Adios

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Me levante temprano para poder acomodar todo en las maletas y dejar la habitación del hotel tal y como estaba cuando llegamos hace tres semanas. Habia llamado ya a Valeria, Angel y Regina para que me acompañaran al puerto.

-No me quisiera ir.

-Ya volveremos algún día, hijo.

-Ja, como si fuera posible.

-No te preocupes ahora por eso, solo espera un tiempo.

Apagamos los focos del cuarto y cerramos la puerta por ultima vez. Jamas olvidare ese 812 escrito con metal a un lado de la puerta. Dejamos la llave del hotel en la recepcion, donde ya nos esperaban mis amigos. 

-Valla... que rápido se paso el tiempo.-Dijo Valeria mientras se acomodaba el pelo

-Si...

-Pero... puedes quedarte en Honilu.

-No, perdón. Ya no me insistan, porque voy a llorar.

No quería que este fuera un momento triste, quería recordar mi estadía en Honilu todo lo que fuera posible.

-Oigan, aun no me voy, falta mucho para que el barco zarpe.

-¿Y que quieres hacer?

-Es muy poco tiempo ¿Cres que alcancemos a hacer algo?

-Aun no he desayunado. ¿Que se les antoja?

-¡Tacos! ¡Pa que te lleves Honilu en el estomago!

-¡Arre! ¡Vamos!-Dijo Ángel emocionado

-¡Siempre es un buen momento para tacos, Bell!

Los tres querían tacos pues tacos serán. No nos molestamos en buscar un gran restaurante lujoso de 5.2 estrellas. Encontramos cerca de ahí un puesto de tacos en  una carreta callejera, los compramos y nos los comimos en una banqueta, parecíamos vagos.

-Niños coman despacio, se van a tragantar.

-Nosotros no comemos rápido, mama, tu comes muy lento.

-JAJAJAJA.

Mi mama se metió medio taco en la boca y se lo trago casi al instante.

-¿Estas retándome?

-Ustedes no saben de ser Honiluniano, yo llevo viviendo aquí mas tiempo y soy Profesora, nadie me gana comiendo tacos.

-Nel.

-Xd.

Todos comenzamos una frenética carrera de comida, nos empujábamos ente nosotros y nos reíamos con la boca llena. Despues de un rato todos terminamos con un terrible dolor de estomago.

-Fue una mala idea.- Dije sobándome la panza. 

-Si... lo fue.

Valeria trato de reír pero el dolor no le dejaba.

-Creo que ya no me importa saber quien es mejor Honiluniano.

-A mi tampoco.

La comida se nos bajo y pudimos por fin levantarnos. Saque a mis Pokemon de sus Pokebolas, no quería que se fueran sin despedirse también. Valeria y Angel también hicieron lo mismo. Me agache y le acaricie la cabeza a Whorlun.

-Whirlun, ¿Te acuerdas que te dije que nos íbamos a ir?

-¿Whor...?

-Ya casi es hora.

Regina vio a Whorlun y se acerco a Whorlun para abrazarlo.

-Recuerdo cuando eras un cachorrito recién nacido ¿Recuerdas cuando te di tu peluche? Me dijo Bell que aun te gustaba.

Pokémon - ¡Ven Conmigo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora