Miedo

29 4 2
                                    

Me desperté, pero tenia lo ojos demasiado cansados para abrirlos, no quería levantarme, pero tenia que hacerlo, si no se levantarían cargos contra mi por haber secuestrado a Valeria, aunque no la secuestre, ella decidió venir.

Me levante esta vez con mucho mas cuidado de no despertar a nadie y me metí a bañar, a como es Valeria ya debe de estar lista para salir y yo tenia que hacer lo mismo. Cuando salí, mis Pokemon ya se habían despertado.

-Ya despertaron...

Le rasque la panza a Whorlun y este agitaba su pata cuando lo hacia, pero entonces note algo raro, en su pecho tenia una cicatriz en forma de diagonal, casi no se alcanzaba a ver por el pelo pero se podía sentir al tocarle la panza. Era la misma cicatriz que yo tenia y que Malatsin nos había puesto.

Tocaron a la puerta y fui a abrirla.

-Hola Bell.

Valeria me saludo y luego se agarro las manos y se las puso en la espalda.

-¿Ya estas listo?

-Si, sabia que ibas a venir a preguntarme, así que me bañe y me cambie rápido.

-¿Ángel aun no se despierta?

-No... ¡Hey, levántate!

Ángel se asusto y se casi se cae de la cama, Valeria y yo nos reímos mientras Ángel se quejaba. 

-Oye, no fue gracioso.

-Pues desde aquí se vio muy gracioso.

-(Bostezo)¿Que hora es?

-Como las 9.

-No mamen es muy temprano.

-¡Levántate! No nos vamos a quedar aquí todo el día.

Volví a meter a mis Pokemon en sus respectivas Pokebolas y bajamos para dejar las llaves de las habitaciones. Salimos del Centro Pokemon y nos pusimos a caminar al infinito.

-Oigan... ¿Antes de salir de la ciudad... me dejan hacer algo?

-¿Que cosa?

-Es algo vergonzoso, pero...

Me susurro al oído su ultimo deseo en Mazala y como podía negarme a tan tierna petición, se nota que Rebeca crió muy bien a su hija. Fuimos al centro de la ciudad donde estaba la Catedral, por fuera se veía bastante grande, hecha de piedra y puertas como de unos 7 metros, bueno creo que exagere en esa ultima parte, o tal vez no. Por dentro, oh... Dios, y bueno... Dios... porque... es una iglesia y... ;-; mejor continuo... Por dentro era aun mas bonita, había pilares de piedra de como un metro y medio de anchos que llegaban hasta el techo, del cual también colgaban varios candelabros. En el fondo y al centro había un gran altar y una cúpula con una gran pintura de Arceus, ademas de una estatua de este mismo hecha de oro.

Cerca de la entrada a la derecha había una pintura de Malatsin y unas cuantas bancas para que la gente se pudiera hincar. Nos sentamos un rato en una de las bancas a esperar que Valeria terminara de hacer sus oraciones.

-Mi señora, voy a hacer un viaje muy lejos de casa, estoy un poco asustada, pero quiero hacerlo, mi mama ya me dio su bendición, solo falta que tu me des la tuya, por favor... Y te pido por mis amigos también, no quiero que nada malo les pase.

Se tardo un poco orando, yo también quería hablar con Malatsin, pero no quería interrumpirla mientras hablaba con Valeria.

-Puedes hablar conmigo cuando quieras, tengo oídos para toda persona en el mundo.-Escuche en mi cabeza.

-¿Escuchas todas las oraciones al mismo tiempo? Debe ser agotador-Le conteste en mi mente, estábamos teniendo una conversación mental.

-Si... algo, pero me gusta ayudarlos a todos,  y para eso tengo que escucharlos.

Pokémon - ¡Ven Conmigo!Where stories live. Discover now