Capítulo 01

14.5K 468 44
                                    

POV Lauren

Cuando en mi celular comenzó a sonar Welcome to the Jungle de los Guns, ya quise por la mañana pegarle un tiro a Axl Rose. Estiré mi brazo para tomar el teléfono y apagar el despertador, pero lo único que quería en ese momento era enterrar mi cabeza en la almohada y dormir un poco más. Estaba sucumbiendo al deseo cuando la puerta de mi habitación se abrió y un niño con mochila en la espalda apareció.

– Ya me voy. – me avisó.

Me gire perezosamente en la cama hasta quedarme de espalda y poder encarar al chico. Chris era mi hermano pequeño, pero su madurez era tanta que apenas parecía tener diez años. Él se parecía muy poco conmigo con aquel pelo castaño rizado y una piel más bronceada que la mía. Ni siquiera esos ojos marrones teníamos en común. Arqueé la ceja al notar que él ya estaba bañado y listo para ir a la escuela.

– ¿Y el desayuno? – pregunté en tono bajo, somnolienta.

– Te dejé tostadas y jugo de naranja. – Dijo Chris mientras se cruzaba de brazos. – ¿Puedo irme? Tío Brandon me llevará. Puedes dormir media hora más.

– ¡Oh, gracias a Dios!, dile a Brandon que le envíe un beso.

Chris se encogió de hombros y salió cerrando la puerta. Simplemente me desplomé en la cama otra vez, mi pelo negro se esparcía por la almohada de forma desordenada. Una media hora era como una joya para mí. Había trabajado hasta las tres de la mañana y mi cuerpo parecía estar pidiendo ser internado en un resort olvidado en el mundo, donde ningún problema pudiera alcanzarme. Pero eso todavía era un sueño completamente imposible, desde que tengo conciencia, mi vida estaba repleta de problemas. No es que haga un drama de ello, aunque fuera algo tan similar o peor.

Sin embargo, sin querer extenderme en pensamientos negativos, cerré los ojos y volví a dormir en cuestión de segundos. El problema fue que apagué de tal manera que solo desperté una hora después, terriblemente retrasada para el colegio. Mi cuerpo saltó automáticamente de la cama al ver la hora, mis pasos eran rápidos y mi baño ligero, no podía perder más tantas clases o estaría completamente jodida. Cuando salí de la casa tenía tostadas en la boca y una mochila tirada de cualquier manera sobre mi espalda, saltando para poder encajar mis zapatillas mientras caminaba.

- ¡Lauren! ¡¿atrasada?!

Inmediatamente miré hacía el cercado vecino. De pie estaba un hombre moreno, de cabellos negros lisos y un poco cortos. Su sonrisa era perfecta y según Brandon era lo más apasionante de su novio. Para mí, todo en esa pareja era perfecto sólo por existir y ayudarme tanto, no sé qué haría sin su ayuda. Matías ya sonreía cuando me vio acercarme tragando un pedazo de tostada.

- ¿Podrías llevarme a Lyon?. - Pregunté con la mirada de cachorro abandonado - Por favor, ya me perdí la clase de matemáticas la semana pasada.

- Por supuesto, vámonos. ¿Eso significa que la fiesta de anoche en el Club fue buena? - Matías preguntó mientras caminaba hacia su coche.

Mordí otro pedazo de la tostada y sonreí a mi vecino. Lo seguí hasta el Civic negro que estaba estacionado en un espacio entre mi casa y la suya. Vivíamos en un barrio de clase media baja, pero era tranquilo y silencioso, relativamente seguro en comparación a los demás. Entré en el vehículo antes de responder:

- Obvio Mati, ¿Qué esperabas de algo hecho por mí? - Me jacté un poco.

- Humildad también debería estar incluido en tu diccionario, ¿sabías? - Él se burló, arrancando el coche.

No pude contener la risa. No, definitivamente no podía dejar que mi buen humor desapareciera, o me hundiría en un mundo gris y tormentoso.

Cada vez que podía, trabajaba para ganar dinero extra y pagaba las cuentas. Mis padres adoptivos vivían en otra casa, mejor y más lujosa, afirmando que me dejaban vivir sola para que pudiera desarrollar independencia y madurez.

Simplemente CamrenWhere stories live. Discover now