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Cuando eran niños solían dormir juntos, Kyoko solía leerles un cuento, darles un beso en la frente y dejarles para que durmieran. Kyoko sabía que Yusaku tenia pesadillas, por lo que se quedaba un poco más de tiempo esperando a que ambos se durmieran, a veces entraba de nuevo solo para ver que ambos se encontraran dormidos.

Pero hubo una noche en especial que Kyoko se quedo parada en la puerta de la habitación de sus hermanitos. Había escuchado gritar a Yusaku, sabía que había tenido una pesadillas, subió rápidamente para ayudar a que su hermanito se tranquilizara... pero no tuvo necesidad de entrar. Al acercarse a la puerta vio como Ryoken y Yusaku se encontraban abrazandose, se quedo en silencio al lado de la puerta.

- Esta bien, Yuku... estoy aquí - susurró Ryoken - Y-ya... no estas en ese lugar... aquí estoy... contigo...

- Ryo... - Yusaku parecía estar llorando.

- No dejaré que te vuelvas a lastimar... prometo que te protegeré, Yuku...

- Ryo... te quiero mucho, Ryo... 

- También te quiero, Yuku.

Kyoko no pudo evitar sonreír al ver como Ryoken daba pequeños besos limpiando las lágrimas que caían de las mejillas del menor y como Yusaku correspondía a los besos dando un par de besos al mayor en las mejillas del mayor. Ella cerro la puerta lentamente para que sus hermanitos no notaran que ella había presenciado la escena.

Yusaku tenia a Kyoko como confidente, ella fue la primera en enterarse que el menor de cabello azul y rosa estaba enamorado de Ryoken.

- Tu y Ryoken-sama merecen ser felices, Yusaku-kun - había dicho Kyoko esa noche cuando le confeso que estaba enamorado de Ryoken - Eres el indicado para borrar todo el dolor que Ryoken-sama carga en su interior...

- Gracias, nee-san - sonrió Yusaku abrazando sus rodillas - realmente... amo a Ryoken... me alegra que tu me apoyes...

- Solo quiero que mis lindos hermanitos sean felices.

Yusaku sonrió después que Kyoko le diera un tierno beso en la frente, se sentía bien que su hermana lo apoyara. 

Casi un mes después Ryoken inició el proyecto de los Caballeros de Hanoi, casi dos meses después ellos comenzaron a salir, siendo Kyoko la primera en enterarse por parte de Yusaku y, de paso, ganando una apuesta que tenia con Fausto y Gerome... lo único que lamentaba era que ambos se encontraban atrapados en aquella guerra. 

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Fausto y Playmaker se encontraban frente a la "tumba" de Vyra y Gerome... Revolver acababa de irse. Después del duelo con Blue Angel, Vyra había liberado a todos aquellos que se encontraban atrapados por el virus "Another"...

- No podemos seguir con esto - susurro Fausto - hemos tratado de salvar a Ryoken por todo este tiempo...

- Ryoken... Ryoken solo quiere cumplir el sueño de su padre...

- Yusaku-kun... ¿En serio crees que haces lo correcto?

- Y-yo... Solo quiero salvar a Ryoken...

- Si...

Fausto se desconecto, Playmaker miro una última vez a su hermana... Le había hecho una promesa, no importaba que... Estaba dispuesto a cumplir la promesa que le había hecho a su hermana. Soltó un suspiro desconectandose de Vrains.

Cuando abrió los ojos en la vida real se encontró con la mirada de su novio, toco su propio rostro, no sé dio cuenta de cuanto había llorado hasta ese momento.

Partners in CrimeWhere stories live. Discover now