La leyenda de Oh Sehun [HunHanAU!]

☠Susto Tres

Kevin Lax - Getting Personal

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Cuando Luhan despertó, tenía un fuerte dolor de cabeza que le estaba haciendo quemar en su interior, frunciendo el ceño bastante molesto porque tampoco recuerda lo que pasó. Sólo venía a su memoria un par de luces circulares como un par de ojos y una punzada en su pecho cuando lo vio al instante.

Cuando el dolor va disminuyendo poco a poco, sus ojos divisan el alrededor que claramente era un lugar diferente a donde estaba. Frunce un poco el ceño confundido porque no sabe cómo mierdas llegó ahí ni en dónde estaba con precisión, por lo que de nuevo esa imagen misteriosa, indefinida y aterradora se le vino a la mente.

¿Y qué si esa cosa lo había traído hasta allí y por una razón?

No podía evitar sentir miedo y preocupación, pues una señal clara del cerebro le decía "Tienes que protegerte" y eso era el principal objetivo de Luhan hasta ahora. No quiso pensar en que un ser sobrenatural estaba ahí con él porque no quería pensar ni creer de la misma manera que todos sus compañeros, por lo que siguió negándose a pensar en una causa para ello.
Se levantó con parsimonia del césped y de la tierra y miró por todos lados, llevó sus manos a su espalda y a sus hombros, dándose cuenta que no estaba su mochila colgada en su cuerpo. La preocupación y el temor volvió a expandirse por Luhan de pies a cabeza abriendo los ojos de golpe y sintiendo su corazón latir con más rapidez.

¿Dónde estaba su mochila?

Y lo más importante...

¿Quién se la quitó?

No quería creer que alguien más estaba acompañándolo clandestinamente, ni mucho menos que fuese un fantasma o algo parecido. Luhan tenía muchas incógnitas en su cabeza que no podía resolver al mismo tiempo ni que tampoco tenían mucha lógica si se ponía a pensar en los sucesos.

Realmente ¿Qué estaba pasando ahí? 

  — ¿Qué mierda es eso?— Murmuró para sí mismo cuando vio algo a no menos de cien metros de él, acercándose paso a paso lento con los ojos entrecerrados porque la linterna comenzaba a fallar. — ¡Diablos!— Gritó a los cuatro vientos cayendo de nuevo a la tierra de la impresión, teniendo unas terribles ganas de vomitar al ver a dos cuerpos en descomposición casi incompletos, con las mandíbulas destrozadas y sangre seca a sus alrededores. Su garganta ardía gracias al grito y con la comida apunto de ser devuelta para desecharla de su sistema, su piel se erizó y su corazón latió al punto de parecer que pronto se salía de su pecho.

Nunca había visto a un muerto en ese estado, y realmente no es como si de verdad lo anhelara porque era totalmente asqueroso y horroroso. Parecían tener ya unos veinte o treinta años muertos, pues el olor que emitían era terrible en toda la extensión de la palabra. 

Uno de los cuerpos estaba arriba de otro, tenían pedazos de tela cubriendo mínimas partes de estos, tierra y gusanos estaban navegando por los muertos creando nidos y hogares viéndolo más desagradable, y fácilmente se podía observar que los cuerpos estaban incompletos. Por ejemplo, el de abajo no tenía los dedos en su mano y el de arriba le faltaba una pierna.

Por intuición, Luhan se levantó sin apartar la mirada de la escena y salió corriendo hasta que sus piernas lo mandaran lejos de esas cosas. No quería terminar como ellos.

Desafortunadamente, su brújula y celular estaban en la mochila desaparecida, por lo que tenía que tener cuidado al momento de correr para ver si de casualidad podía verla. Apagó la linterna para no desperdiciar la poca batería que ésta tenía hasta que encontrara la mochila, donde tenía de repuesto para esas situaciones. Pero en ese momento lo único que podía hacer era maldecir a todo lo presente por empezar a tener mala suerte.