Enamorada Del Fruto Prohibido.

C29: Cambio De Planes.

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Photograph - Ed Sheeran.

El tiempo que pase con Samuel fue único, no importa cuántos años pasen, siempre lo recordaré.

Pero debo admitir dos cosas.

Primera cosa: dirán lo que quieran, me juzgarán y demás cosas, pero yo no me arrepiento de nada. Samuel fue muchas cosas para mí, y también fue mi mayor error. Ame a Samuel Browning, como nunca ame a nadie, pero en muchas ocasiones, él me demostró que amarlo me traería graves consecuencias, solo que yo nunca quise verlo de esa forma, no tardaras en ver cómo me funciono eso. Samuel rompió mi corazón, y yo lo perdone ciegamente, pero todo ocurre por algo, es en lo único que creo fielmente.

Segunda cosa: necesito que me liberen de esto, amar a una persona con cada fibra de tu ser, jamás te asegurara que la mantendrás a tu lado, un solo acontecimiento trágico podría marcar el resto de tu vida para siempre, sin importar lo mucho que hayas luchado por ello.

Aun por las noches me levanto por su recuerdo, o por un sueño, a veces son tan seguidos que es como si lo tuviera siempre conmigo.

Odiaba todo eso, pero había hecho una promesa, una promesa que no tardaría en romper.

Después de que llamar a Samuel, él logro calmarme, al menos lo suficiente como para pensar bien las cosas y decidir entrar a aquella escuela.

Pensándolo mejor, todos estaban más calmados. Creó que en parte nos ayudó mucho que se acercara la fiesta de Sarah, nos distraíamos y pensábamos lo menor posible en el futuro.

–Ya están listos chicos–

–¿No deberíamos preguntarte eso a ti? – comento mi mejor amiga.

–Yo nací lista para esto–

–Samuel todavía no llega– le menciono a Sarah.

–¿Qué? –

–Dijo que llegaría un poco tarde–

–Ese hombre nunca pudo hacer nada bien. Te molesta si pasan al final– dijo en tono de disculpa.

–No creo que tenga otra alternativa–

–Hay que iniciar con esto–

Sarah bajo por las escaleras con su hermoso vestido color rosa pastel, todas la seguimos y nos posicionamos en nuestro lugar.

Uno por uno se acercó a Sarah, cada uno bailando un fragmento de la canción junto a la quinceañera, mientras, por otro lado, Samuel aun no llegaba.

Tardo aproximadamente diez minutos en llegar, lo bueno es que aún faltaban cinco para que fuera su turno.

–Perdón, por el retraso– Samuel se acercó a mí y me beso la mejilla.

–No creo que debas pedirme a mí la disculpa–

–Lo sé, lo sé– paso la corbata por su cuello y trato de anudarla.

–¿Te ayudo? –

–Por favor– se acercó más a mí y me dio la corbata.

–Si con tu mejor amiga llegaste tarde, no quiero imaginar a qué hora vas a llegar conmigo– lo decía jugando, pero sabía que Samuel no lo veía así. En parte por eso lo dije.

–Ese día no me voy a separar por nada de ti– con eso sabía que cumpliría con lo dicho, aunque eso significara que tenía que cruzar la mitad del mundo para llegar a mi lado.

–Eso espero. Ya está–

–Gracias eres la mejor– me besó rápido, tomo mi brazo y dijo–. Ya es hora, espero que Sarah no me golpeé en medio de la pista–

–Ella te tiene una paciencia admirable–

–La misma que debes aprender a tenerme– beso una vez más mi mejilla y caminamos hasta el centro de la pista.

–Llegas tarde– se quejó la cumpleañera.

–Es la nueva moda–

–Espero que te quedes hasta que esto termine–

–Ya estoy aquí, créeme que no me iré hasta que me corran de aquí– prometió con una sonrisa.

–Y, le debes un baile a Katherine–

–No pensaba irme sin bailar con ella– dijo más para mí que para Sarah.

Lamentablemente, Samuel tuvo que irse antes de lo esperado.

Nadie hubiera esperado que en una noche tan tranquila como esa, pasara algo semejante. Y más tomando en cuenta que Kathia no iba manejando tan rápido como cuando dejo a Sam.

–Kathia tuvo un accidente– me dijo después de terminar la llamada con su hermano.

–¿Qué? –

–Yo... No sé cómo paso, ella iba directo a la casa cuando... No sé qué ocurrió, Katty– Samuel estaba muy inquieto, no dejaba de moverse de un lado a otro.

–Samuel, cálmate–

–No puedo, Katty–

–Mira, esperemos a tu hermano en la entrada, y después trata de tranquilizarte y pensar en cosas buenas–

–¿En serio? Cosas buenas– salimos del salón y nos sentamos en los escalones.

–Bueno, es solo una sugerencia, no vas a cambiar nada si estas así, es mejor que te calmes, para que no alteres más a tus padres–

–Pero, como voy a hacerlo. Es una situación que nunca antes vi–

Un evento trágico puede cambiarlo todo.

–Te aseguro que podrás hacerlo– Nick, el hermano de Samuel se acercó a nosotros–. Mamá y papá nos necesitan, hermano. Y Kathia también– Nick apretó ligeramente el hombro de Sam.

–Ya deben irse– abrace a Sam–. Aquí estoy, para lo que necesites–

Justo cuando Samuel estaba por dirigirse con Nick al auto, Samuel se giró para regresar a hacerme una última petición. –Ven conmigo. Por favor ven–

–No creo que deba–

–Kathia quisiera que estuvieras ahí

–Lo sé, pero no conozco a tu familia–

–Eso es mentira, conoces a mi madre y mis hermanos, Kathia realmente te considera una amiga, por favor ven, te necesitó justo aquí y ahora–

Enamorarte, realmente enamorarte, no solo sentir atracción física, o creer que la persona que está frente a nosotros es la indicada; amor verdadero, es algo que no pasa seguido, pero cuando pasa y caes completamente, más aún cuando la otra persona te corresponde, es una sensación inexplicable no es lo mismo, no es un simple amor. Sientes que todo estará bien.

O al menos, el sentimiento se queda hasta que te das cuenta que eres muy joven para tener algo así.

Todo el mundo dice que para el amor no hay edad, pero eso es una vil mentira, si dices que estas enamorada antes de ser mayor de edad todos te juzga, dicen que no eres más que un niño inexperto, aunque lo que sientas sea más real que todo el amor del mundo. Incluso después de cumplir esa edad, siguen juzgándote.

Pero ahora que lo veo, sólo todas esas creencias importan si te dejas llevar por lo que dicen aquellas personas que no creen en el amor puro. Y justamente en esos instantes no me preocupaba lo que dijeran mis padres, lo que dijeran los padres de Samuel, no importaba nada de lo que dijeran los demás, yo estaba segura sobre mis sentimientos hacia Samuel, y eran muy reales, me importaba que estuviera bien, estaba enamorada, y si Samuel me necesitan en esos momentos, yo estaría ahí para él.

–De acuerdo, vamos–