Éxtasis

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 Segunda parte del MARATÓN (2/2). Espero que os guste. AVISO CONTENIDO SOFT AL FINAL. Y no tan soft la primera parte xd la vergüenza que he pasado escribiéndolo. No soy ni la mirad de buena que Lou, Pam, Chris o cualquiera de las autoras escribiendo estas escenas pero estoy satisfecha con mi trabajo. Gracias una vez más por todo. Os cuero y os leo!

Aitana

Fue un beso profundo, conocido para ambos pero desconocido como personas juntas. Su mano subió hasta mi mejilla, mientras que la otra reposaba en mi cintura. Yo pasé las manos alrededor de su cuello para profundizar el beso.

En algún momento de ese beso me impulsé y Luis agarro mis piernas acercándome aún más a él. Sus manos llegaron a mis glúteos, apretándome con delicadeza. Comenzó a andar hacia los pies de la cama y se sentó, dejándome por encima de él, sentada en sus piernas. Dejó mis labios y se aventuró en mi cuello, mientras que mis manos jugaban con sus rizos. Miró hacia mí y sonrió con ternura. Le devolví el gesto y ataqué su boca.

Tal fue la fuerza que él se tumbó sobre la cama, dejándome encima. El vestido se subió hasta la cintura, así que cuando Luis fue a poner de nuevo sus manos en la parte alta de mis piernas, produjo un grito ahogado. No pude evitar reírme. Él respondió moviéndome para tumbarse encima de mí. Me lanzó una mirada interrogante mientras agarraba su camiseta. Asentí y había desaparecido.

Es verdad que ya le había visto así, todas las veces que fuimos a las piscinas naturales en Candeleda o incluso en la piscina que ambas casas compartían. La fuerza de sus músculos me impactaron, marcándose, permitiéndome recorrerlo como si de un laberinto se tratase.

- Cuando quieras parar me lo dices.

Asentí. Miré hacia abajo mientras me levantaba lentamente el vestido. Más que un fin sexual, era tener cuidado en cada uno de los movimientos que hacía. Me ayudó a levantarlo por mi cabeza y se quedó mirando mi cuerpo.

- Eres preciosa- murmuró.

Entonces, volvió al ataque de mi cuello. Me recreé rozando su espalda, brazos y torso, parándome a admirar cada uno de sus rasgos. Su boca descendió hasta la copa del sujetador y guié sus manos al cierre de mi espalda. Se deshizo de él y hundió su cabeza en mis pechos, haciéndome murmurar su nombre de placer. Mis manos fueron directas al cinturón de su pantalón, intentando intuir el camino de apertura de sus pantalones. Él se aparta ligeramente para ayudarme con los suyos y, cuando consigo arrancarlos, empieza con mis medias.

Muevo las caderas desesperada por buscar contacto, y nuestros jadeos empiezan a inundar su casa, en busca de eso más que tanto tiempo llevamos buscando. Sus manos buscaban cada parte de mi cuerpo y mis dedos se enredaban en sus rizos, cada vez más largos a falta de un corte de pelo que esperaba que no se hiciera.

- Joder- murmuró contra mi cuello, mientras parecía que el ambiente se calentaba.

Apenas lo pensé, pero agarré su miembro por encima de los calzoncillos, de cuadros y horrendos, pero él apartó mi mano ligeramente, para continuar sus besos hasta mi oreja.

- Voy yo primero- murmuró, produciéndome un escalofrío.

Siguió descendiendo por mi cuerpo mientras que yo apoyaba mi espalda contra la cama. Se entretuvo en mis pechos, lamiendo y succionando, ayudado por sus manos. Continuó su camino hasta el inicio de mis piernas, donde no se detuvo, como yo esperaba, sino que continuó hasta mis muslos, y empezó a lamerlos de manera ascendente, cada vez más cerca de mi centro.

- Me estás volviendo loca- dije entre jadeos, mientras seguía en el mismo camino.

- ¿Ah, sí?- dijo provocativo, con su cabeza entre mis muslos.

Con tu mano me vuelvo a levantarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora