Capítulo 40

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Un poco más tarde, en la recepción, Peter buscaba el contacto que le llevara hacia Darcy o hacia Strange.

-Buenas tardes, yo estoy buscando a alguien. Está recluida acá, su nombre es Darcy, pero no sé su apellido. Ella está recluida desde hace casi cuatro días, sí. La persona que la acompaña es Stephen Strange. -La chica de la recepción no lograba decir nada ya que el joven no se quedaba callado.- ¿Puede buscarla? Es que no se mucho más y sí me preocupa...

-¿Peter? -Se escuchó detrás de él la voz de Stephen-

-Ah no, ya no importa. Gracias. -Le dijo a la chica y se dirigió a Stephen- Señor Strange -Le dio la mano-

-¿Qué haces aquí? Hace un par de días intenté comunicarme contigo pero fue imposible.

-Sí, es que mi tía al final sí me castigó. Estoy incomunicado y tampoco me ha dejado salir de la casa, ni para ir a la escuela. Sí que la regué esta vez.

-Pero estás aquí.

-Sí, ella me trajo. Le tuve que rogar para que me trajera, ella está buscando algunas cosas que no sé. El punto aquí es... ¿Cómo está Darcy? -Los dos caminaban hacia la sala de espera-

-No muy bien. No ha reaccionado, está en cuidados intensivos. Pero se mantiene estable.

-¿Eso es bueno o malo?

-Regular, está en un punto medio en el que cualquier cosa puede pasar.

-¿Y el bebé? -Preguntó preocupado-

-Está bien, pero todo va a depender de la evolución de Darcy. -Se sentó y Peter junto a él-

-¿Y usted como está?

-Cansado, angustiado, nervioso. No sé qué esperar, o sea, toda mi vida estuve detrás de todo esto, pero ahora vivirlo del otro lado. Es duro.

-Pero debe tener fe, las cosas van a salir bien. Yo confío en que será así. Además, estoy seguro de que usted será un gran padre. -Stephen sonrió- Han pasado tantas cosas malas, que realmente merece ser feliz.

-¡Gracias! -Colocó su mano en el hombro del joven-

-¡Peter! -Se escuchó la voz de su tía a lo lejos-

-Ay, me tengo que ir ya. Fue una visita súper veloz. Por favor, cuando despierte digale a Darcy que no se olvide de mi y que quiero conocer al bebé cuando nazca. -Se puso de pie y Stephen detrás de él-

-Cuenta con eso. -Respondió con una sonrisa-

-¿Puedo darle un abrazo? De hasta luego, lo pregunto porque usted tiene cara de no abrazar y a mi no me gusta molestar el espacio personal y... -Stephen asintió y le abrazó-

-Ten mucho cuidado. -Peter asintió- Igual sabes que puedes contar conmigo si lo necesitas.-

-Muchas gracias. -Respondió el joven Parker para luego ir con su tía.-

Stephen suspiró y regresó a la habitación de Darcy. No iba a desistir, iba a estar al pie del cañón para ella, iba a estar ahí cuando despertara, no importaba cuanto tiempo pasara. Y si de tiempos se hablaba, ya había pasado más de una semana, y no había evolución. Esa noche, al igual que todas las anteriores, se encontraba sentado junto a ella, tomando su mano, compartiendo energía. En su mano llevaba eso que se había convertido en su símbolo, la estrella dorada. Christine hacia su ronda por la habitación, y es que cumplía su promesa.

-Stephen, deberías descansar un poco. Tienes días que no duermes bien.

-No puedo, no voy a moverme de aquí ahorita. Yo tengo que estar junto a ella, tengo que estar aquí cuando despierte, que sepa que no está sola. -Christine suspiró-

-Yo tengo que irme. Me esperan en emergencia, pero como siempre te digo, si pasa algo, que me llamen ¿Sí?

-Sí, y gracias. -Ella asintió y salió de la habitación. Strange suspiró y pegó su cabeza del vientre de Darcy, pero sin soltar su mano- Ay mi amor, vamos. Tienes que salir de esta. Tienes se hacerlo por nosotros, te necesitamos. Te necesitamos muchísimo. -Al decir esto, no pasó mucho tiempo cuando algo ocurrió. La mano de Darcy apretó la suya. Emocionado levantó la cabeza y la vio moverse un poco- ¿Darcy?

-¡Hola! -Respondió ella muy bajó. La sonrisa de Stephen era enorme, este momento lo esperaba con ansias. Le acarició el rostro y le dio un beso en la mejilla. La cara de Darcy cambio al verle de frente- Santo Dios ¿Qué le hiciste a tu cara? -Stephen frunció el ceño- ¿Te quitaste la barba? ¿Por qué hiciste eso? -El tono de ella era de alerta, pero hablaba un poco mal.- Pareces una nutria bebé. -Stephen no pudo evitar reírse-

-Lo sé. -Respondió gracioso y le beso la mano- Estás despierta, esto me... no sé... tengo que llamar a...

-¡No! No llames a nadie todavía. Debo estar horrible, pareceré un alíen, toda pálida y con los ojos gigantes. -Stephen no dejaba de sonreír-

-Claro, que no, estás hermosa.

-Que mentiroso. -Ella le apretó la mano- Antes de que llames a alguien... ¿Ya todo está bien? ¿Lo solucionaste?

-Sí, todo está bien. Ahora voy a enfocarme solo en ti.

-Aw tenia que casi morir para que eso pasara.

-No digas eso. Para mi tu eres lo más importante. -Le acarició el rostro- Te amo.

-Que bonito suena cuando tu lo dices. -Stephen volvió a sonreír-

-Tu eres bonita. Tengo que llamar a los médicos.

-Sí, pero... ya va... antes de llamar a alguien, quiero que me prometas algo.

-Lo que quieras. -Se acercó a ella para mirarle a los ojos-

-Prométeme, Stephen Strange, que.... -Hablaba seria- Te vas a dejar crecer la barba otra vez. Es que te ves muy raro. -Él asintió riéndose-

-Como tu quieras, te lo prometo.

-Mas te vale. -Intentó sonreír- Ahora sí, ve a llamar al médico, porque siento como si me hubiesen cortado a la mitad. Ve rápido por favor. -Stephen volvió a darle un beso en la mano y salió corriendo de la habitación. Darcy al ver su mano, notó que tenía su estrella dorada. La apretó y sonrió medianamente.-

Space Between Us [Mysticshock]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora