31| Se acabo...

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Billy jamás se había sentido tan asustado en su vida, ni siquiera cuando iba al parque de diversiones y sus padres prácticamente lo arrastraban a la montaña rusa y tenía que tragarse el vertigo que le provocaba aquella atracción. Justo ahí, en medio del campo de futbol, Billy creía que se hecharía a temblar en cualquier momento y la mirada enojada e intensa de Jason no ayudaba en lo absoluto.

—Yo no se de que... —empezó a decir, pero Jason lo fulmino con aquello ojos grises que se le hacian tan bonitos, cortando cualquier excusa que intentara dar.

—No te atrevas a a negarlo— masculló el capitán haciendo que Billy retrocediera un paso.

—¿Cómo lo supiste?— el rubio decidio que no servía de nada intentar negar la situación.

—El Director Travis me lo dijo...—y Billy maldijó de diez mil formas distintas a quel hombre, pero la risa fría que salió de los labios de Jason lo hizo volver a cetrarse en la discusión. —Y no sabes lo estúpido y dolido que me siento por tener que enterarme de esta manera.

—Yo...

—Dejame adivinar...lo sientes. Pues en realidad no es que tus disculpas me sirvan de nada, aun siento como si me hubieras traicionado.

"Oh, mierda" pensó el rubio sontiendo que el aire nocturno se volvía mucho más frío y por un momento deseo traer encima una sudadera, aunque sabía que eso serviría poco pues el frío que sentía estaba en su interior. Intento pensar en algo que decir, pero las palabras seguían huyendo, las muy bastardas.

—Tú lo sabes todo de mi, absolutamente todo. —Jason se acercó un par de pasos y gracias a la escasa iluminación de la luna Billy pudo apreciar lo tensa que estaba la mandibula del capitán. —Te conte mis problemas, mis miedos, mis sueños...¡Dios, Billy! Te conte lo de Andrew, algo que jamás le había dicho a nadie...  ¿y tú no fuiste capaz de contarme acerca de tú miserable beca? ¿Por qué?

—Creí que n-no te interesaría. —Respondió estupidamente sabiendo que había sido un error mencionar aquellas palabras, pero es que nada podía hacer contra el momento de paralisis mental que estaba sufriendo.

—¡Eres mi novio! ¿Cómo demonios no iba a interesarme algo que tuviera que ver contigo?— Jason se paso las manos por el cabello con frustración. —A estas alturas ya deberias saber que me interesa todo lo que tenga que ver contigo. Pero al parecer ni siquiera te das cuenta de lo importante que eres para mi.

—Estas exagerando. —Gruño Billy — Estas haciendo de esto todo un problema. Okey tienes razón al estar molesto, lo entiendo. — Sonrió de manera conciliadora—Debí decirte desde un principio lo de la beca...¿pero ahora para que vamos a preocuparnos por eso? De cualquier forma ya no importa.

Tomó la mano de Jason e intento entrelazar sus dedos, sin embargo el castaño de soltó de manera brusca y lo vio con tristeza.

—A mi si me importa...—susurró— Porque me hacia ilusión que pudieramos asistir a la misma universidad, que pudieramos seguir juntos aun después de que la escuela terminara, pero no solo me ocultaste la existencia de la beca, sino que también la rechazaste y acabaste con cualquier posibilidad que tuvieramos...

—¿Posibilidad de qué?— Billy empezaba a enojarse y sabía que no saldría nada bueno de todo eso. —Tú no querias ir a Wake Forest de cualquier forma, además te aceptaron en Boston, no entiendo porque que te empeñas en seguir discutiendo por esta tonteria.

—Joder Billy, deja de pensar por mi. —Jason dio un paso al frente y agarró al rubio por el frente de la camiseta para acercarlo y poder verlo directamente a los ojos. — Y tienes razón, me aceptaron en Boston y para que te enteres de una buena vez...no quería ir a Wake Forest porque no quería estar solo, me aterraba la idea de tener que ir a un lugar donde no conociera a nadie y si tú tan solo me hubieras dicho que tenías esa dichosa beca...

La suerte del capitán (Suerte #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora