mirada con rapidez. Segundos después levante su rostro con mis manos.

—No quiero que algo malo te pase... —confesé—. Porque te amo.

Chat Noir me miro a los ojos, esos ojos verdes y hermosos que me volvían loca, y sin pensarlo lo acerqué a mi. Nuestro labios chocaron en un beso tierno que poco a poco fue tomando intensidad, ambos nos besamos como locos, como si necesitaríamos de ese beso para continuar con todo.

Ambos caímos a la cama y nos separamos en nuestro intento de recuperar el aliento, él me abrazó, sentí sus manos rodenadome por completo, lo amaba, amaba esa sensación de calidez que su cuerpo me brindaba. Y de alguna forma, del algun modo ambos caímos dormidos.

En Un Mundo De MaldadWhere stories live. Discover now