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Mi mirada es triste, siento como si estuviera a punto de terminar algo, como si mi vida dependiera de un hilo que está por cortarse.

—Demonios...

La voz ronca de Dean acelera mi pulso, dejo de observarme al espejo de cuerpo entero para así poder observarlo a él.

—Demonios —repito, una sonrisa se extiende por sus labios haciendo que mi corazón dé miles de volteretas en mi pecho.

—Quiero que toda esta mierda acabe, para así poder venir y arrancarte ese vestido, porque créeme que tu desnudez es mi ropa favorita.

Siento como mis mejillas se calientan por tal declaración.

—Deseo que esto acabe —me acerco a él y le planto un beso en la mejilla, huele divino.

—Vamos, la limusina que ha traído tu padre nos espera, esta será una noche muy larga —extiende su mano y la envuelve junto a la mía.

No puedo evitar estar nerviosa.

(...)

— ¡Señorita Bass, una foto por favor!

— ¡Hey mira hacia la cámara!

— ¡Se ven tan divinos, ¿nos cuentas quién es el diseñador del traje?!

— ¡A un lado!, ¡Aubrey estamos ansiosos por tu discurso!

Siento como toda la prensa se aglomera en la entrada del salón que ha alquilado uno de los compinches de mis padres. Todos tratan de obtener una fotografía mía, pero solo obtienen una postura tensa y un rostro asustado.

—Aubrey, solo sonríe a las cámaras, estoy aquí, nada te puede pasar —el susurro de Dean, hace que vuelva a la realidad y pueda relajarme un poco.

—Me siento como una celebridad —Camille se une a nosotros, Dean se aparta.

Al principio estoy asustada, pero su sonrisa me hace saber que quiere que pose junto a mi extrovertida amiga.

—Posemos como James Bond —Sebastien se une a nosotros, por lo que todos posamos de manera ridícula, tratando de imitar a James Bond.

Sé que todos están tratando de relajarme, nadie sabe lo que mi padre me tiene preparado. Dean vuelve hacia mí, vuelve a tomar mi mano y así subimos las enormes escaleras lujosas, que dan paso a las puertas de cristales.

— ¿Y Tus padres? —me detengo a medio camino para observar a Dean.

—Los invitados más importantes, entran por una puerta secreta —susurra, se refiere a las personas de negocios sucios —Héctor no tiene que ver en eso, ¿Aun así entra por esa puerta?

—Órdenes de tu padre, recuerda mi padre ya está advertido sobre la estafa —guiña un ojo.

Solo soy capaz de asentir con la cabeza.

Cuando entramos a la enorme sala de eventos, mi boca está muy abierta; todo refleja lo costoso del lugar, todo brilla de la manera más cara, todo a su alrededor es impresionante.

—Me siento de la realeza —Sebastien está tan impresionado como yo.

—Concuerdo con él —Camille sujeta de manera suave el brazo de Sebastien.

—Bienvenidos, por favor me dictan sus nombres — unos ojos claros se posan en nosotros, mientras espera de la manera más paciente.

—Dean Reynolds.

—Aubrey Bass.

—Adelante señor y señorita, tienen una mesa reservada solo para ambos.

— ¿Y ellos? —observo al recepcionista, mientras señalo a Camille y a Sebastien.

ATRACCIÓN PELIGROSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora