Capítulo 09

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POV LAUREN

- La italiana de Lauren es muy hermosa, ¿Lo viste Brandon? - Matías comentó mientras llenaba el vaso con cerveza.

Puse los ojos en blanco. No era mía... Todavía. No exactamente. Era finalmente domingo por la tarde. Chris, que había dormido en la casa de un amigo, ya había llegado y como ninguno había almorzado todavía, habíamos emigrado a la casa de Mati y Brandon para comer una barbacoa improvisada en el patio trasero.

- ¿Están hablando de Camila? - Chris me lo preguntó con una sonrisa. - ¡Me cae bien! ¡Ella se fue a la escuela e hizo temblar a los profesores!

- Ya está defendiendo a su novia, que lindo. - Brandon me provocó riéndose.

-¡No es mi novia! Todavía... Pero no lo es. Creo que... no sé, creo que nos estamos conociendo. - traté de explicarlo.

Apenas había terminado de hablar y mi celular vibró, era un mensaje de Camila: "Acabo de llegar a casa, ¿ya te has despertado?". Sonreí de lado y cuando escuché la risa burlona de Brandon le mostré la lengua, pero aun así le respondí: "Sí, estoy en una barbacoa improvisada en la casa de Mati". Puse mi celular sobre la mesa de plástico y continué mi juego de caza-palabras con Chris, él era un chico del tipo que le gustaba hacer de todo, mientras estuviera haciendo algo. Brandon vino con algunos trozos de carne e intentó despeinarme, pero pronto se alejó cuando lo amenacé con el cuchillo. Chris apenas contenía la risa. Mi teléfono volvió a vibrar y lo tomé rápidamente para ver el mensaje de Camila: "Quiero llamarte". Sonreí de lado y di la excusa de que iba a la cocina, pero probablemente nadie me creyó. Le envíe un mensaje con un simple "llámame" y no pasó ni un minuto antes de que sonara mi celular.

- ¡Buon pomeriggio! - Camila me saludó alegremente y pronto lo tradujo. - Buenas tardes.

- Buon pomeriggio para ti también. - Bromeé, apoyándome contra la mesa de la cocina. - ¿Dormiste bien?

- Ni un poco, Dinah trató sacarme cada detalle. - suspiró exasperadamente. - A veces lamento tener una amiga tan curiosa.

- Ah, ¿le dijiste que me devoraste hasta que perdiera el control? - provoqué en un tono más bajo.

¡Non! ¡Certo che non! - respondió rápidamente. - ¡Io no lo hice!

- Oh, ¿así que me mordiste y me chupaste la lengua hasta que me rindiera? - continué provocando sin vergüenza alguna.

- Ragazza stupida! ¡Io no estaba en mi normalidad! - Camila trató de defenderse - ¡Deja de presumir!

- No puedo, todavía lo siento en la boca, italiana. Y es muy bueno. Incluso echo de menos tu olor. Es muy rico, ¿ya te lo he dicho?

- Esto es acoso telefónico.

- Cuando te esté acosando, lo sabrás.

- Tengo ganas de golpearte y besarte, ¿eso es normal?

- No lo sé, pero me parece divertido. Hm, me están llamando aquí, hablaremos más tarde, ¿vale? O te veré mañana en Lyon.

- Va bene. Cuídate, ¿vale? Hasta mañana.

Me despedí y sonreí como una tonta mientras regresaba al patio trasero. Ellos no dejaban de molestarme sobre mi italiana. Pero ya no me importaba, me gustaba como eso sonaba eso. Por muy molesta que fuera... Camila no tuvo que besarme para que le gustara, ni pensó dos veces antes de defenderme. La barbacoa duró hasta el comienzo de la noche, no teníamos nada que hacer ni de qué preocuparnos. Fue un verdadero momento familiar, aunque no tuviéramos ninguna conexión sanguínea.

Simplemente CamrenWhere stories live. Discover now