C28: Decisiones.

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–Veamos, déjame ver si entendí. Ayer mientras Samuel te acompañaba a casa un señor les ofreció entrar a la mejor escuela, ambos dijeron que lo pensarían, o bueno, indirectamente lo hicieron, pero ahora me estás contando todo esto porque no sabes que hacer, ¿correcto? –

–Si–

–Y qué quieres que te diga, mujer. Es tu oportunidad, lo que tú y Samuel quieren...

–Su institución más cercana está a las afueras del Estado–

–¡O sea que estás pensando en dejarme aquí! –

–Ese es el punto–

–¡Entonces lo dejarás ir! –

–¡Amelie! No me estás ayudando–

–Katherine, ¿Qué quieres que te diga? Es tu vida...

–Sí, pero no sé qué hacer, necesito ayuda–

–¿Tus papás que dijeron? –

–Todavía no dicen nada, les dije todo lo que me dijo el señor y sólo me dijeron "Ya veremos"–

–¿Y tú qué sientes? Pero no me refiero a lo que tus papás digan, me refiero a lo que tú dices–

–Es que, esta es una gran oportunidad, y realmente me gustaría entrar es una gran escuela. Pero entrar ahí significa dejar todo esto atrás...

–¿Y no estarías dispuesta a dejarlo? Todo esto, seguirá igual cuando regreses, la única diferencia es que ya tendrás toda una lista de posibilidades en tus manos, y si te quedas, no serás diferente al resto de los demás–

–Entonces, ¿Debo entrar? –

–Debes hacer lo que tú corazón te dice, por una vez en tu vida déjate llevar por el futuro, deja a un lado al presente, incluso olvídate por un momento de Samuel, piensa en ti, piensa en todo lo que te puede ayudar entrar a esa escuela–

Tal vez no era tan mala idea entrar, pero incluso aquí hay muchas desventajas, pues tanto Samuel como yo no estábamos totalmente confirmados para entrar a esta escuela, también estaba el hecho de que yo no sabía si mis padres me dejarían entrar o no.

Pero bueno, dicen que debemos de ver el mundo positivamente. Era probable que mis padres me dejaran ir, pues realmente era una buena oportunidad para mí.

Ahora que lo veo, nunca existió tal problema, sólo fueron ideas ridículas que yo misma me creaba, porque tenía miedo de perder a Samuel.

Si, nunca hubo ningún problema, todo estaba bien, o lo estaba, hasta que fueron a hablar con mis padres.

–¡En otro país! – de que me había perdido.

–Sí, los primeros meses de estudios los pasará aquí, pero si todo resulta, la mandaremos como estudiante de intercambio–

–Pero, usted dijo que lo más lejos que me iría, sería fuera del Estado–

–Y lo hará, pero si usted tiene el suficiente potencial, podría alcanzar otro nivel de educación. Es una gran oportunidad–

–Lo sabemos, pero no sé si esto está bien–

–Miré señor Courtt, su hija tiene una visión del mundo magnífica, tiene cualidades que pocas personas tiene, y eso que solo tuve la oportunidad de hablar una vez con ella. Sé que es difícil, pero su hija podría lograr ser lo que quiera con sólo proponérselo, después cuando termine de estudiar, regresará a casa–

Mire a papá, obviamente el señor Morgan lo estaba convenciendo, pero ni siquiera yo estaba segura de querer irme a otro país.

–Señor Courtt, todavía tiene tiempo para pensarlo, la señorita Katherine puede ir a presentar un examen de conocimientos básicos y de aptitudes, nosotros le daremos la carta de aceptación, pero si no están seguros pueden cancelar su inscripción y seguir con sus planes, esto es sin ningún compromiso–

Maldición, dio en el blanco. Maldito don que tienen las personas de convencer con sólo usar las palabras y los planteamientos correctos.

–Bien, no nos cuesta nada intentarlo–

Después de que el señor se despidió y se fue, subí a mi habitación, arrastre uno de los sillones que conformaba mi mini juego de sala, y lo puse cercas de la ventana. Necesitaba despejar mi mente de todo lo que acababa de escuchar.

Ya no eran unos simples kilómetros los que me separarían de mi hogar, sino probablemente todo un continente.

–Katty– mi hermano tocó la puerta–. Puedo pasar–

–No estoy muy bien, ¿Qué quieres? – él abrió la puerta.

–Te iras–

–No lo sé–

–¿Por qué? – ¿a qué se debe tanta insistencia?

–No sé–

–¿Por qué? – me gire para verlo.

–¿Para qué quieres saber? – pregunte un poco fastidiada.

–Para presumir que mi hermana se irá a otro país–

–Wow, que conmovedor– rodé los ojos.

–Yo me iría– dijo muy seguro.

–No sé por qué razón no me extraña eso– volví a mi antigua posición.

–Es que es sencillo, entrando a esa escuela puedo ser la mayoría de las cosas que existen, conocería un lugar nuevo, tendría las mejores instalaciones, y conocería a personas de otra cultura– dijo con una sonrisa.

–Esa es una revelación muy profunda para un niño de 7 años–

–10, tengo 10 años–

Lo mire un poco confundida. –Como sea–

–¿Por qué no lo pláticas con alguien más? Cuéntale a alguien que pueda decirte que hacer o qué no hacer, puedes decirle a Amelie–

–Amelie me dirá que me vaya, por lo mismo que tú dijiste–

–Bueno, puedes contárselo a otra persona, en alguien en quien confíes–

–Lo hice, y esa persona me dijo que me fuera sólo para presumirlo–

–Aww, confías en mi–

–No, acabo de mandarle un mensaje a Elise y ella me dijo que me fuera para presumirme– le contesté con una sonrisa.

–Púdrete– salió de mi habitación y cerró la puerta.

Mi hermano tenía razón, podía hablar con alguien más y contarle de todo esto, y ya tenía a la persona perfecta para eso.

Tome mi teléfono y marque su número.

–Samuel, ¿estas ocupado? –

Estaba muy segura de que Samuel me daría una solución.

Enamorada Del Fruto Prohibido.Where stories live. Discover now