C37: No Me Olvides.

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Stay Right Where You Are - Ingrid


–¿A dónde me llevas, Samuel? – pregunte con una sonrisa.

–Es una sorpresa–

Samuel me había llevado hasta la terraza del salón, a pesar del fresco aire que corría, era tolerable, todavía era verano, pero el clima ya empezaba a cambiar, gracias calentamiento global.

–No me gustan las sorpresas– admití con una mueca.

–Lástima, porque ya llegamos–

No era nada muy extravagante, en una de las esquinas de la terraza, había una pequeña mesa con un par de postres y realmente no tiene caso recordar cada detalle de lo que fue un último momento.

–Katty, estabas muy bien, todo el día estuviste animada, ¿Qué paso? –

Me acerque hasta la orilla de la terraza, era una vista hermosa.

–¿Por qué haces esto Samuel? –

–Bueno, pronto entraremos a la preparatoria, además de que me pareció...

–Eso no– lo interrumpí–, se tus cursis motivos, ¿Por qué lo estás haciendo Samuel? Tu dijiste que la escuela no sería un problema para nosotros, que nos seguiríamos viendo para estar juntos–

Samuel suspiro. Traté de hacer que me mirara a los ojos, pero no pude lograrlo.

–Por Dios, vas a quedarte, ¿no es cierto? – negué, trague saliva involuntariamente, Samuel se quedaría.

–Katty, no es... solo, déjame explicarte–

Antes de que siguiera me aleje de él. –¿Qué explicaras Samuel? Sé que te quedaras por Kathia, sé que aun te sientes culpable–

–No es solo eso, Katty–

–Entonces que es– dije tratando de limpiar las lágrimas que amenazaban con salir–. Samuel, tú me obligaste a presentar para esa escuela, fuiste tú, todo este tiempo, y ahora me dices que lo dejaras todo por Kathia–

–Es más complicado de lo que suena–

–No, no lo es Browning– Samuel hizo una mueca, jamás lo llamaba por su apellido.

–La decisión sigue siendo tuya, Katty, no te obligare a hacer algo que no quieras–

El problema es que mi decisión ya estaba hecha, no importaba ya nada, por primera vez sabía que quiera hacer de mi vida, y ahora estaba claro.

–Ya tomé mi decisión, Samuel– lo miré con lágrimas en los ojos.

Cuando nuestras miradas se conectaron, Samuel lo entendió todo.

–Katty– él se acercó a abrazarme.

–Samuel, yo...

El negó. –No digas nada, solo, quédate conmigo, solo un momento más. Bailemos una última vez, Katty–

Samuel me tomo de la cintura, como lo había hecho varias veces atrás.

Comenzamos a movernos al ritmo de la vaga melodía que llegaba de la fiesta de mi mejor amiga.

Un pequeño momento de paz.

–Tengo miedo– susurre contra su pecho.

Samuel acariciaba ligeramente mi brazo derecho.

Todos mis miedos y sentimientos de las últimas semanas se vieron envueltos en mí en ese preciso instante.

–No puedo prometerte nada, Katty. Pero quiero pedirte algo, por favor, nunca me olvides, así como yo nunca voy a olvidarte, por favor, prométemelo– casi suplico.

–Lo prometo–

Pero era todo lo que obtendría, una vaga promesa, era todo lo queobtendría de ese amor.

Enamorada Del Fruto Prohibido.Where stories live. Discover now