La suerte del capitán (Suerte #2)

24| Con las manos en la masa

Cap (3/3)
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Tener novio era más de lo que Jason había esperado y aun más si su novio era Billy Tucker. Las cosas era demasiado recientes y aun así se sentía como si llevara meses saliendo, tal vez porque desde el principio aquello no había sido una amistad normal. Fuera como fuera, a Jason le encantaba.

Se había convertido en novios en la fiesta que tuvo lugar el viernes después del juego y solo habían pasado tres días desde eso. Y si se lo preguntaban, ese había sido el mejor fin de semana de toda su vida. Para empezar, el viernes se habían escapado de la fiesta y habían terminado en la casa del castaño, como cosa del destino, su madre había ido a visitar a sus abuelos y no volvería hasta domingo por la tarde, al menos eso decía la nota pegada en el refrigerador. En cuanto a su padre...él simplemente no apareció y tampoco dio una explicación por ello; en cualquier otra situación Jason se hubiera preocupado por la ausencia de sus padres, en ese momento solo tenía ojos para Billy.

Esa noche de viernes, Billy y Jason tuviero su celebración triple, una cargada de pasión, cariño y confianza. Una celebración que duro hasta el amanecer y un poco más.

El sábado por la mañana Billy había vuelto a su casa para reportarse y cambiarse, pero por la tarde volvió para seguir disfrutando de su reciente noviazgo. Se tumbaron en la cama de Jason para ver películas entre caricias y besos. En realidad no es que las cosas hubieran cambiado mucho entre ellos, lo que si había cambiado era el hecho de que ambos podía mimar al otro sin tener miedo de ser rechazados...y se sentía increible. Por la noche Billy volvió a su casa.

El domingo salieron a su primera cita oficial de novios. Fueron a comer y luego terminaron en spectra, aquel paraiso de los videojuegos y como era de esperarse, por la tarde volvieron a casa de Jason en donde Billy decidió que era buena idea decirle a alguien sobre su relación.

Así que se acomodaron en la cama, Billy sentado entre las piernas de Jason y la portatil en su regazo.

—¿Estas listo?— había preguntado Billy.

—Si. —La verdad no, pero había decidido que empezaría a ser valiente.

Billy sonrió e inicio una video llamada, en cuestión de segundos, una sonriente pelirroja lleno la pantalla.

—¡Hola, chicos!— Scarlett se veía gaciosa con el cabello recogido en dos coletas, como una niña. —¿A qué debo esta maravillosa sorpresa?

Billy y Jason compartieron una mirada. El punto de aquella video llamada era contarle a alguien la buena noticia de su noviazgo, pero también lo hacian porque Scarlett se daría cuenta se lo dijeran o no (esa chica era muy observadora) y preferían que enloqueciera a solas y no en medio del comedor o en los pasillos de la escuela.

—Veras Let, tenemos algo que contarte...—Empezó Billy.

—Porque eres la única que sabe que entre nosotros hay algo y... — dijo Jason.

La chica no los dejó terminar pegó un grito emocionado y empezó a dar saltitos sobre su silla, porque al parecer estaba sentada frente a su escritorio. Scarlett se recostó demasiado en el respaldo de dicha silla y terminó cayendo de espaldas.

—¡Mierda! ¿Estas bien? —Billy se sobresalto por la caída y Jason tuvó que hacer acopio de toda su voluntad para no hecharse a reir. —¡Scarlett!