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-Necesito revisar todo esto más a fondo, Anna. 

-¿Me está diciendo que hay probabilidades de que ese sujeto está vivo? ¿Qué quien he visto es él? 

-No lo sé Anna- se tocó la cara frotándose los ojos- debo investigar, es imposible que esté vivo. 

-Necesito una respuesta. 

-Te llamare en cuanto sepa algo. 

Me dejo en la puerta y corrió hacía el levador, cerré la puerta con llave. Me había pedido que no saliera de mi casa, mandaría a algunos oficiales para asegurar todo el perímetro. Le marqué a Ezequiel y espere que me contestara. 

-Anna, ¿Estas bien?- fue lo primero que dijo al descolgar- me llamo Kenya y me contó lo que paso. 

-Si, estoy bien. No se por cuanto tiempo no podre ir a trabajar, no puedo salir de mi casa. 

-Voy para haya. 

No me pude negar, porque colgó, me senté en el sillón, me encogí y vi a todos lados, parecía que nada había pasado, que estaba segura aquí. Pose mi mirada en mi celular y lo tomé, volví a reproducir le vídeo, me sentía mareada cuando empezaba a cercar la cámara cerca de mí; no dejaba de enfocar mi cara, se alejó de mí y vi su reflejo en el espejo que tenía en mi recamara, tomo un labial y escribió algo. 

¿Qué rayos? 

Me levante y entre mi cuarto, pero no había nada escrito ahí, me acerque a él y pude ver marcas de el labial.

Reproduje el vídeo, en la mañana no lo había visto completo, con ver ese pequeño cacho, me causo demasiado terror. Tocaron la puerta y del susto tire el celular, me acerque a la puerta con los nervios de punta, pero al escuchar su voz, me tranquilice. 

-Anna, ¿Estas bien? 

Abrí la puerta y lo abracé. 

Lo dejé entrar y volví a entrar la puerta con seguro, nos sentamos en el sillón y me agarro la cara. 

-¿Estas bien?

-Si, ya me tranquilice un poco, pero descubrí algo más en el vídeo. 

-¿Qué es?  

Fui por mi celular y se lo di donde estaba el vídeo, mientras lo veía, estaba haciendo muecas, cuando salió lo del espejo se levantó rápido y entro a mi cuarto. 

-¿Es él? ¿Es ese hombre?

-Si- se sentó de nuevo a mi lado- fui con un policía, el cual es amigo mío y busco en la base de datos su fecha de difusión, pero no sale. Me pidió que me quedara aquí, dijo que mandaría a unos oficiales para que cuiden las entradas. 

-Hablare con Adam y le explicare todo, para evitar que tengas problemas con tu trabajo. 

-Gracias. 

Me recargue en su hombro y me dio un beso en la cabeza. 

-No dejare que nada te pase. 





Fui directo con uno de los doctores que lo atendieron cuando le dispararon, al llegar entre a su consultorio y me vio sorprendido. 

-Buenas tardes, ¿A que debo su visita?- me pregunto poniéndose de pie y estrechando mi mano. 

-¿Recuerdas haberlo operado?

Le entregue la foto y la examino. 

-Lo operaste por contacto de bala- le dije- hace once años, aproximadamente. 

-Es un criminal ¿Verdad?- asentí con la cabeza- Si, lo recuerdo, ¿Qué pasa con él? 

-Después de que lo operaste, ¿Qué fue lo que paso con él? 

-Unos oficiales se lo llevaron, les pedí que no lo hicieran, porque estaba en estado crítico, pero no me hicieron caso. 

-¿Estaba vivo cuando eso paso? 

-Si. 

Sentía que iba a explotar, le di las gracias y salí del hospital, conduje de nuevo a la estación y al llegar entre a mi despacho, empecé a buscar todo lo que pude de él. Pero no me salía nada nuevo, después de que escapo, no había ningún informe sobre él, nada. 

Preferí buscar en las cámaras de la ciudad para ver si lo encontraba, y lo logre, estaba entrando a un edificio, parecía de oficinas, salió después cuando ya era noche ¿Qué será ese edificio? 

Después, lo volví a ver en un auto, salió de ahí y entro a un salón de eventos... ¿Anna estaba ahí? Regrese un poco las grabaciones, y si, pude ver cómo ella entraba en el salón y en aquel edificio. 

Ya la estaba siguiendo. 

El desgraciado había vuelto a acercarse a Anna. 

Salí de mi oficina dispuesto a decirle a Anna todo lo que había encontrado, esta vivo, lo está. Al pasar por la recepción, lo vi.

-¡Quédate donde estas!- le dije mientras sacaba el arma de su funda- no te muevas. 

Mire a todos lados, pero no había nadie. 

Solo éramos él y yo. 

-Tranquilo oficial- sonrió cínicamente- ¿No se alegra de verme? Yo lo extrañe, si soy sincero. 

-Te voy a arrestar. 

-¿Por qué lo haría? No he cometido ningún delito- se alzó de hombros, se estaba burlando. 

-¿No te suena acoso y allanamiento de morada? 

-Ahora que lo menciona, sí, pero solo lo hice porque quería ver a mi querida Ann- sonrió y se mordió el labio. 

-Las manos en la cabeza, Biersack

Me acerque a él lentamente, seguía con su sonrisa toda despreciable. 

-¿Sabe si Anna me extraño? Porqué, sé que estuvo con ella hace un par de horas, ¿Le sorprendió mucho mi noticia? La verdad, ya no aguantaba que no supiera de mí, era una tortura. 

-Eres un maldito enfermo, te quedaras sepultado en la cárcel, me asegurare de ello. 

-Eso lo ha intentado varias veces y míreme, estoy mejor que nunca. 

-¿Cómo es que sobreviviste? 

-Es un pequeño secreto, mi amigo. 

Al acercarme a él, saque las esposas y al intentar ponérselas, golpeo mi mano haciendo que mi arma se cayera y las esposas las puso en mi cuello. 

-No sabe, cuanto he esperado para matarlo, oficial, será lento y doloroso. Se lo prometo- empezó a apretar las esposas, no podía tocarlo- ¿En verdad creyó que me iba a detener? Nadie puede hacerlo, Anna es mía.

RETURNS (Andy Biersack)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora