Mandamiento 4: Honrarás a tu padre y a tu madre.

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«Honra a tu padre y a tu madre para que se prolonguen tus días sobre la tierra que el Eterno, tu Dios, te da».

Los quince días que habían pasado solos, se les había terminado.
El señor Nam le había hablado a SungKyu y le dijo que llegarían a casa está misma noche y que además, le tenían una sorpresa.
Algo no le cuadraba, ¿qué sorpresa? Él no les había contado nada como para que supieran que le gustaba o disgustaba, incluso el mismo WooHyun no lo sabía.

Suspiró, revisó la hora y vio que ya era tarde, no tenía caso hablarle a WooHyun, seguramente estaba en clase, así que no respondería.

Se metió a bañar, se tomó su tiempo.
Desde que había llegado a Seúl, no había tenido oportunidad de comunicarse con sus amigos, bueno, con los pocos que había tenido.

Se dijo así mismo que pronto se comunicaría con ellos y que iría a verlos, por el momento había terminado de bañarse, se arregló y cuando terminó, empezó a hacer la limpieza de la casa. Le gustaba ese toque hogareño que WooHyun y SungKyu le pusieron, le gustaba pensar que vivieron como recién casados, le gustó saberse amado. Todo lo que su hermano le hacia o decía, le provocaba un remolino de emociones, su estomago sentía ese cosquilleo que antes de conocerlo, no sabia que eso se podía sentir.

SungKyu era feliz a lado de WooHyun...

Pero...

Todo lo bueno...

Puede terminar...

Toda esa tarde, SungKyu se la pasó limpiando, haciendo de comer porque su madre le había dicho que habría visitas cuando ellos llegaran.

Escuchó el auto de sus papas ser estacionado, WooHyun también pronto llegaría, subió a su habitación y se cambio rápidamente para recibirlos, por alguna razón estaba demasiado nervioso y el cuarto mandamiento de la nada, iluminó su mente...

«Honrarás a tu padre y a tu madre».

¿A qué se debía eso? No lo sabia pero esperaba que no fuese para algo malo.

Bajo las escaleras...

Vio una cabellera morada...

Era una chica...

—Kim... —Susurró, la chica lo miró.
—Sung... —Dijo ella demasiado alegre.
—Ji... —Bajó con más entusiasmo.
—Kyu... —Corrió hacía a él, saltó y SungKyu logro sostenerla, e inmediatamente ella enredo sus piernas en su cintura.
—Soo... —Y se besaron.

En ese momento, un carraspeo se escuchó, no era de sus padres, era de WooHyun, pero en ese momento, él no pensó las cosas, sólo se separaron, se sonrieron y como en los viejos tiempos, se tomaron de la mano y caminaron a la sala.

El menor los fulminaba con la mirada, pero no podía decir nada, quería sacar a JiSoo de la casa, alejarla de su mayor cuanto antes, pero parecían uña y mugre, SungKyu se desvivía por ella y ella sonriendo como la zorra que era.

—Hijo, —Dijo la madre. —antes que cenemos, lleva a JiSoo a tu habitación, ponganse al día, prepararé el postre.
—No. —Gruñó WooHyun. Pero JiSoo no era estúpida y se dio cuenta de todo, así que con toda la intención del mundo, comenzó a provocarlo.
—Kyuzizi-oppa... —Hizo aeggyo. —Quiero conocer tu habitación, ¿recuerdas? Solías dormir conmigo.

SungKyu sólo sonrió y Nam refunfuñó. JiSoo y Kyu subieron, dejando a Nam en la sala y los papás. La mamá se levantó y el papá se dispuso a ver la TV, WooHyun tomó su móvil y vio que no tenía nada. Pensó que aquel par no se tardarían, pero pasaron dos horas y ellos no bajaban, incluso su madre ya estaba terminando el postre y de servir. Subió a la que también era su habitación y se topo con una imagen que desearia borrar.

SungKyu y JiSoo estaban acostados en la misma cama, él le hacia piojito a la chica y ella ronroneaba, sabía que estaban platicando de todo y nada, pero no podía escuchar.

—Te ayudaré, Oppa.
—¿En serio? —Ella asintió.
—Después de todo, tu me ayudaste a estar con Onew, así que es lo mínimo. Tengo una casa en Inglaterra, la pondré a tu nombre, puedes irte con él cuando quieras.
—Gracias. —La apretó más fuerte. —Por cierto, Kim Ji Soo. Deja de provocar a mi novio.
—Lo siento, Kyuzizi.

Ambos empezaron a reír, se sentía mas liberado, ella era su mejor amiga, no recuerda como se habían conocido, pero ella siempre fue su principal soporte, sabia que podía confiar en ella, antes de WooHyun, ella era su todo, ella era su única familia, pero ahora tenía también a su hermano, en estos momentos, él era completamente feliz.

Le había dicho sobre su relación, le había dicho sobre el amor enfermizo hacia su hermano, le contó su más oscuro secreto, y aún así, ella no lo había juzgado.

Escuchó como llamaban a la puerta con tres golpes. Supo que la cena estaba lista, así que ambos bajaron. Vio que WooHyun lo ignoraba, pero ya le explicaría que pasaba con JiSoo, ella besaba a todo mundo que fuese cercano a ella, hombre o mujer, le daba igual, para ella ese era su saludo y no tenía problemas con ello.

Estaban todos sentados, SungKyu y WooHyun de frente, Ji Soo y la madre igual y el papá en la silla principal, todos charlaban muy bien, incluso WooHyun quien se dedicó a ignorarlo, estaba muy bien metido a la plática, hasta que llegó el tema principal.
—SungKyu, la familia de JiSoo y la nuestra, se quieren unir, te casas en un mes.

Los tres chicos empezaron a toser.

—¿Casar? —Dijeron los tres a coro. Los papás a sintieron.
—Ya está todo, incluso las invitaciones ya fueron enviadas.

Los hermanos se miraron por segundos y después vieron a JiSoo, Nam hizo sus manos puños al igual que SungKyu.

—Yo tengo novio. —Por fin habló.
—JiSoo, querida. —Dijo la señora Kim. —El tal Onew se fue, recibió millones de dolares y se fue con Kim Yi Jeon, tu hermana.

SungKyu abrió los ojos como platos. Eso... Ella le había contado que pronto se casarían, pero nuevamente, su madre le enseño fotografías.


Honrarás a tu padre y a tu madre... —Susurró. —Lo lamento, SungKyu. Si nuestros padres eso quieren, eso tendrán.

Se levantó y salió de aquella casa, SungKyu fue tras ella, pero había corrido, cuando llegó a la salida, ella ya estaba montando su moto, ella se estaba yendo.

SungKyu se metió, tomo su chaqueta, las llaves de su auto y estaba a punto de salir, cuando Nam lo sujetó. —No puedes.
—Sueltame WooHyun, ella está mal. Yo sabía que ese estúpido era un interesado, pero realmente confíe cuando me dijo que la amaba.
—Yo te llevo.


No le dijeron nada a sus padres, salieron tras la amiga de SungKyu, lograron alcanzarla, ellos pitaron, vieron como iba hablando por teléfono, ella iba llorando, no llevaba el casco, pero los tres iban tan distraídos y ella a toda velocidad, quiso frenar, pero sus frenos estaban fallando, entonces el impacto con un camión de basura, la hizo volar.


—¡Ji Soo! —Gritó SungKyu... Ni siquiera espero a que WooHyun bajara, él sólo corrió hacía su mejor amiga, hacia la primera familia que tuvo después de que su madre lo botara. —Ji Soo... Resiste por favor.

Los diez mandamientos. «WooGyu»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora