La Llamada

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- Te gusta estar en el muelle... ¿no es cierto?

Miki se dio la vuelta para ver a Percy y Kara acercándose a ella, la chica suspiró y volvió a mirar hacia el lago mientras su hermano y Karla se sentaban a cada lado de ella.

- ¿Estás lista? - preguntó Percy a la chica, quien negó con la cabeza.

- Si pudiera meterle un golpe a través del mensaje lo haría, lo juro por el Estigio - le dijo Kara sonriendo y empujándola con el hombro.

Miki sonrió ligeramente.

- Tengo miedo - dijo ella - no de hablar con Nico; sino de la misión.

La verdad Miki sí estaba nerviosa por hablar con el chico, pero la misión le tenía los pelos de punta, enfrentarse a un monstruo controlado por las gorgonas, a quienes no podía mirar a los ojos o de lo contrario quedaría petrificada, o eso creía ella.

- Es normal - le dijo Percy abrazándola - pero verás que todo va a salir bien, Kara estará ahí contigo.

- Repíteme una vez más lo que hay que hacer - suspiró Miki con la mirada fija en el lago.

- Ir a buscar al monstruo, matar a las gorgonas y dormir a la bestia - respondió Kara.

- ¿Y dónde se supone que debemos buscarlo? - preguntó Miki frustrada - ¡la Costa Este es enorme!

- Nico debe saberlo - explicó Percy - como siente la presencia de la muerte y eso...

Miki volvió a suspirar.

- Hablemos con él entonces.

- ¿Dónde está Maya? - preguntó Karla.

- ¡Aquí!

La chica venía corriendo por el muelle hacia ellos, cuando tropezó con las trenzas de sus zapatos y cayó en el agua, tropezando con los tres chicos en su camino.

- Maya, ¿¡cuántas veces te he dicho que te ates las trenzas!? - la regañó Karla - ¡Debes tener más cuidado!

- Tranquila mamá Kara - le dijo Percy ayudando a Maya a salir del lago - mientras no se lastime todo está bien.

Miki y Maya soltaron una pequeña risa, y Kara volteó los ojos.

- ¿Trajiste el dracma? - preguntó la rubia.

Maya asintió y mostró la moneda dorada que traía en su mano.

- Muy bien, - dijo Kara - todo listo... - la chica se volvió hacia la hija de Poseidón - ¿Miki?

Miki cerró los ojos y respiró profundo, luego asintió suavemente.

- Sabes que estamos aquí para ti - le dijo Maya.

- Literalmente.

- Percy cierra la boca - le espetó Kara y luego asintiendo a Miki añadió - Llamemos...

Percy se puso de pie junto a Kara, su hermana y Maya; y levantó el agua, dejándola caer luego como una llovizna; Maya le sonrió a Miki y lanzó el dracma al arco iris que se formaba frente a ellos.

- Iris, diosa del arco multicolor - dijo Miki - por favor acepta mi ofrenda.

El arco iris desaparecio y en la cortina de agua que creaba Percy apareció un fondo blanco.

- Muéstrame a Nico di Angelo - dijo la chica - donde quiera que esté...

La imagen cambió y mostró el rostro del hijo de Hades. El corazón de la chica latía con fuerza y sus ojos se llenaron de lágrimas.

- ¿Miki? - dijo el chico sorprendido - ¿Qué? ¿Cómo...? ¿Qué pasó?

- Nico... Rachel dijo una profecía anoche...

- ¿Habla sobre ti? 

La chica asintió.

- Sobre nosotros, y un hijo o hija de Atenea.

- ¿Qué tenemos que hacer?

El chico hablaba y hacía preguntas sin rastro de emoción en su voz y a Miki le dolió, sintió como si Nico la hubiera olvidado por completo... a la chica se le quebró la voz y Kara tomó el control.

- Escucha Nico, - dijo la chica cruzándose de brazos - un barco lleno de semidioses acaba de hundirse, debes saberlo - Nico asintió - podemos culpar a un monstruo marino que fue despertado por las gorgonas...

- Osea, que en resumen, hay que buscar al mosntruo marino y a las hermanas y matarlos.

Karla asintió.

- El problema es que no sabemos dónde pueden estar...

- Sinceramente - respondió el chico - dudo mucho que el monstruo haya viajado muy lejos, no siento a los muertos agitarse mucho... es más - dijo él llevándose la mano a la barbilla - no creo que se haya movido en lo absoluto, creo que ya sabes dónde buscar...

- ¿Coney Island? - preguntó la chica, y Nico asintió - muy bien, nos vemos en el parque, y di Angelo - dijo ella antes de cortar - compórtate - siseó Kara y luego pasó la mano por la imagen, terminando la llamada.

La rubia se dio la vuelta y posó un brazo sobre los hombros de Miki.

- Vamos Kinomoto, ve a empacar, nos vamos mañana a primera hora.

Miki asintió y respiró profundo, preparándose para lo que venía.

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CAPÍTULO ESPECIAL. NICO'S POV.

Nico di Angelo se encontraba en las profundidades del Hades, caminando a orillas del Río Estigio, como siempre hacía, cuadno un mensaje Iris apareció frente a él y la imagen de Miki se formó en el mensaje.

A Nico se le cortó la respiración, su corazón comenzó a latir con bastante fuerza y el chico se forzó a hablar.

- ¿Miki? - dijo - ¿Qué? ¿Cómo? - Nico no podía pensar claramente, el chico respiró profundo y dijo más calmado - ¿Qué pasó?

Miki le comentó sobre la profecía, pero al rato, Nico vio cómo sus ojos se llenaron de lágrimas por su actitud, en ése momento Nico se quebró por dentro y lo único que quería era extender los brazos y disculparse con la chica, pero Kara la hizo a un lado y Nico se concentró nuevamente.

Kara comenzó a explicarle lo de la profecía. Nico asentía de vez en cuando y respondía claro y seco a las preguntas que Kara le hacía.

- ... y di Angelo, - le dio finalmente Kara - compórtate.

Terminó la llamada y Nico se quedó nuevamente solo frente al Estigio.

El chico no sabía si gritar, reír o llorar. Iba a ver a Miki nuevamente, pero no estaba listo para enfrentar sus sentimientos, y si volvía a huir le rompería el corazón a Miki y se destruiría a él mismo.

Nico se llevó las manos a la cabeza frustrado, ni siquiera sabía qué sentía sobre Miki, ¿cómo iba a poder controlarlo?, sin embargo, una palabra flotaba en lo profundo de su mente. Una palabra a la que no había hecho referencia hace mucho, bastante.

- ¿Podrá ser? - se murmuró el chico.

Nico pensó en todo lo que vivió en el Campamento: las fotos, el baile, las risas... Miki había logrado sacarle una sonrisa desde el día en que llegó, cuando se burló de él por convocar a los muertos con cajitas felices.

Nico sonrió ante el pensamiento y se dio cuenta de que lo que sentía por la chica era bastante claro y que se podía resumir en una sola palabra.

Nico estaba enamorado de Miki, y no se parecía nada a cómo se sintió una vez por Percy, él quería estar con Miki, no sentía la necesidad de huir de ella, como lo sentía por Percy.

El chico estaba decidido, iría a la misión, porque tenía que hacerlo, pero luego volvería al Campamento, ésta vez para quedarse.

- Compórtate - le había siseado Karla.

- Haré todo lo posible - susurró el chico, y luego desapereció en las sombras.

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