Capítulo 1

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Llegaba el fin de la travesía en Lisboa. Amaia y Alfred, los representantes de España en Eurovisión, partían rumbo a sus hogares después de quedar en el puesto 23 del certamen.

-  Ya está chicos, hasta aquí ha llegado el contrato, ahora sois libres, podéis ir y hacer lo que queráis excepto hablar sobre este- sentenció Tinet Rubira, productor de Universal refiriéndose al documento firmado por ambos concursantes antes de entrar a Operación Triunfo.

Amaia y Alfred tomaron una enorme bocanada de aire en pleno vuelo de vuelta, ya no les hacía falta seguir con la farsa de su enamoramiento.

- La verdad- comenzó Amaia- no sabía que iba a ser tan duro, más que nada- añadió- con todo esto de Eurovisión, ¡Dios que largo se me ha hecho!- exclamó mientras se recostaba en su asiento.

Alfred, por su parte, escuchó su comentario, un poco molesto, y giró su cabeza para mirar a la pamplonica ya que, estaba sentado en el asiento colindante, solo separados por el pasillo donde Tinet les había explicado la situación.

Por una parte, sentían melancolía por todo lo que habían vivido pero, aguantar una farsa durante 8 meses, había sido algo costoso para ambos.

- Bueno, no me vas a negar que te lo he puesto fácil- confesó Alfred mirando a la chica que seguidamente rodó los ojos en señal de cansancio al escuchar lo que dijo.

- Sí claro- añadió Amaia molesta- tan fácil como los besos en público o las declaraciones innecesarias que se salían del contrato-

- Bueno, perdón por intentar parecer que éramos pareja cuando era lo que debíamos hacer- culminó el catalán mientras volteaba para ver de nuevo a su compañera que decidió no escucharle poniéndose los cascos- sí, muy maduro por tu parte Amaia-

El avión aterrizó sin problemas, ya los tuvo dentro durante el trayecto. Ambos, después del encontronazo, se sumieron en sus propios mundos individualmente y apenas cruzaron miradas durante todo el vuelo.

'Siempre tiene que hacerse de notar, ser el truhan que lo da todo por la "relación", el más implicado, el más enamorado de los dos y hacerme quedar a mí como la boba que no sabe apreciar lo que tiene. Si la gente supiese lo que he aguantado yo para poder continuar con esto, el ego de Alfred, por ejemplo. Aunque sinceramente, el jodido es guapo y, si fuese en realidad como ha mostrado en las cámaras, yo hubiese caído rendida a él sin necesidad de contratos. Pero vaya, desgraciadamente es un chulo y esa actitud no me va a gustar en la vida'.

Fueron los pensamientos de Amaia durante el vuelo, o eso quería creerse que sentía ya que, todo el mundo sabe que "el roce hace el cariño" y, donde esté el destino para unir a dos personas, nada ni nadie puede evitarlo. Pero el pensamiento de Alfred tampoco compartía esta reflexión.

'Bueno, ahora que vuelvo a estar soltero y con la fama que he ganado al salir por la televisión creo que al fin, conseguiré mi sueño y si, además puedo tener contacto con tías que no estén mal, mucho mejor' se dijo mientras se giraba para ver a su expareja ficticia 'Aunque, Amaia, no está nada mal la verdad, qué lástima que en el contrato no especificasen en el tema íntimo' pensó mientras se imaginaba pasando alguna noche con su compañera 'Sinceramente, si no fuese tan borde conmigo yo creo que podríamos haber llegado a algo más, pero claro, más sosa y no nace'.

Confesó en sus pensamientos Alfred mientras quería entender el por qué del comportamiento de su compañera hacia él, mientras era totalmente distinta con sus compañeros.

Al bajarse del avión la prensa les abordó y, se suponía que, al finalizar el contrato, no tenían que seguir con la relación falsa. En cambio, Alfred tuvo un arrebato inexplicable y cogió a Amaia por la cintura cuando se dispuso a dirigirse a los entrevistadores de TVE.

La pamplonica se quedó perpleja ante este Alfred decidido que parecía que seguía dentro del mundo del contrato. Su intención era contar a los medios que, tras la presión, del concurso i del certamen europeo, esta les había abrumado y habían decidido tomarse una tiempo. Pero las intenciones que mostraba el catalán eran totalmente contrarias.

- ¡Se puede saber qué has hecho!- pregunto con cierto enfado Amaia a su compañero mientras lo miraba incrédula- el contrato ya ha terminado, además- añadió- tenía el plan perfecto para hacer delante de la prensa, pero tú siempre haces lo que te da la gana, y ¡ya me he hartado!-

Nunca había estado tan enfadada, Alfred le había pisado los planes, sin aún saber el por qué. Solo tenía claro que lo había hecho y eso le reconcomía por dentro, y no solo de manera interna, también de manera externa por parte de su compañera que continuaba quieta, en el asiento de la furgoneta que los llevaría a su hotel, esperando una respuesta que él no tenía.

- ¿No piensas contestarme?- continuó la chica más tranquila mientras se cruzaba de brazos.

- ¿Que quieres que te diga?- comenzó Alfred mientras levantaba los brazos en señal de pregunta- lo he visto necesario para no levantar sospechas, ya está, como si quisiese yo pasar más tiempo contigo- bufó acomodándose en el asiento.

El trayecto prosperó con tensión en el interior del vehículo, por parte de Alfred, además hubo incertidumbre.

'¿Por qué me ha dado este arrebato? Con lo fácil que era decirle a la prensa "nos hemos dado un tiempo, bla bla bla, ya informaremos" tengo que venir yo a hacer esta cagada monumental. Encima viene de digna, como si le molestase lo que he hecho, si seguro que ella tampoco quiere separase de mí. Un momento, ¿he insinuado que por mi parte no quiero separarme de ella? Alfredito se te está yendo la pinza, va a ser eso'.

Debatiendo internamente ambos, llegaron al hotel donde pasarían la noche. Salieron del coche de forma tranquila, el trayecto había conseguido calmar la tensión, aparentemente. Amaia miró el exterior del hotel sorprendida, era un hotel 5 estrellas situado a las afueras de Madrid rodeado de naturaleza, lo que le recordaba a su provincia natal.

Entraron a la recepción, mientras Tinet hacía el "check in", ambos hablaban con sus familiares por teléfono.

- ¡Chicos! - exclamó Tinet para llamar la atención de ambos que se despidieron de sus familiares y acudieron a la llamada- ha habido un problema con las habitaciones, resulta que yo no tenía pensado quedarme, pero debido a la hora que es... El caso, que confiaba que tuviesen alguna desocupada y no tienen, así que, os toca compartir habitación- culminó entregado la llave a la pareja.

Estos la miraban tanto la llave como al hombre incrédulos, de hecho, miraban a todas partes menos a ellos mismos, intentando evitar el contacto visual. Los dos se abalanzaron a por la llave al mismo tiempo, rozando el dedo meñique de la pamplonica con el pulgar del catalán que le cedió ruborizado la llave.

No entendían el por qué de su comportamiento, primero con la prensa y ahora con la llave, ¿por qué se habían ruborizado? e incluso ¿por qué se les había acelerado el corazón?. Quizás no se esperaban este giro en su historia, quizás no se esperan todo lo que les queda por cambiar en ella.

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¡Hola! Bueno, este es el primer capítulo de lo que espero que sea una bonita y larga historia. Muchas gracias por leerla!

Si has llegado hasta aquí quiere decir que te has tomado la molestia de perder un poco de tu tiempo en mi historia y te lo agradezco un montón.

¡Un saludo!

¿Truco o trato? | ALMAIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora