Nothing like us

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El viento soplaba sin descanso a como los días pasaban consecutivamente.

El pequeño verduzco césped era el toque que hacía falta en aquel pasivo campo que tranquilizaba a la dulce pareja feliz.

Una que otra caricia vagaba recíprocamente en la anatomía de ambos seres.

- ¿Estás lista?- preguntó tierno estremeciendo a la contraria, quien yacía anonadada por las dulces caricias que él le portaba.

- Contigo aprendí a estar lista para todo- respondió sonriendo sobre sus labios.

Pues JiMin se había acercado lo suficiente para que ambos belfos rozaran en un cálido casi contacto.

T/N estaba más que feliz de su vida.

Si antes había pasado por cosas sumamente no felices, ahora todo aquello había quedado en el pasado.

Porque sí, el pasado ya pasó, el futuro muy incierto es y el presente, pues, se debe vivir.

¿Y cómo no vivirlo pacíficamente si ya todo lo malo había pasado?

Rose ya no estaba en la tierra, su cuerpo era inexistente al igual al mal que se había desatado tiempo antes.

Todo lo deshonrado, todo lo abrupto, todo lo perverso y quebrantado se había esfumado.

Como polvillo en el agua que se desintegra.

Ahora era el bien que reinaba en aquella gran ciudad, era la paz misma que reinaba en aquellos humildes corazones.

El amor era el que presente estaba en aquéllas almas que nacieron destinadas a estar juntas.

Aquéllas almas que estaban a pocas horas de enlazarse por medio del matrimonio.

Ésas eran las almas que le demostraron al mundo que el amor monógamo si existe.

- Te amo y jamás dejaré de hacerlo- acunó el rostro de T/N juntando sus labios con los de ella en formación de un dulce y cálido beso.

La castaña simplemente no podía emitir palabra alguna, y es que no había mención alguna que una demostración segura.

Los actos decían más que mil palabras, el tacto y caricias valían más que millones de palabras.

Las manos de la chica viajaron por el fornido pecho del contrario aparcándose en la nuca de éste en objetivo de hacer más significativo aquel beso.

Ese beso era especial, pues no demostraba nada obsceno, nada sexual ni perverso.

Era un beso puro y lleno de sentimientos.

- Te amo, JiMinnie- soltó una vez su espalda hizo contacto con la suavidad del césped.

El susodicho había tomado posición por encima de ella sin llegar a aplastarle.

Los labios de ambos danzaban con una euforia que nada ni mucho menos nadie podía romper.

Aquélla pareja era la que le había demostrado al mundo que no había nada como ellos.

- Baby, nothing like us- canturreó el rubio volviendo a tomar aquellos ricos y suaves labios.

Disfrutaron de las pocas horas que tenían para estar juntos tiempo antes del gran momento.

{…}

El discurso había pasado, todo había pasado tan rápido que aún T/N tenía su estupor presente.

Nothing like us❤️Where stories live. Discover now