Capítulo 28

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POV Lauren

Las expresiones de incredulidad todavía se apoderaban de Mani y Thomas. Incluso después de que estar sentados alrededor de la única mesa de la casa. Era obvio por las muecas que hacían que aún no creían que Camila estuviera allí, a mi lado, llevando ropas mías y con una sonrisa tonta que aparecía en su cara a cada minuto. Después del primer susto, Camila corrió para salvar el pan de la tostadora y me eché a reír por las muecas que Mani hacía cuando intentaba decir algo, pero sin lograrlo nunca. Así que fuimos a vestirnos, no podía quedarme sólo con la sábana puesta, así como no dejaría que Camila estuviera medio desnuda, por muy sexy que se vea en mi blusa.

- Bueno, suficiente. - Mani bajó su tenedor con un poco de fuerza en la mesa - ¿Qué demonios está pasando?

- Es una larga historia. - Camila comentó y delicadamente terminó de tomar su café.

- Oh, olvidé decirte. Cuando llegué aquí encontré esa foto tuya en el pasillo de la biblioteca. Fue Mani quien me ayudó a encontrarte. Le dije que eras el amor de mi vida y ella no me lo creyó, estaba con eso de la Dama de Hielo. - le expliqué a Camila que se sonrojó de inmediato.

- Odio ese apodo. - ella comentó poniendo los ojos en blanco y luego sonrió. - Pero sería difícil de creer si no fuera conocida de esa manera.

- ¿Así que eres la mujer de su vida? - Thomas repitió en un tono de duda. - ¿Eres lesbiana y estás comprometida?

- Exactamente. Siempre fui suya, de hecho. - Camila se encogió de hombros y cortó un pedazo de manzana, siempre tenía hambre después de una noche como la que pasó.

- No puedo creerlo. - Mani murmuró y luego se rió a carcajadas. - Nadie se lo creerá.

- No necesitamos que lo crean. - Camila añadió un poco seria. - Aprendí que no le debo explicaciones a nadie, sólo a los que realmente me importan.

- Espera, déjame entenderlo. ¿Estuvieron juntas en el pasado? - Thomas todavía buscaba un poco de lógica.

Camila me miró con la duda de que si debería contar nuestra historia o no. Pero por un tiempo viviría con Mani hasta que mi vida se estabilizara en Londres. Entonces tomé la mano de mi italiana y entrelacé nuestros dedos de forma amorosa y con una media sonrisa me enfrenté nuevamente a la pareja frente a nosotras.

- Estudiábamos en el mismo instituto desde la secundaria. - comencé a narrar. - Ella me odiaba, y yo la encontraba deliciosamente insoportable. Siempre terminábamos peleando y en eso, la directora nos obligó a escribir una redacción sobre la otra o tomaría medidas drásticas con nosotras.

- Ese fue el punto máximo de mi odio hacia ti. - Camila se rió al recordarlo. - Quería matarte.

- No eras la única mi amor, ¿lo ves? Nuestros sentimientos siempre fueron mutuos. - bromeé, sin poder resistirme a darle un beso en la mejilla sólo para verla quedarse avergonzada. - Pero eso sólo hizo que nos acercáramos más. Siempre tuve que arreglármelas sola, trabajar, cuidar de mi hermano pequeño. Camila descubrió todo sobre mí y bueno, ya saben, soy irresistible.

- Ragazza stúpida, ¡no seas tan presumida! - Camila se quejó, pero cuando la miré, ella sonreía. - Olvidaste decirles que io era completamente heterosexual.

- Eras tan mujeriega como yo, al menos en eso estamos iguales. - le recordé. - Pero de todos modos, en resumen. Nos enamoramos y empezamos a salir. Camila comenzó a cuidarme de una manera que me hizo amarla cada día más. Todo iba bien, el instituto, el trabajo, el romance. Pero todo se desmoronó cuando su padre se enteró de lo nuestro.

Simplemente CamrenWhere stories live. Discover now