¡TÚ!

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Rostros pálidos, ojeras que se notaban incluso desde largo, cabellos desordenados y despeinados, cuerpos totalmente débiles: esto estaba ocurriendo con cada uno de los miembros del hogar; preocupados, desvelados e incluso sin haber probado tanta comida en días ¿Nuestra razón?, Sencilla, desde que Nohe se fue sin sus maletas no ha regresado por días, la hemos buscado por todos los rincones de Seoul y nada con ella. Nos preguntábamos si estaría bien, si algo había pasado con ella; nuestra preocupación fue tanta -aunque la de Kookie aún más- que tuvimos que ir directamente hasta la estación de policía para que tengamos un poco más de ayuda. Pistas tras pistas que no habían llegado a nada han sido las respuestas "más llegadas" por parte de los oficiales. Kookie estaba desesperado, espantado y destrozado por dentro...

Todo había marchado muy mal desde aquella noche en la cual discutieron por última vez.

- ¿No vas a comer algo siquiera?- volvió a insistir Jimin para que Kookie comiera tan siquiera algo y llenara su estómago.

- Jimin Hyung te he dicho incansables veces que no tengo hambre, solo quiero que aparezca ya- llevó sus despeinados cabellos hacia atrás dejando su frente al descubierto.

- Todos queremos eso Kookie- me senté a su lado abrazándolo de los hombros en busca de una consolación.

Una semana completa pasó y ningún rastro de ella, parecía como si la tierra se la había tragado o algo por el estilo. Jungkook se acurrucó en mis brazos como un niño asustado, le di el calor que mi cuerpo proporcionaba y brindaba calmándolo un poco. Fueron días de vela en los cuales Jungkook jamás pegó el ojo en su solitaria cama, se le veía pálido, decaído y sus apetitos rondaban por el suelo; esto es realmente injusto para él. Consiguiendo dormirlo un poco me separé con cuidado a no despertarlo y Jimin lo cargó trasladándolo hasta su habitación. Lo acomodó bien y abrigó quitándole sus zapatos y yéndose de su habitación hasta llegar donde yo me encontraba.

- ¿Se despertó?- pregunté una vez que Jimin se sentó a mi lado y me abrazó por los hombros.

- No, parece que su sueño ha logrado ser pesado que ni siquiera sintió el momento en que le quité sus zapatos- habló acariciando mis cabellos y pegando un suspiro profundo.

- ¿Por qué Kookie tiene que sufrir de esta manera? ¿Por qué la vida tiene que tratarlo así?- reprochaba al sentirme mal por las desgracias ajenas.

- Porque existen personas envidiosas que buscan cómo hacer algún mal a otras, porque son tan malas que hacen lo que sea con tal de dañar a otras- habló en un semblante serio y frío.

- ¿Cómo sabes que se trata de alguien?- pregunté mirándolo con el ceño fruncido.

- Mi amor, las personas no desaparecen así porque si- me miró detenidamente-, solo los causantes de un secuestro pueden ser responsables de la desaparición repentina de una persona- aseguró aún manteniendo ese semblante serio que me hizo temblar del susto.

¿Ella secuestrada?, Aunque fuera tonto, era la última pista que podíamos poner de hipótesis porque si, nadie desaparece de la noche a la mañana así por así, algo muy oscuro tiene que estar pasando para que estas cosas sucedan. Pensando en las peores cosas sacudí mi cabeza para dejar de pensar en ellas y me acurruqué más en los brazos de Jimin que me hacían sentir tan bien, tan protegida.

{...}

Tomaba un sorbo de mi capuchino para levantar mis ánimos tan siquiera un poco. Las listas de asistencia, las fechas de participación y demás cosas administrativas estaba realizando cuando cada una de ellas se me habían amontonado por la falta de cuidado que les presté. Algo agotada terminé casi a las ocho de la noche, cerré mi portafolio y acomodé todo muy bien para luego tomar mi bolso y caminar hasta que la vibración en mi bolsillo me hizo detener, tomar mi móvil y ver el número que me llamaba.

Nothing like us❤️Where stories live. Discover now