El cliente

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T/N

Desperté por los molestosos sonidos de los autos de la cuidad, estaba presente la estación del año que realmente me encanta, INVIERNO.

Aahh, cómo amo esta estación. Me levanté de mi cama, la tendí y me metí al baño a darme una ducha calentita.

Minutos después salí y me vestí con el siguiente conjunto.

Minutos después salí y me vestí con el siguiente conjunto

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Me maquillé natural, no me gusta cargar mucho maquillaje. Cepillé mi cabello y bajé a la cocina.

- Buenos días, mi niña- saludó mi mamá sirviendo un jugo de naranja y con una hermosa sonrisa.

- Buenos días madre- hice una reverencia y me senté agarrando una tostada.

- ¿Cómo amaneciste el día de hoy?- sonriendo me entregó el jugo de naranja.

- Aah~ - suspiré feliz- muy bien madre, ¿Y usted?- tomé el jugo de naranja.

- Igual, sabes que despertar en pleno invierno es muy agradable- me sonrió.

Si... No soy la única que ama el invierno.

- ¡Muy pero muy agradable!- sonreí y tomé una tostada llena de mermelada de frambuesa.

- Si que sí- dijo sentándose y empezando a desayunar.

- ¿Y mi padre?- pregunté de repente ya que sabía que se iba a formar un silencio tan incómodo que no es de mi agrado.

- Él se fue temprano a su trabajo- soltó simple.

- ¿Y sin desayunar?

- Exactamente- tomó de su jugo.

- Bueno- me levanté, fui por un recipiente, tomé tres tostadas, las llené de mermelada y las metí al recipiente.

- Hija, ¿Qué haces?- preguntó con el ceño fruncido.

- Le llevaré el desayuno a mi padre- tomé un frasco con tapita y le eché el jugo de naranja, lo cerré un poco fuerte para que éste no se derramara.

- Oh, bueno, ¿Irás ya?- dijo soltando una risita.

- Creo que es obvio, madre- me uní a su risita.

- Bien, abrígate bien y con cuidado en las calles- dijo protectora.

- Madre, ya no soy una niña- solté un puchero.

- Para mi siempre serás mi niña- dijo levantándose y dándome un beso ruidoso en la mejilla.

- Jaja bien, nos vemos madre- tomé las llaves y salí.

Si que estaba bien helado ahí afuera, pero me encantaba. Realmente me encantaba.

Empecé mi camino a la empresa de mi padre, que según él, será mi empresa. En parte si quería tener esa empresa pero por otra no quería y la verdad no sé, ni yo misma me entiendo. Una hora más tarde llegué a dicha empresa y entré a esta, saludé a la secretaria y le avisé que venía a ver a mi padre.

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