Capítulo 03

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POV LAUREN

Las fiestas de los adinerados eran los que me daban los mayores extras. Cada vez que hacia un buen trabajo, lo que siempre ocurría, recibía un extra y un incentivo para continuar en el negocio, además de una tarjeta para comunicarme con otro posible contrato. Aquel sábado no trabajaría en Fuego, el bar y y club nocturno de Matías, sino que me dirigiría al barrio más noble de la ciudad.

Me había puesto mi mejor atuendo. Pantalones cortos color negro, que me llegaba hasta los muslos, una blusa de mangas corta completamente blanca. Un sombrero negro con finas rayas en rojo descansaba perfectamente sobre mi pelo suelto y desordenados a propósito para causar un efecto a más. Para finalizar, unas botas de combate negro y un suspensorio rojo oscuro. El maquillaje era ligero, aparte del lápiz alrededor de los ojos, en la cual me lucí. Sé que mis ojos verdes eran llamativos y no costaba nada valorarlos.

- ¿Volverás a casa a dormir? - Chris preguntó desde la puerta de mi habitación.

- Probablemente. - Le respondí terminando de acomodar el suspensorio. - ¿Cómo me veo?

- Estás fea. - Él sonrió divertido.

Amenacé con correr para atraparlo. Cada vez que lo hacía, él sabía qué castigo vendría por delante: cosquillas. Pero Chris empezó a retroceder con una sonrisa adornando sus labios pero desistí, riéndome de la cara asustado y divertido que puso.

- Pórtate bien con Brandon, ¿vale? - Le advertí - Y nada de dulces hasta tarde.

- Jugaremos al Call of Duty toda la noche hermana. - Chris explicó nuevamente poniendo los ojos en blanco.

Sonreí, ese chico había llegado de una manera muy extraña en mi vida, pero cuidar de Chris me hizo madurar más rápido. Lo amaba como la única persona de mi familia que tenía. Me acerqué a él y le di un fuerte abrazo, él se quejó diciendo que estaba demasiado cursi y me reí, terminé por besarle la mejilla, dejando una suave marquita roja. Escuché el claxon afuera de la casa y sabía que era la señal, mi aventón hasta el lugar de la fiesta ya había llegado.

Obviamente, era el Civic de Matías que me estaba esperando. Le indiqué el camino, ya que había ido antes para preparar mi mesa de DJ y establecer mi lugar de trabajo. Mi vecino se detuvo cuando llegamos frente a una enorme mansión, con derecho a esos jardines delanteros que parecía estar a un kilómetro de la casa.

- Si pudiera nunca viviría en una casa como esta. - comentó Matías observando la mansión. - Una casa ventilada en la orilla del mar es suficiente para mí y Brandon.

- Que romántico. - me burlé y me encogí de hombros. - No me importaría tener suficiente dinero como para comprar una casa así en un abrir y cerrar de ojos.

- Ah, eso ya es otra historia. – Mati se rió y apretó mi hombro. - Buena suerte, cualquier cosa llámame.

- ¡Mi héroe gay particular!

Matías se rió a carcajadas mientras salía del coche. Todo iba bien. No había mucha gente en la fiesta todavía, sólo una pequeña parte de la familia de la cumpleañera y sus mejores amigas. Ellas me retuvieron por un tiempo, haciéndome preguntas sobre mi trabajo, donde ya había trabajado y todo eso. A Matías le encantaba cuando les decía que trabajaba en Fuego, uno u otro aparecía allí para verme tocar y eso significaba en la mayoría de las veces, en clientes vip a mi amigo. La cumpleañera, Bárbara, estaba preciosa con un vestido rojo algo atrevido, era su perfecta fiesta de 15 años. Bueno, yo formaba parte de esa perfección y tenía que mostrar mi valor. Cuando los invitados empezaron a llegar, me fui al salón donde estaba la pista y subí a mi escenario, mi dominio. Empecé a conectar el aparato, tomé mis auriculares y los dejé colgados del cuello.

Mientras terminaba los últimos retoques, los jóvenes ya se acercaban, algunos chicos me señalaban con una sonrisa maliciosa y me dieron ganas de reír, porque el resultado era siempre el mismo. Chicos decepcionados, chicas felices. La primera canción que toqué era un clásico para las fiestas de cumpleaños de mi playlist: Glad You Came, de la banda Wanted. Los primeros versos dejé en un toque normal, pero cuando la canción en sí comenzó, empecé a hacer mi magia de mezcla y la agitación se extendió como fuego entre esos adolescentes.

Eso fue sólo el punto de partida. Cuando empecé, ya no me detuve. Era dedicada y atendía a las peticiones, hacía mushups (dos canciones en una) y otras las canté yo misma, pidiéndoles que cantaran conmigo. La fiesta estaba abarrotada y eso era parte de un espectáculo perfecto. Yo hacía un paquete completo, bailaba allí encima divirtiéndome y por varios momentos me olvidaba que era sólo trabajo y no una fiesta de la que formaba parte. Alrededor de la una de la mañana, tenía una botella de bebida por la mitad a mi lado, cuando sentí que alguien tiraba de mi suspensorio por detrás y lo soltaba golpeando ligeramente mi blusa. Me di la vuelta y me sorprendí. ¡Yo conocía a esa chica, era de la escuela!

- Hey Lauren! - Dinah me saludó con una enorme sonrisa en su rostro. - ¿Podrías tocar una canción para mí y para Camila?

- ¿Camila está aquí? - Pregunté en un tono alto y sorprendido.

- Sí, mírala con un puchero por haber venido a hablar contigo. - Dinah se me acercó para señalar algún rincón de la fiesta.

Seguí la dirección y vi a Camila. Estaba de brazos cruzados y cuando vio lo que Dinah hizo, puso los ojos en blanco y balanceó la cabeza negativamente. ¡Dios, se veía tan hermosa! Llevaba pantalones negros totalmente pegado a sus piernas, ¡Y qué piernas, por cierto!. Llevaba una blusa más holgada de color lila, con un corte en V que llegaba hasta el ombligo, completando, un top oscuro. Su pelo castaño estaba suelto y bien ondulado, cayendo sobre sus hombros en una cascada de colores debido a las luces de la pista. Terminé sonriendo sin darme cuenta y ella arqueó una ceja haciéndome reír. Ella realmente me odiaba... Entonces, ¿Qué estaría pensando ahora?

- ¿Qué canción? - Le pregunté a Dinah, girando la cara para mirarla.

- Good Feelin' de Flo Rida. - Me respondió al oído de forma provocativa.

Asentí con la cabeza y me concentré en mi notebook en busca de la canción. Lo puse a tocar y pronto empecé a hacer algunos efectos de remix en ella. Tomé la botella para beber un poco más y poder relajarme de tal sorpresa. Todavía estaba en el trabajo y no podía estresarme tan fácilmente.

Simplemente CamrenHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin