ATRACCIÓN PELIGROSA

14

Las manos de mi madre tiemblan de manera ligera mientras sujeta la taza de té, que le he preparado. Dean me ha dejado a solas con mamá. Sé que está tan sorprendido como yo.

—Es un bonito apartamento —mamá sorbe de la taza.

—Fue un obsequio de parte del padre de Dean, fue muy generoso —comento.

—Es un tipo agradable —deposita la taza de té en la mesita de la sala— He venido para advertirte de ciertos puntos.

Mi ceño se frunce de inmediato.

— ¿Cuáles son esos puntos? —pregunto de manera confundida.

La mirada de mi madre se posa en mí, observo como esa mirada dulce poco a poco se ha oscurecido. Luce joven, pero parece que poco a poco sus emociones se han apagado de cierta manera.

—Tu padre me ha comentado sobre los inconvenientes que ha tenido contigo, ¿No te parece que es injusto lo qué haces? —se coloca una mano en el pecho y suspira con pesar.

Creo que mi cara se arruga, en una mueca muy desagradable, por lo que mi madre se da cuenta de ello.

— ¿Perdón? —chillo de manera exagerada.

—Aubrey eres una mujer, ya no eres la adolescente a la cual teníamos que regañar porque no ordenaba sus cosas, o simplemente por pelear con tu hermana. No es justo que arruines los planes de tu padre, él se ha esforzado tanto en su trabajo; demasiado para que quieras arruinar su trato con los Reynolds —sus ojos claros me dedican una mirada de decepción.

Mi padre ha puesto a mi madre en mi contra, logró lo que quería, lo ha hecho una vez más.

— ¿Es acaso que no estás escuchando lo que dices? Él quiere matarme o tal vez quiere hacerme sufrir, lo está logrando. Él mató a Kattly, ¿a ti no te importó acaso? —no oculto la sinceridad de mis palabras.

Su mano se eleva y de manera brusca abofetea mi rostro. Mi rostro se gira por el impacto, siento como un líquido caliente se derrama a un costado de mi boca.

—Cada día me reprocho él no haber detenido a tu hermana, ella nunca debió ayudarte con ese idiota de Hans, ¡tú, pequeña egoísta! Tú dejaste de ser mi niña, ya no lo eres —su voz se entrecorta y comienza a llorar —. El día en que mi Kattly murió, ese día moriste tú —sus palabras duelen más que la bofetada que me ha dado.

Observo a Dean en el pasillo de los dormitorios, sé que está esperando una señal mía para poder intervenir.

—Papá disparó el arma, tal vez fue muy imprudente de mi parte no proteger a mi hermana, pero ella quería ayudarme, pero a papá no le pesó la mano para dispararle a su propia hija. Renato Bass está jugando con tu mente y hasta que no sientas el infierno bajo tus pies, te darás cuenta de quién es el hombre que se hace llamar tu esposo —me coloco de pie, y me dirijo hacia la puerta.

—No voy a permitir que hables así del hombre que te lo ha dado todo, que se ha esforzado para sacar adelante a nuestra familia —limpia unas cuantas lágrimas.

— ¡Por qué no le preguntas, como se gana ese dinero! —escupo las palabras con furia.

Mi madre se queda de piedra, pero luego vuelve a su compostura normal.

«Pregúntaselo, seguro y te dirá que es por sus malditas empresas. Se nota que solo conoces esa fachada de hombre justo y honorable —no puedo evitar la crudeza de mis palabras.

Beatriz, se coloca de pie y camina hasta mí, se inclina y me habla al oído.

—Te has convertido en una egoísta, las personas egoístas como tú se quedan solas —susurra.

Retrocedo y con mucha furia abro la puerta del apartamento.

—Necesito que te largues, madre, lárgate de mi vida. Tú y mi padre son el uno para el otro —estoy sollozando y temblando, sé que en cualquier momento me voy a derrumbar.

—Tal vez deberías irte a ese viaje con tu nana, a ver si así cambias tu conducta —ella coloca los hombros hacia atrás, me veo muy vulnerable, cuando hace mención a mi nana.

— ¿En dónde está mi nana?

—Tu padre le ha pagado un viaje, ves, él se preocupa por toda la familia —sonríe.

— ¡Eres una idiota! —Grito, mientras la empujo —, ¡va a matarla! —esta vez mi rodillas impactan en el suelo, esta es la señal para que Dean venga hacia nosotras.

—Señora Bass, necesito que se marche —Dean toma por el codo a mi madre y esta lo hace retroceder.

— ¿Ya te contó la verdad? —hace referencia a lo que ella le contó de mi hermana.

—Señora Bass... —Dean vuelve a guiarla a la salida.

— ¡Si nana muere, lo mataré, y te culpare toda la vida por lo que permitisteis! —Mis palabras solo son gritos furiosos.

—Ella necesita ayuda, me llamas cuando haya vuelto a la normalidad —mamá se gira y camina hasta el ascensor.

Ella se ha vuelto loca, papá la está volviendo loca.
Escucho cada paso que da con sus tacones de aguja, puedo sentir los brazos de Dean, acunándome.

—No permitas que sus palabras te lastimen, eres fuerte Aubrey, puedes desenmascarar a tu padre —el aliento de Dean golpea mi cuello, y su calidez me hace sentir esperanzada.

—No soy fuerte, no si mi nana está en peligro, Dean necesito ir por ella, Renato Bass me va hacer pagar con la persona a la que más amo en esta vida —Abrazo a Dean y comienzo a sollozar en su pecho.

Esto recién empieza.

(...)

Un grito desgarrador sale de mi garganta, provocando que me levante de manera abrupta de la cama. Dean da golpes de manera fuerte en la puerta, al no recibir respuesta, comienza a patear la puerta de madera.

— ¡Aubrey, responde! —grita desde el otro lado.

De manera torpe abro la puerta y enredo mis brazos en su cuello, sus manos me aprietan hacia él y no protesto por eso.

—Fue una pesadilla, estoy bien —mi voz es agitada a causa del pánico.

—Pensé que alguien había entrado a hacerte daño, tú gritó fue aterrador —me aparta y toma mi cara en sus manos —. No vuelvas a asustarme de esa manera, no lo hagas, Bambi.

Niego repetidas veces y me aferro nuevamente a su cuello. Las pesadillas se habían ido, no se habían vuelto a repetir desde que dejé ir a Kattly.

—Mi vida es una mierda, nunca me perdoné haber aceptado la ayuda de mi hermana, ahora nunca me perdonaré si le pasa algo a nana, debí sacarla de esa casa —sollozo.

—Tu nana va a estar bien, tal vez Kattly solo quiso ayudarte, tal vez ella te dio la llave de la salida, ella solo fue una guía a lo que debiste hacer —deposita un beso en mi frente.

Observo a Dean y no sé cómo detrás de esa fachada de chico malo, existe una persona increíble.

—Tenemos que escapar Dean, esto ya no se trata de opciones personales, esto se trata de ir por Renato y encerrarlo en presión. Es la única salida.

—En el camino pueden suceder muchas cosas —advierte.

—Iré contigo a dónde sea —me alejo un poco para poder observarlo.

—Esto no es seguro, Bambi.

Lo observo tan fijamente, que parece que puedo tocar sus emociones, él parece hacer lo mismo con las mías.

—Que las palabras de boda, no sean en vano —contesto.

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Esto solo es el comienzo.