Llamadas

2.5K 100 11
                                    

Holi! Pues ya tenéis el capítulo, hoy un poco más pronto que el otro día. Entiendo que la narración sea a lo mejor un pelín lenta, pero ya entenderéis por qué en el futuro. Espeto que os esté gustando. Como siempre leo vuestros comentarios!

Aitana

Los rayos de sol interrumpieron mi sueño, que seguramente se había alargado. Me acurruqué en los brazos de la persona que me abrazaba. Era Luis. No tenía muy claro los recuerdos de la noche anterior. Lo que sí tenía claro es que había estado a punto de besarle. Y si no llega a ser porque nos frenó, ahora mismo la culpa me estaría comiendo por dentro. Que aún así lo hacía.

Evité moverme cuando noté que la respiración de Luis se aceleraba, como si se hubiera despertado. Refugié mi cabeza en su pecho mientras él me acariciaba con delicadeza el brazo. Pude notar su miraba clavada en mí. No me di por enterada.

Oí dos suaves toques en la puerta y el sonido que hacía al abrirse. Unos pasos de acercaron a Luis, quien quitó la mirada de mí y dejó que acariciarme.

- Diez horas lleva- susurró Javi riéndose.
- Ayer tampoco dormimos mucho- comentó Luis.- Fuimos a ver las estrellas.

- Creo que tenemos que hablar de lo de ayer- dijo Javier, y mi corazón de aceleró al pensar que podía tratarse de algo relacionado conmigo.

- Ya te lo dije Javi. Tengo que solucionar lo demás primero. Pero no controlo mi corazón. No puedo.

- Yo ya te he dicho que lo que te haga feliz a ti me hará más feliz a mí.- Hizo una pausa y continuó- Se ve la luz en ella. Entiendo perfectamente lo que sientes.

No necesité más palabras para saber que estaban hablando de mí. Nos habíamos declarado anoche. Al final sí que había perdido la cuenta de los vasos que llevaba. Y entonces ya tenía la certeza de que había intentado besarle. No era un sueño.

Javi salió de la habitación y Luis volvió a acariciarme, depositando un beso en mi cabeza. Podría vivir así por siempre.

- Aiti- dijo de repente. No me moví ni un centímetro, dejando que me mimara un rato más. Era bastante perezosa cuando se trataba de la cama.- Son las dos Aiti. Es hora de comer.

Empecé a removerme mientras él se reía.

- No te rías- murmuré.

- Es que eres tan mona cuando te despiertas.

- No me vaciles que también tengo mal humor.

Empezamos a reírnos los dos sin dejar de estar abrazados, para cinco minutos después empezar a movernos.

Me dejó ir primero a la ducha y me tomé mi tiempo para intentar despejarme. No tenía mucho dolor de cabeza, la verdad es que mi resaca no era especialmente molesta, aunque tampoco había tenido mucho tiempo de investigar al respecto. No me lavé el pelo porque sabía que podría tardar una eternidad y Luis también tenía que ducharse. Terminé en un cuarto de hora y le cedí el turno.

Mi teléfono empezó a vibrar. Vicente. Esperé un poco para cogerlo porque tampoco tenía muchas ganas de hablar con él, aunque ciertamente es que no podía ignorarlo constantemente.

- Hola Vicente

- Hola cosita. Ya vi que ayer te fuiste de fiesta- dijo. Estaba acostumbrada a qué revisara mi Instagram así que ya tenía claro que iba a saber dónde estuve anoche.

- Sí, nos invitó un amigo de Luis al pueblo de al lado- esperaba que me preguntara cómo me lo había pasado pero hubo un silencio incómodo que yo no quise mantener mucho tiempo- ¿Tú qué has estado haciendo?

Con tu mano me vuelvo a levantarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora