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Camille sostiene la invitación que ha llegado al correo de la casa de los tíos de Sebastien, su rostro de sorpresa no es para menos. Me observa para que le dé la debida aprobación, para así poder asistir al maldito "evento".

—No —me niego de manera rotunda.

—Pero debemos estar ahí, sabes que tenemos que cubrirnos las espaldas —ella suspira de manera pesada.

—Aubrey tu padre mezclará a gente de todo tipo, incluso a tu nana y madre asistirán al evento —Dean se cruza de brazos.

— ¿Cuál es el propósito? —observo su rostro cansado.

—Pasarán desapercibidos, asistirán personas con un rango alto de poder monetario, así como personas que no tengan nada que ver con el tipo de negocios que tu padre realiza —Dean se encoge de hombros —, la causa no lo sé, no sé qué está pasando por la cabeza de tu padre.

—Esto es una trampa, nos quiere hacer caer como carnadas —Sebastien frota su rostro.

—Pero si te opones a que ellos asistan —Dean suspira con pesar —, tu padre tomará decisiones no tan gratas.

Me planteo muchas ideas de cómo alejar a mis amigos de esto, pero ninguna idea en segura. Tiene razón Renato Bass es el diablo reencarnado.

—Prometan que viajaremos todos juntos a Washington —observo a todos los que hemos decidido reunirnos esta tarde.

—Sabes que no soporto a tu hostinado esposo — Camille rueda los ojos.

—Amigo calma a tu novia, me juzga porque siempre la planto en su sitio —Dean señala a Camille.

—Ella es la que te planta en tu sitio, es Camille no la puedo calmar —Sebastien observa a su novia.

—El amor es ciego —Dean se cruza de brazos.

—Tenemos el ejemplo tuyo y de Aubrey —Camille nos señala a ambos, mientras nos dedica una sonrisa cargada de sarcasmo.

Está claro que Dean no soporta a Camille y ella tampoco lo soporta a él, es muy fácil.

—Tenemos que viajar juntos, y armar un buen plan—observo con algo de recelo a Dean — un plan que todos estemos de acuerdo.

Todos me observan, antes de que Dean interrumpa el silencio y comience a explicar una especie de patrón.

(...)

Dean patea las bolsas de compras que hemos encontrado en nuestro apartamento, mi padre ha comprado ropa para nosotros, son trajes de lujo. Justo para una noche de gala.

— ¡El maldito Samuel se atrevió a dejarte una nota en la maldita bolsa del puñetero vestido! —gruñe.

El detalle no me lo esperaba, tampoco me esperaba que Samuel fuese quien eligió la talla de mi vestido, eso puso a Dean enfermo.

—Cálmate, sabes que Samuel y yo no estamos saliendo, solo asistamos a ese estúpido evento y acabemos de una buena vez con todo esto —me siento en uno de los sofás, mientras coloco mis manos en mi rostro, estoy frustrada.

—Aún faltan dos semanas —él se sienta a un costado.

—Dos semanas que no sabemos nada de ese maldito acontecimiento —me recuesto en su hombro.

—No es nada bueno, he visto como tu padre se ha estado viendo con mucha gente rica, no tienen la pinta de ser empresarios normales, cada uno viene escoltados con gente que posee armas. Son encargados de ventas de armas ilegales, les sobra el escudo —me mueve para que lo observe —, Jean le proporciona a mujeres para distracción a los que llegan.

Mi estómago se revuelve de solo escuchar ese tipo de cosas, cada vez esto empeora.

—Se honesto Dean, ¿sabes de algo que va a suceder?—lo observo tan fijamente, necesito que no me esconda más secretos.

—Escuché de algo, pero no creo que le salga como lo ha venido planeando todo el maldito tiempo —suspira.

— ¿De qué hablas? —entorno mis ojos, claramente asustada.

—Matará a alguien, solo sus perros saben a quién.

— ¿Por qué crees que no saldrá como él lo ha planeado? —insisto en el interrogatorio.

—Porque primero le vuelo la cabeza, antes de que lastime a alguien.

Sus palabras hacen que cada vello de mi nuca se erice.

—No te ensuciaras con su sangre, te lo advertí desde un principio—mi cuerpo comienza a temblar de miedo. No soportaría verle las manos manchadas de sangre a Dean, simplemente no soportaría que él cometiera un crimen.

—Lo siento Bambi, pero esto ya era parte del plan — su semblante serio me hace saber de qué existe veracidad en sus palabras.

— ¿Qué dices, Dean?—unas cuantas lágrimas escapan de mis ojos —, no vayas a cometer algo de lo que te arrepentirás —tomo sus manos y lo observo nuevamente —. Tenemos muchas cosas que compartir, no quiero verte en prisión.

Esas palabras hacen que el miedo llene por completo mis pensamientos, no me imagino a Dean pagar una condena por venganza, no me imagina una ruptura, no ahora.

—Bambi hay una página en blanco en el cuaderno, debes prometerme que escribirás allí, es la última página, escribe cualquier cosas. Lo leeré —toma mi rostro y me besa.

— ¿Por qué siento que te estás despidiendo? —busco su pecho para acurrucarme.

—No tenemos seguridad en nuestras vidas, nunca sabremos qué pasará —suspira contra mi cabeza.

—No vayas a cometer algo de lo cual no estás seguro—sollozo contra su pecho.

—Por ahora te tengo, eso lo vale todo —me abraza con tanta intensidad, con más razón hace que sienta miedo por ambos.

—Dean...

—Silencio Bambi, disfruta este momento, disfruta nuestra atracción.



















***
¿Cuáles son sus teorías sobre estos dos? La verdad es que yo estoy muy entusiasmada porque ya lean el segundo libro.
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ATRACCIÓN PELIGROSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora