Enamorada Del Fruto Prohibido.

C14: Vacaciones De Navidad.

Espero que estén contentas, acabo de aceptar que Samuel me gusta, pero hasta ahí va a llegar, no me voy a enamorar.

O eso fue lo que dije antes de las vacaciones de navidad.

Como todos los años, la escuela hizo un Baile de Navidad, y si, la organice con Sofía, extraordinariamente no pasó nada.

Los exámenes habían terminado, hasta regresando de vacaciones darían los resultados, eso nos alegraba y nos provocaba un gran alivio.

–Katty, Emma, adivinen qué– Amelie se sentó junto a nosotras con una gran sonrisa.

–Amelie, existen más de un millón de cosas que pudo haberte ocurrido, ¿cuál de todas te digo? –

–Me robaste las palabras, Katty– dijo Emma con una sonrisa burlona.

–Que odiosas, ¡Jack se va a quedar conmigo en vacaciones! –

–¡¿Qué?! – dijimos Emma y yo al unísono.

–¡Lo que oyeron! Sus padres van a hacer un viaje de negocios, y no estarán en todo este tiempo, así que como nuestros padres se conocen, se va a quedar con nosotros–

–Uy, alguien va a dar el siguiente paso– Amelie golpeo el hombro de Emma.

–No seas tonta–

–Estoy muy feliz por ti, Ames, vas a tener las mejores vacaciones del mundo...

–A ti te gustaría que te pasara lo mismo, pero con Samuel, ¿Verdad? – dijo Emma mirándome con una sonrisa pícara.

–O con David–

–O con los dos– mire a ambos dolores de cabeza con fastidio.

–Muy graciosas, y yo que contraté un Dj para la fiesta de Navidad– dije al tiempo en el que miraba casualmente mis uñas.

–¡No lo hiciste! – dijeron al unísono.

–Sí, lo hice. Gracias, gracias–

–¡Eres lo mejor! – ambas me abrazaron, o más bien apretaron.

–Lo sé, soy la mejor–

–Hay que irnos preparando desde ya– dijo Emma con una sonrisa.

Los siguientes días fueron muy divertidos, preparando la lista con las canciones que queríamos, los postres que darían, todo saldría perfecto.

–Pon canciones para bailar en grupo– sugirió uno.

–Pero que no se te olviden las románticas– era un tiempo fantástico para nosotros.

Cuando le lleve todas las ideas a Sofía, las acepto sin pensarlo dos veces.

El día del baile llego, entre nosotros es tradición regalarnos algo, por mínimo que sea. Cuando ya nos habíamos entregado los regalos y todos ya se metían al salón para disfrutar de la fiesta, Samuel me detuvo.

–Ten, no es mucho, pero es de corazón. Ábrelo hasta que llegues a tu casa. Feliz Navidad, Katty–

–Gracias, Samuel. Seguro me encantara– le asegure con una sonrisa.

–Eso espero–

Juntos entramos al salón, el Dj ya tenía música, y muchos ya estaban probando las delicias de las mesas de postres.

–Todo está mucho mejor– dijo Dalia.

–Obvio, nosotras literalmente lo organizamos– dijo Sarah a mi lado–. Te dije que todo saldría bien–