7

3.5K 269 53
                                    

-Te llame la otra vez y me contesto Sara ¿No te dijo?- me pregunto sonriendo. 

-Si, si me dijo- sonreí- pasa, sabes que estás en tu casa. 

Lo dejé pasar y cerré la puerta. 

-¿Interrumpí algo?- pregunto Caleb y me di cuenta que me había olvidado de ese pequeño detalle. 

-No, para nada- camine hacía él- siéntate- me senté alado de Ezequiel, el cual estaba muy apenado- Ezequiel, él es Caleb, es...- me quede callada pensando en cómo lo iba a presentar. 

-Nos conocemos desde hace 16 años- sonrió Caleb- de echo, éramos novios en la preparatoria- dijo todo quitado de pena- pero a la mitad de la universidad terminamos, queríamos cosas muy diferentes, pero no te preocupes, eso paso hace mucho tiempo, de echo yo me voy a casar- sonrió al terminar de contar toda nuestra historia. 

Siempre tan directo, como siempre, Ezequiel empezó a reír. 

-Es un gusto conocerte Caleb, ¡Ay! Me encanto tu presentación, si debo ser sincero- le ofreció su mano y el la tomo feliz- y ¿Cuánto duraron? 

¿Esto no puede ser más incómodo? 

-Duramos- se quedó callado- santo Dios, ¿Cuándo fue?- empezamos a reír- a pasado demasiado tiempo. 

-Fueron tres años- le conteste. 

-¿Tres años? Guau, que aguante- dijo Ezequiel sorprendido- y con tu futura esposa ¿Cuánto llevas? 

-Cinco años- sonrió- mira, es ella- le enseño una foto de ella- se llama Maddie. 

Maddie es muy simpática, de echo cuando Caleb me presento con ella, hizo exactamente lo mismo que con Ezequiel; primero que sorprendió mucho debido a la sinceridad de Caleb al expresarse así de mí, incluso estaban Sara y Kenya, estaban muertas de risa al ver la expresión de Maddie. 

-De echo- hablo Caleb atrayendo mi atención- por eso estoy aquí, traigo las invitaciones-  me dio un sobre con la invitación y tres boletos- sería increíble si fueras Ezequiel, estas invitado. 

-Te lo agradezco. 

-Ten- me dio otro boleto- guárdalo ahí, porque pierdes las cosas. 

Rodeé los ojos y lo guardé. 

-¿Te cuento algo que me hizo?- le dijo Caleb a Ezequiel, tenía una mirada divertida. 

-No, él no quiere saber, cállate- le conteste. 

-Sí, cuéntame- contesto Ezequiel y le brillaron los ojos a Caleb. 

-Una vez- empezó a relatar- tenía un examen muy importante y entonces le pedí a Ann, que me guardara mi acordeón donde tenía todo lo que tenía que estudiar, porque iba a jugar basquetball, entonces ¿Sabes que hizo? Se sonó la nariz con el papel y tenía todos sus mocos en el único método de estudio que tenía- me tape la cara- y todo porque a la niña se le olvido que tenía ese papel. 

Ezequiel no dejaba de reír y sentía que la tierra me quería comer. 

-Qué bueno que me lo dices- dijo entre risas Ezequiel- me sorprende que con ningún papel importante hayas echo eso. 

-Ya he cambiado mucho- le conteste. 

-Vaya que si- sonrió Caleb- ¿Sigues con eso? 

Sabía que se refería a las pastillas, porque las había dejado en la mesa de té. 

-Si- le conteste. 

Asintió con la cabeza, pude notar que se había puesto incomodo, cuando terminamos aún seguía tomando mis pastillas, aunque ya no era tan seguido; él también paso por momentos difíciles cuando yo trataba de suprimir todos esos horribles momentos. Es un tema que actualmente no se toca, los dos somos sensibles en eso. 

-Bueno- hablo Caleb después de un silencio incomodó- me paso a retirar, le pedí permiso a mi jefe para que me dejara venir- se levantó y nosotros hicimos lo mismo- fue un verdadero placer Ezequiel. 

-El placer es mío. 

Camino hacía la puerta y yo lo seguí, le abrí la puerta y se paró en el umbral de la puerta. 

-No vayas a tomar muchas- me pidió- por favor, no puedo ver como vuelves a recaer. 

-No lo haré, te lo prometo- le conteste tranquilizándolo. 

-¿Quieres que les traiga algo?- sonrió- ¿Una caja o solo uno?- sabía a qué se estaba refiriendo, haciendo que lo golpeara en el hombro y me sonrojara- tengo en el auto, uno nunca sabe, se sentía esa tensión desde que abriste la puerta. 

-Que idiota eres, enserio. 

-Me avisas cuando vaya a ser tío, pido que se llama Caleb. 

-¡Ay! Ya vete. 

Lo volví a golpear y él se fue riendo, cerré la puerta, estaba muy sonrojada; nunca me había visto en una situación así con Caleb, aunque con el si haya pasado eso, pero nunca me imagine que me diría esas cosas, hizo que enserio me diera mucha vergüenza. 

Camine hacía Ezequiel y me senté a su lado. 

-¿Puedo abrirla?- me pregunto con la invitación en las manos. 

-Por supuesto. 

La abrió y la vio con detenimiento, me alegraba tanto por Caleb, encontró a una chica muy linda y la quiere demasiado, bueno Caleb siempre ha sido un amor de persona, pero se ve muy feliz a su lado. 

Era el viernes la fiesta, espero que mis episodios desaparezcan para llegar ese día tranquila. 

Al poco rato llego Sara y Kenya, cuando vieron a Ezequiel, ambas se quedaron con la boca abierta, no dejaban de hacerme señas, tenía tantas ganas de golpearlas, pero tuve que tranquilizarme. 

Ya era un poco noche cuando Ezequiel se fue, me pidió que si volvía a tener algún episodio lo llamara. 

Preferí no contarle a Sara y a Kenya sobre eso, no quiero que se alteren y más Sara, entre a mi cuarto y recibí un mensaje. 


Me encanta escuchar tus gemidos, me imagino como serán cuando sean provocados por mí. 12:36am

RETURNS (Andy Biersack)Where stories live. Discover now