Capítulo 23

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POV Lauren

Mi cuerpo estaba extendido en los escalones de la entrada de la estación de policía. Estaba fría, inerte en un momento en el que no parecía querer avanzar. La película que estaba pasando en mi mente me dejaba en una depresión aguda, hasta el punto de no que no noté nada de lo que pasaba delante de mí. Mi mente aún se resistía a procesar todo lo que había pasado, mi cuerpo dolorido sólo me recordaba que todo fue real y no la peor de las pesadillas. Hace poco más de media hora que Camila se fue con su padre y la sensación que tenía era que la había perdido. No me di cuenta que lloraba en silencio sólo de pensarlo otra vez. ¿Había perdido el amor de mi vida? ¿Cómo serían las cosas sin ella? Simplemente no podría imaginarme porque me dolía como si mi alma se desgarrara lenta y profundamente. Estaba en un punto en el que ya no sabía lo que era sobrevivir sin Camila a mi lado.

- ¡Lauren! - escuché el grito de Matías a lo lejos, pero él estaba parado frente a mí, tocando mis hombros y sacudiéndome. - ¡Lauren!

- ¿Mati? - pregunté confundida, mis ojos finalmente enfocaron al latino frente a mí. - ¡Mati!

Me arrojé a sus brazos y lloré todo lo que había sosteniendo en esa noche infernal. Sentí los brazos de Chris rodeándome y puedo jurar que eso fue lo que me impidió desmayarme, tirar la toalla y simplemente querer morir. 

Todos estaban allí, Lucia y Brandon entraron en la comisaría para averiguar lo que había pasado. Todavía no sabía cómo tuve fuerzas para llamarlos pidiendo ayuda después de quedarme sola. Sólo tardé otros quince minutos en llegar a mi casa, estaba desolada por dentro, incapaz de pronunciar una palabra porque no tenía suficiente fuerza. En mi mente sólo tenía la imagen de ese hombre diabólico llevándose lo más importante de mi vida. Pasé la noche llorando, Lucy a mi lado tratando de consolarme, pero no habría diferencia, en mi pequeño mundo estaba sola. Al día siguiente intenté a toda costa llamar a Camila. En su celular, en su casa, a Dinah. Nadie me respondía y la desesperación parecía convertirse en un apocalipsis dentro de mí.

- Me iré verla. - dije de repente, saltando del sofá. - Necesito ver cómo está. ¡Necesito verla!

Mi cuerpo y mente estaban completamente decididos. No la perdería tan fácil, no sin luchar con todas las fuerzas que me quedan. Estaba acercándome a la puerta, tomando de la manija cuando al mismo tiempo el timbre sonó. Lo abrí tan fuerte que pareció sorprender a Shawn en el otro lado. Verlo casi hizo dudar de mi determinación.

- ¿Cómo está ella? ¿Dónde está ella? – no le di tiempo para pensar, necesitaba urgentemente información. - ¿Ella está bien? ¡Shawn, di algo!

El hermano de Camila abrió la boca, pero la cerró y se puso tenso. Fue en ese momento que supe que algo muy malo había sucedido y que todas mis fuerzas se esfumaron tan rápido como se había levantado. Él me tomó suavemente por el hombro y me llevo nuevamente a mi casa. Allí sólo estaban Lucia y Matías, Brandon había llevado a Chris en la escuela, después de todo era lunes.

- No debería estar aquí, pero todo esto no puede pasar sin que estés enterada. - Shawn dijo en un tono profesional, allí estaba un abogado intermediando un caso. - Las cosas no salieron bien en casa. Camila está encerrada en su habitación sin ningún medio de comunicación.

- ¿Ella está bien? Aquel... Quiero decir, tu padre, no le hizo ningún daño, ¿verdad? - la preocupación me estaba volviendo loca.

- Físicamente no. - Shawn respondió siendo cuidadoso con cada palabra, pero respiró profundamente cansado y se pasó la mano por el pelo como si ya no supiera que hacer. - No hay una mejor manera de decirlo. Sólo... Mi padre nos ordenó mudarnos, nos vamos hoy mismo y si depende de él para nunca más volver.

Simplemente CamrenWhere stories live. Discover now