Capítulo 1

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Aquella tarde soleada, la muy confundida Darcy llegaba al departamento con la caja llena de cosas. Jane la esperaba bastante emocionada, parecía había descubierto algo importante.

–¡Darcy! Ya estás aquí, ven tengo algo que mostrarte. -Le jaló del brazo, pero esta no mostraba alguna expresión acorde- Mira, te lo dije y no quisiste creerme. -Hablaba la astrofísica mientras le mostraba algunas diapositivas- Hace unas semanas un fenómeno “Natural” movió algunos milímetros la orbita de la tierra, algo ocurrió, algo fuera de lo normal, una anomalía que... -Se detuvo al ver que su amiga no le prestaba atención- ¡Darcy! ¡Darcy!

–Sí, una anomalía. -Respondió sin dejar de pensar en lo que acababa de vivir en la calle-

–¿Estás bien? -Preguntó preocupada Jane-

–Sí, estoy bien. Claro que estoy bien… ¿Qué piensas que sea esa anomalía? ¿Crees que tenga algo que ver con cierto Dios musculoso? -Dijo con su característico tono divertido, pero con un pesar detrás de sus palabras-

–¿De verdad estás bien? -Darcy suspiró y se lanzó al sofá-

–¿La verdad? No lo estoy. Siento que estoy perdiendo mi tiempo en algo que realmente no me gusta. Siento que todo está mal en mi vida y que estoy en el lugar equivocado. -Jane escuchaba atenta- Y no puedo más con esto. Yo te quiero muchísimo, eres mi mejor amiga, pero ya no quiero seguir haciendo esto. -Sonaba decidida-

–¿Estás renunciando? -La pregunta de Jane hizo voltear de golpe-

–No sé, creo que sí. Necesito aires nuevos, necesito hacer algo nuevo. Me voy a ir a Nueva York. -Esto lo dijo como si nada. Jane no pudo evitar fruncir el ceño-

–¿A Nueva York? ¿Desde hace cuanto estabas pensando en esto? ¿Cuándo lo decidiste?

–Hace un par de horas. -Respondió un tanto apenada- Es que… -Se puso de pie- No lo sé, siento que debo estar allá, siento que mi destino me guía hasta allá. -Es que ni ella entendía lo que pasaba. Jane sonrió cómplice y se acercó a ella-

–Creo que todos alguna vez sentimos ese llamado. -Suspiró- Creo que el mayor problema será que te voy a extrañar muchísimo. Aunque es extraño, tienes todo mi apoyo en esto. -Las dos sonrieron y se abrazaron-

Algunos días después, en Nueva York, Stephen se encontraba en una recepción de gala con algunos viejos colegas. Estaba solo mientras bebía una copa de una muy lujosa champaña. De pronto alguien se paró a su lado.

–¿Le das el visto bueno a la Champán? -Stephen sonrió al escuchar la voz de Christine-

–Sí, está bien. No tanto como aquel Bollinger Vieilles ¿Lo recuerdas? -Volteó a verle, ella sonreía y asentía- Cortaste tu cabello ¿Hay alguna razón detrás de eso?

–Nada más allá de obtener más agilidad para moverme en el hospital. -Él torció la boca y volvió a beber un sorbo se su copa- No esperaba verte aquí Stephen. Desde que te uniste a esa secta, fue como si otro hombre se hubiese apoderado de tu cuerpo.

–No es una secta.

–Oh, sí lo es. -Dijo ella con firmeza- Sabes, me alegra verte aquí de igual forma. Es lindo pensar que aquel Stephen no ha muerto del todo. -Dijo sonriendo. Stephen iba a responderle, pero de pronto todo a su alrededor se le puso oscuro, era como si aquel salón hubiese desaparecido. Al instante un espiral verde se le apareció al frente del cual observó salió mucha sangre. Claro esto solo lo vio él, y le sorprendió tanto que se sobresaltó desconcertando a Christine- ¿Estás bien? Te pusiste pálido.

–No, no lo estoy. -Le entregó esa copa que bebía- Perdón, tengo que irme. -A Christine no le dio tiempo de decir nada, Stephen había salido disparado de aquel salón. Mientras caminaba con paso apresurado abría un portal que le llevaría directo al santuario. Al estad ahí, solo intentaba controlarse, sus manos no dejaban de temblar. Eso realmente le había afectado, pero ¿Qué significaba?

Unos días habían pasado, Stephen intentaba no pensar en todo lo que había estado viendo, porque aquella imagen que vio en la recepción, no había sido la primera vez que la veía, y tampoco había sido la única cosa extraña que veía. Este día, se encontraba con Wong intentando detener a un pequeño demonio que lo único que hacia era algunas travesuras a las personas; como empujarles, o tirarles las bolsas, pero que poco a poco estaba creando un caos en el área. La “Pelea” realmente era bastante tonta, hasta un poco cansina por el mismo hecho. Stephen se cansó de esto y alzando vuelo le habló a este demonio-

–Me cansé de esto. Suficiente, tengo cosas más importantes que hacer. -Al decir esto invocó a los huéspedes canos de Hoggot. Al instante el demonio cayó completamente dormido.- Mucho mejor. -Bajó hacía donde había caído y abriendo un portal lo transportó a lo que seria una especie de dimensión fantasma. Wong sólo observó lo que hacía, y la forma en la que lo hacía, parecía que estuviese divirtiéndose con ello.- Terminados aquí Wong, es hora de ir a almorzar. -El asiático frunció el ceño- ¿Qué? ¿Acaso no tienes hambre? Vamos -Abrió un portal hacía el santuario-

–¿No crees que hay algo de lo que debemos hablar? -Preguntó Wong tanto consternado como firme. Stephen le miró buscando una respuesta- Hablo de las pesadillas y los efectos que ellas están trayéndote.

–Oh vamos ¿Qué efectos? Yo estoy de maravilla. -Se escuchaba animado- Tu eres el que está muy serio. Deberías soltarte más. -Le movió los hombros a Wong, este no hizo ningún gesto.- Ahí está, plano, sin emociones.

–Te estás comportando de una forma muy rara. Nada normal viniendo de ti. -Stephen asentía moviendo los ojos como si no le importara nada- Y de pronto, vuelves a ser tu.

–Siempre soy yo. Vamos Wong, hay que disfrutar la vida. Tengo un muy buen presentimiento. Siento que las cosas van a salir muy bien. Deja de preocuparte por cosas que no son importantes. -Le dio una palmada en el hombro. Wong no podía dejar de pensar en todo lo mal que Estaba esa situación.

Mientras, a las afueras del Aeropuerto John F. Keneddy, Darcy abordaba una taxi. Subió y se quedó en silencio, el taxista le preguntó unas tres veces hacia donde se dirigiría, pero ella solo veía aquella tarjeta que Stephen le había dejado en Londres. La giraba y la giraba. Hasta que el taxista le preguntó una cuarta vez, ella cayó en sí y viendo la tarjeta negó, para luego responder.

–A Long Island, al hotel Giogio por favor. -El hombre asintió mientras ella suspiró viendo la tarjeta y tocando el dije que colgaba de su cuello. ¿Qué le ocurría? ¿Por qué pensar en ese hombre le hacia sentir así, tan rara? ¿Quién era ese hombre? ¿Y por qué sentía la necesidad de correr a buscarlo? Suspiró y guardó la tarjeta en su bolso para quedarse viendo por la ventana del auto.-

Nota: Y porque me lo pidieron, Strange y Darcy están de vuelta

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Nota: Y porque me lo pidieron, Strange y Darcy están de vuelta. Así de difícil soy.
Algunas cosas de lo que pasó para el regreso de algunos personajes no lo explico. Quiero que cada quien tenga su idea de cómo pudieron regresar, hasta que el Marvel nos dé la verdadera respuesta.

Espero les guste y no arruinarlo como lo hacen algunas secuelas.
Gracias por leer

"Space Between Us" es la continuación de "Space Between"

Space Between Us [Mysticshock]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora