C30: Últimas Veces.

13 2 2
                                    

Canción Recomendada:

Holding On And Letting Go - Ross Copperman.

Es increíble como en un instante, todo cambia.

Era obvio lo que pasaría, Samuel se sentiría culpable de todo hasta que alguien logrará convencerlo de lo contrario. Hasta que eso pasara, solo significaba que pasaría la única cosa que Samuel sabe hacer, él sacrificaría todo para compensar, lo que, en su punto de vista, él había ocasionado.

–Samuel, no tienes que culparte, tu no ibas a exceso de velocidad–

–No, pero si no hubiera ido a ese partido, si me hubiera quedado en casa, hubiera llegado más temprano, Kathia no habría sufrido tal accidente si me hubiera quedado–

–Sam, no puedes prevenir ese tipo de cosas, nadie puede–

Pero por más que todos tratamos, nadie lo convencía.

Los primeros días después del accidente, fueron horribles, faltaba a clases, no hablaba; en cierto punto, nadie podía culparlo, era su hermana, y peor aún, no tenían noticias sobre su estado de salud.

–¿Como esta? – todos estaban preocupados por Samuel y Kathia, y yo era la única que podía ponerlos al día.

–Pues no muy bien– Samuel solo hablaba conmigo, y desde luego su familia, pero nadie más.

–¿Tienen noticias? – era un alivio saber que al menos con alguien seguía siendo el mismo, aunque solo fuera por unos cuantos momentos.

–Los doctores hacen lo que pueden, pero, no dan respuestas–

–Crees que podríamos ir con él–

Siempre fuimos una familia, nos apoyábamos entre nosotros, y esta no sería la excepción.

–Quizás le venga bien, pero, denle un poco de tiempo– aunque pensándolo mejor, Samuel fue muy claro al decir que estaba bien solo, que lo único que necesitaba era una buena noticia.

Samuel se apoyaba en mí, y yo lo hacía en Amelie, Kathia me preocupaba, pero ella estaba en buenas manos, los doctores estaban al pendiente de ella, al contrario, nadie se fijaba en Sam.

–Ames, está mal, si lo vieras, no es el mismo, parece perdido– y a pesar de que yo necesitaba a Amelie a mi lado, no siempre podía estarlo, así que se había vuelto común que habláramos por llamada.

–Creo que es normal–

–Se culpa de todo, ¿eso no es normal? – dije con cierta duda.

–¿Hablaste con él? –

–No quiere, cambia de tema, o se va–

–Es un idiota–

–Amelie, está preocupado–

–Y eso nunca le quito lo idiota– escuche bufar a mi amiga desde el otro lado de la línea.

–Kathia debe de decirle, ella lo convencería–

–El problema en tu perspectiva, es que está en coma–

–Amelie– inhalar, exhalar–. Ya lo sé–

–Perdona, pensé que estabas planeando algo. Pero continua–

–En lo que pasa eso, debemos distraerlo–

–Si ideabas un plan– dijo triunfante.

–En serio, Ames–

–Perdón, de nuevo– pude escuchar como trataba de no reírse–. Y ¿Cómo piensas lograr eso? –

Enamorada Del Fruto Prohibido.Where stories live. Discover now