Capítulo 17

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Casi una hora después, Stephen ya tenia en sus manos las llaves de un auto nuevo, la rapidez con la que se movía en el mundo el joven Rand era increíble. Pues claro, con dinero todo se puede hacer. Antes de salir, Stephen se dirigió a Peter.

–¿Qué vas a hacer ahora? Tienes que irte a tu casa.

–¿A mi casa? ¿A esta hora? Es complicado llegar hasta allá a esta hora.

–Pero no te vas a quedar aquí, yo tengo cosas que hacer.

–Vamos Señor Strange, yo podría ser su ayudante. Mi tía piensa que estoy en casa de un amigo, así que era bien. -Strange negaba-

–Es que todavía no terminas de entender que esto es grave. Además, tengo asuntos personales que resolver. -Decía mientras salía del santuario-

–¿Con Darcy? -Stephen volteo a verle- Wong me dijo que estaba en el hospital, que usted la había apuñalado. -Strange quedó en blanco ¿Por qué Wong le habría contado eso?- ¿Es cierto?

–No, no es cierto. No la apuñale, pero sí está en el hospital. -Activó el seguro del auto y abrió la puerta. Peter al ver el automóvil quedó impactado- Sube al auto, voy a llevarte a tu casa.

–¿Es un Lexus? -Preguntó con un brillo en los ojos-

–Sí, es un sedan. Sube al auto ya. -Stephen estaba estresado-

–¿Será blindado?

–¿Quieres que hagamos la prueba con tu cabeza? -Ya estaba perdiendo la paciencia y Peter no ayudaba en nada- Te dije que subieras ya. -El joven trago fuerte y subió-

–Es que entiéndame, yo nunca me he subido a un Lexus. Estos autos valen una fortuna. Si mi tía me ve en uno de estos va a perder la cabeza.

–Eso lo hubieses pensado antes. -Decía mientras se colocaba el cinturón de seguridad y le hacia señas a Peter para que hiciera lo mismo- Pero créeme que no sólo perderá la cabeza si te pasa algo malo, por eso debes quedarte allá. -Ni lo veía, solo miraba al frente. Encendió el auto y arrancó a una velocidad bastante elevada.-

A la mañana siguiente, en su habitación en el Metro General, Darcy despertaba con dolor en todo el cuerpo. Al principio le costó darse cuenta en donde estaba, pero cayó en sí y recordó lo que había pasado en la noche anterior.  Después de la conversación que había tenido con Wong, se había quedado pensando en cada palabra que le había dicho. Llegó a la conclusión de, esa noche, dejarle tranquilo y hablar luego. Entonces fue hacia donde estaba Stephen, todo estaba en un extremo silencio, demasiado en realidad. Cuando entró en ese salón, lo encontró con la mirada perdida y con algo punzante en las manos, en su cara tenia algunos rasguños que hacia un rato no estaban. Todo ocurrió tan rápido, primero sintió un escalofríos que le recorrió todo el cuerpo, ver el terror que había en los ojos de Stephen, le puso los nervios de punta. Intentó acercarse a él para hacerle reaccionar, pero al solo intentarlo él la atacó, pasó eso que tenia en sus manos por su abdomen. Y del golpe o la impresión, se desmayó. Desde ese momento no supo más de si misma, haya ahorita que se despertaba en el hospital. Tocó su abdomen y sintió las vendas. Suspiró e intentó levantarse. Al ya estar sentada en el borde de l cama, vio que la puerta se estaba abriendo, ahí entró Christine-

–Estás despierta ya.

–¿Doctora Palmer? -Christine asintió y sonrió-

–¿Cómo te sientes? -Le preguntó mientras veía sus reflejos-

–Confundida, adolorida.

–Lo imagino ¿Recuerdas lo que pasó? -Darcy suspiró y asintió- Stephen me contó lo que pasó, me dijo que lo hizo él.

–Yo no entiendo el contexto de lo que pasó. Tampoco quiero entenderlo. -Christine torció la boca- ¿Voy a poder irme ahorita?

–Sí, en cuanto llegue Stephen vas a poder irte.

–No, no, no… Yo no quiero molestarlo más. Yo puedo irme sola. No lo llame.

–Lo siento, de verdad yo no puedo dejar que te vayas sola. Esta se bien, pero de igual forma, es bueno que tengas a alguien que te acompañe. -Darcy suspiró y volteó los ojos- Yo no me quiero meter en lo que sea que haya entre ustedes, pero creo que deben hablar. Él está muy preocupado por ti y…

–Usted fue quien le dio el reloj. -Lanzó Darcy como un dardo a toda velocidad. Christine no captó al momento-

–¿Qué?

–El reloj, a Stephen, usted se lo dio.

–Yo le regalé un reloj hace mucho tiempo, pero…

–“Solo el tiempo dirá cuánto te amo” -Christine entre abrió la boca y solo murmuró un “¿Todavía lo tiene?”- Sí, todavía lo tiene, e imagino que es muy importante para él. -Suspiro- Sí, él y yo tenemos que hablar, pero no del modo que usted cree. Yo creo que aquí hay demasiado drama para mi. Yo no sirvo para esto, yo soy un poco mas libre y… eso. Usted sabe.

–No sé de qué hablas. -Respondió nerviosa-

–Claro que lo sabe. -Respondió tomando aire para ponerse de pie. Y justo cuando tocó el suelo, Stephen apareció en la puerta.- Cuando las cosas son ciertas, todo se vuelve mas incómodo.

–¿Estás bien? -Le preguntó entrando y acercándose a ella. Christine le siguió con la mirada-

–Sí, estoy bien. Y no creo que gracias a ti. La doctora me dijo que apenas llegaras yo me podría ir. Quiero irme, no quiero estar aquí.

–Sí, lo entiendo. Te traje algo de ropa para cambiarte. Ehhh… -Miró a Christine-

–Eh sí, los dejo solos. Voy a firmar el alta. -Sonrió forzadamente y salió-

–¿Pasó algo? -Le preguntó Stephen, ella negó mientras tomaba el bolso que él llevaba en las manos- Quería disculparme por lo que…

–¡No! No quiero oírlo otra vez. Solo quiero irme de aquí ¿Si? Quiero ir a buscar mis cosas del hotel e irme a mi departamento. Solo quiero eso.

–Yo pasé anoche por tu hotel y busqué tus cosas. Están en el auto.

–¿En el auto? Bien, ni siquiera voy a preguntar de dónde sacaste un auto. La verdad ni me interesa.

–Entiendo que estés molesta por  lo que pasó. Pero tenemos que hablar.

–Pero no aquí. Este no es el momento, y mucho menos el lugar. -Ella le miraba fijamente, tratando de mostrar firmeza, pero sus ojos reflejaban dolor en lugar de rabia.-

Space Between Us [Mysticshock]Where stories live. Discover now