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Estuvieron en aquel lugar hasta que la lluvia bajara de intensidad, le mando un mensaje a su madre diciéndole que no llegarían a casa pero que estaban bien, que probablemente llegarían hasta mañana.
Su madre confiaba en él, así que no habría problema alguno con sólo decirle eso. En ningún momento WooHyun dejó de abrazar a SungKyu y le empezó a dar palmaditas en la espalda.

Por otro lado, SungKyu se sentía bien estando así con el menor, se sentía protegido, querido y amado, por eso no se había separado de él, su cercanía le hacia bien e iba a ser egoísta, no lo dejaría por ese momento.
El menos le dijo que debían regresar, pero no quiso, no quería hacerlo en ese momento, así que fingió estar dormido con tal de no regresar.
WooHyun sabia que sino se cambiaban de ropa, ambos enfermarían, así que le pidió a su mejor amigo DongWoo que le trajera ropa seca, revisó la talla de SungKyu y lo mando. Sólo tenían que esperar unos minutos para que su amigo llegara, así que se dedico a abrazarle y cantarle, no es que Dios haya dejado de existir para él, pero ahora SungKyu era su mundo y verlo tan frágil le hizo querer protegerlo, porque a pesar de mostrar tanta madures, por dentro seguía siendo un niño.

Una hora más tarde, llegó DongWoo, no hizo preguntas, sabia que en su momento su mejor amigo le contaría que pasó, vio a SungKyu dormido, pero no dijo más.
-Gracias, hyeong.
-Ni que lo digas.
-Yo, él... Es mi hermano.
-¿Qué?
No era sorpresa saber que WooHyun tenía un hermano, no, tampoco ya no era sorpresa saber que su mejor amigo está enamorado de su hermano mayor, sino todo lo contrario, su mayor sorpresa, fue verlo en ese estado. Digo, no está demás decir que probablemente lo secuestro y lo está escondiendo. Su mejor amigo era lo suficientemente arrebatado para hacerlo, siempre actuaba primero antes que pensar, y al parecer WooHyun había leído su expresión que rápidamente negó con nerviosismo.
—No es lo que crees, mi madre y él discutieron.
—Ya veo.
—Por favor, sólo llevanos a tu hotel, pagaré todo.
—Tranquilo, Woosito. Sabes que cuentas conmigo.
Jang abrió dos paraguas, una para él y otra para los hermanos, así evitarían mojarse de nuevo.
Subieron al auto y el camino fue silencioso pero no incómodo, al contrario, fue sereno. SungKyu no dejaba que su menor se alejara y vamos, tampoco es como si WooHyun quisiera hacerlo, si por él fuera, jamás lo dejaría de abrazar.


Cuando llegaron al hotel, todos se les quedaron viendo, pero nadie dijo nada y sólo se limitaron a hacer una leve reverencia, Jang era conocido como el hijo del CEO y como la persona más amable del lugar, al igual que sus padres.


WooHyun pidió una habitación sencilla, pero Jang se había negado, sin embargo, el joven sonrisas accedió cuando éste le dijo que se sentiría incómodo si hacia eso, claro, acompañado con algo de aegyo para que cayera y no dijera algo más. Al final su chantaje funcionó.
Pero eso no evitó que Sonrisas diera ordenes de que los atendiesen súper bien, y que a partir de ahora, ellos podían usar esa habitación siempre que ellos quisieran con todos los servicios incluidos de la habitación imperial y eso ya era demasiado caro, pero sonrisas le debía mucho a su mejor amigo, cuando HoWon murió, él siempre estuvo a su lado, nunca lo dejó sólo.


WooHyun se dedicó a admirar la belleza de su hermano, aún no sabía como es que había terminado enamorado de él, sólo le bastó una foto, una sola de cuando era un bebé y perderse en sus ojos, al principio se recordaba que era su hermano, también de que probablemente no lo vería pues estaba seguro de que el mayor odiaría a su madre por lo que le hizo, al menos WooHyun lo haría, se conocía lo suficiente para saber que la Detestaría a tal grado de fingir que está muerta, pero al final, ambos son diferentes y con cariños distintos.


Salió de la habitación pensando que cuando su hyeong despertara tendría hambre, así que decidió ir al restaurante y pedir algo.


SungKyu después de gran tiempo, había despertado, ya era tarde, pero había dormido lo suficiente, o al menos eso sintió él, aunque algo andaba mal, estaba solo.


No volverás a estar solo.


En un lugar desconocido.


Yo te protegeré.


Sin WooHyun, sin su hermano menor.


—WooHyun... —Susurró e inmediatamente se levantó de la cama. No era su habitación, no era su casa, no estaba con WooHyun, estaba solo, en un lugar que no conocía, empezó a llorar por la desesperación, no sabía si huir o quedarse ¿dónde estaba? Se sentía frustrado, él jamás se había sentido tan débil, todo empezó desde que su tonto hermano lo abrazó y le dijo que llorara, no eran cercanos, no tenía porque decirle eso, pero sobre todo, no tenía porque él ceder ante aquello, él era el mayor, el que creció solo y se hizo fuerte, y sin embargo, ahí estaba, llorando como un niño perdido, necesitado de la compañía de WooHyun, algo que él jamás revelaría, él no le diría al menor lo inferior que lo hacía sentir, él era Kim Sung Kyu, no un Nam, y debía de haber distancia, pero su tristeza no podía contra el razonamiento, su sentimiento era más fuerte.


Escuchó como la puerta era abierta, se asomó y pudo observar a su hermano, se limpió las lágrimas, caminó hacía la puerta y...


—Cumple lo que prometes. —Golpe.

—Pensé que no estabas. —Abrazo

—Tú no me dejes. —Sollozos.


WooHyun dejó la comida en el recibidor y lo abrazó, no dijo nada, sólo fue eso, un abrazo fuerte pero cálido, se sintió patético sentir amor carnal por su hermano, pero ya era muy tarde para pedir perdón.
Lo amaría, lo haría tanto como pudiese, hasta romperse si fuese necesario, pero jamás lo dejaría solo. Su hermano mayor jamás volvería a sufrir y eso se encargaría él.

Los diez mandamientos. «WooGyu»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora