La Apuesta

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El atardecer en el campamento era hermoso y Miki disfrutaba cada segundo de éste mientras pensaba en qué más escribirle a su madre en la carta incompleta que descansaba sobre las piernas de la chica, habían pasado muchas cosas desde que llegó al Campamento  Mestizo esa misma semana y no sabía cómo explicárselas todas a su madre en una sola carta.

Miki pensó en lo que había hecho, cómo se había sentido, su madre siempre le había dicho que lo más importante acerca de todo lo que Miki le contaba era saber sus sentimientos al respecto, así que la chica suspiró, cerró sus ojos y, después de meditar un rato, volvió a leer su carta.

Querida Okaasan,

No sabes lo bien que la estoy pasando en el Campamento Mestizo, he aprendido muchísimas cosas nuevas, claro que estoy casi segura que no te agradarán… Pero voy a comenzar desde el principio.

Conocí a mucha gente, entre ellos, mi hermano… SI! Tengo un hermano! Su nombre es Percy, y la verdad nos parecemos bastante, no sólo en apariencia, y con eso te lo digo todo. Su novia Annabeth y yo nos llevamos muy bien, al igual que con Jason y Piper, aunque aún me siento algo incómoda alrededor de ellos tres.

También conocí a un chico llamado Leo Valdez, es hijo de Hefesto, es muy divertido estar con él, es muy gracioso y siempre sabe cómo levantarte el ánimo cuando se lo propone, siento que podremos llegar a ser muy íntimos amigos.

Y luego… luego está Nico Di Angelo, lo recuerdas? El chico que me salvó aquél día de la… ya tu sabes qué (he aprendido que los nombre tienen mucho poder), siento que hay una persona ahí dentro que quiere salir, pero su oscura personalidad la contiene… Tú ya me conoces, estoy decidida a conocer a esa otra persona que tiene tanto miedo de mostrar!

Miki soltó un gruñido, tenía la mente en blanco, ya no hallaba qué decirle a su madre, que la llamaría? Imposible, la señal de teléfono atraería demasiados monstruos…

-          -  Otra persona? Tu definitivamente estás mal de la cabeza.

La hija de Poseidón pegó un brinco, y cuando volteó se encontró cara a cara con Leo Valdez, que estaba asomado sobre su hombro, leyendo toda su carta, Miki se la llevó al pecho inmediatamente, en un intento de ocultar lo que ya Leo había leído hasta la última palabra.

-          - Qué tiene? – preguntó ella de regreso.

-          -Que esa “persona” de la que hablas no existe – respondió el chico haciendo comillas con sus dedos al decir persona – y si existiera, sería imposible sacarla a reducir.

Miki lo observó de reojo, el chico parecía hablar serio sobre esto, y ella sonrió.

-          - Quieres apostar?

La verdad, a Miki no le gustaba hacer apuestas sobre los sentimientos de los demás, pero sí que le gustaba demostrar que ella conseguía lo que se proponía, y por el simple gusto de tener la razón. Leo abrió sus ojos, que brillaban divertidamente, ahora sí estaba interesado. 

-          - Qué clase de apuesta?

-          - Te apuesto que voy a conocer la personalidad que oculta Nico Di Angelo. Y vas a construir algo para mí, aún no sé qué, pero algo…

Leo soltó una carcajada.

-          - Te lo advierto será imposible…  Y yo qué gano?

Miki lo meditó un rato, qué podía interesarle lo suficiente a Valdez para aceptar la apuesta?

-         -  Lo que tú quieras, que yo sea capaz de conseguir.

La mirada de Leo se iluminó, definitivamente tenía algo en mente. El chico sonrió y extendió su mano.

-     - Hecho – dijo él mientras apretaba la mano de Miki – por cierto, creo que tu carta está algo incompleta…

-          - Gracias por establecer lo obvio Valdez – respondió ella volteando los ojos.

Miki miró de nuevo a su carta, qué podía decirle a su madre? Odiaba tener la mente en blanco, es tan estresante!

-          - No vas a visitarla? – preguntó Leo sentándose junto a Miki en el muelle.

-        -  Visitarla? – la chica abrió los ojos como platos – A qué te refieres? No es muy peligroso salir del campamento?

Quirón le había explicado a Miki que cualquier semidiós fuera de los límites del campamento era carnada para monstruos, y ella, siendo hija de Poseidón, uno de los Tres Grandes, atraía monstruos como moscas.  Leo se encogió de hombros mientras respondía su pregunta.

-          - Muchos semidioses están aquí durante el verano y luego van a la escuela durante el resto del año, como Percy y Annabeth.

-          - Espera, Percy va a la escuela?

Leo asintió y Miki frunció el ceño, su hermano también le había ordenado que se quedara a salvo en el campamento. “Tonto” pensó ella.

Ahora la chica sí sabía cómo terminar su carta, pero no la terminaría en frente de Leo, ella sabía perfectamente que su madre había muerto, Jason le había contado sobre éso, pues era un tema delicado de tratar con Leo, y que su único hogar era el Campamento Mestizo, así que tomó su carta y su bolígrafo y se puso de pie.

-          - Si mal no recuerdo, dijiste que me presentarías a varias personas que tenían ganas de conocer a la otra hija de Poseidón  - le dijo a Leo sonriendo.

-        -  Estás en lo cierto Sirenita, - respondió él poniéndose de pie de un brinco y pasando un brazo sobre el hombro de Miki – no estoy seguro de que si lo que sienten es ganas o curiosidad, no entiendo la mitad de las cosas que Kara trata de explicarme, pero vamos!  A hacer nuevos amigos. Y quiero ver empeñándote en esa apuesta – dijo Leo riendo y guiñándole un ojo a la chica.

Miki rio también, Leo no sabía con quién se estaba metiendo.

Una Hermosa HistoriaWhere stories live. Discover now