Libre

2.8K 81 19
                                    

¡Hola! Como siempre, aquí tenéis el capítulo de los martes. Esto es muy triste pero ES EL ÚLTIMO CAPÍTULO. Todavía queda el EPÍLOGO que lo publicaré la semana que viene, seguramente EL JUEVES (empiezo globales esta semana, así que tengo que hacer un pequeño parón), y después de esto, vendrá otra historia. La historia se llamará LA DEUDA ENTRE TÚ Y YO, y pronto os contaré más cosas.

Y ya paro de deciros cosas, así que espero que disfrutéis el capítulo (más largo que de costumbre), muchísimas gracias por leerme y os leo!

Cepeda

Salí de la calle de Aitana, llamando a Roi con el manos libres para decirle que iba hacia su casa. Me esperaban apenas diez minutos de trayecto, básicamente por el tráfico que inundaba siempre las calles del centro de Madrid.

- Cepeda- dijo Roi, al otro lado de la línea

- Roi, voy hacia tu casa.

- ¿Dónde has estado pillín?

- Lo mismo te podría preguntar yo a ti- dije intentando disimular.

- ¿Cómo te has enterado?- murmuró.

- ¡No lo sabía!- dije riéndome.- Me lo acabas de decir tú.

- Mierda. Ven ya, anda, tengo que contarte mucho.

- ¿Tanto da una noche de sí?

- No por ser una noche- corrigió Roi.- Esto es por habernos separado.

Colgamos cuando me quedaban apenas cinco minutos para llegar a su calle. Dejé atrás la plaza de Bilbao y entré en la calle Fuencarral. Tres minutos después, había encontrado sitio para aparcar en la mera puerta de su casa, algo completamente milagroso, teniendo en cuenta el tamaño de mi coche y la estrechez de las calles de aquella zona de Madrid. Saqué de mi bolsillo el juego de llaves, donde estaban por supuesto las de mi casa, las del 1016, pero también las de la casa de mi amigo, una costumbre que habíamos tomado en septiembre, teniendo en cuenta que la casa de Roi estaba mucho más cerca que la mía del bar para emergencias.

Subí las escaleras y llamé a la puerta. Roi estaba sobre ella prácticamente, pues abrió instantáneamente, y agarrándome de la camiseta me introdujo en el interior.

- Vale tío, me muero por que me cuentes, pero tengo que empezar yo porque vas a flipar- dijo Roi, mientras entraba en el salón.

- Dispara.

- Lo que dejado con Cris.

Me quedé impactado. Recordaba a mi amigo con ella durante prácticamente tres años, y nunca habían tenido ningún problema, a parte de los que han surgido en los últimos meses.

- ¿Cuándo?

- Anoche. Bueno, cuando os fuisteis dejamos a Miriam sola, e iba a acompañar a Ana a su casa, y Cris nos vio. Llevaba meses sospechando de ella y cuando nos vio enfureció. No me gustó nada que se comportara así que Ana, así que le dije que lo nuestro se había acabado.

- Vaya Roi, no me esperaba eso de Cris.

- Yo tampoco, pero en parte es culpa mía- reconoció mi amigo.- Tendrçia que haberlo dejado con ella en cuanto empecé a tener dudas, aunque no hubiera pasado nada. Sólo espero que me vuelva a dirigir la palabra en algún momento, no quiero perderla como amiga.

- Haces bien tío- dije apoyando la mano en su hombro. ¿Algo más?

- Bueno, al final Ana vino a casa- dijo en un tono más bajo.- Te puedes imaginar lo que pasó.

- ¡Roi!

- ¡Ya lo sé! Pero es que me dijo que llevaba mucho tiempo enamorada de mí. Se sentía fatal por lo que había pasado con Cris, y me dijo que estaba dispuesta a alejarse de mí si no sentía lo mismo, para no incomodarme.

Con tu mano me vuelvo a levantarWhere stories live. Discover now