41

2.8K 225 59
                                    

Cuando Anna salió de la habitación, me llevaron a mi a la camioneta, verificaron que las esposas estuvieran bien, para que no intentara escapar. 

Al llegar al penal, me volvieron a revisar como los últimos días, pero la diferencia fue que ahora si me llevaron a mi celda, no ese cuarto apestoso con todos los demás reos que apenas van a ingresar. 

-Este blanquito es mío- escuche a uno de los reos que estaban en la reja, lo voltee a ver y me reí. 

Los guardias me quitaron las esposas y me metieron a mi celda, me senté en la cama de abajo y suspire, ahora me toco solo. ¿Cómo estará mi amigo Kevin? Lastima que no encontrare a un compañero de celda tan amable como él. 

Me acosté en mi cama y me puse a pensar en mi querida Ann. 

Yo se que me ama, lo puedo ver en sus ojos, y algo también me dice que va a tener a ese niño, espero que sea niño, o si es niña no importa, la podre amar así como amo a su madre. 

-Oye- escuche que alguien me hablaba desde el barandal, abrí los ojos y vi a un tipo, tal vez de mi estatura.

-¿Qué?- le conteste sin pararme de la cama. 

-¿Eres Andy Biersack?- sonrió al decir mi nombre. 

-Si, ¿Que es lo que quieres? 

-Escuche que te habían ingresado, pero no lo creí, mataste al cerdo que me metió aquí. 

Me levante y me puse enfrente de él. 

-¿Al oficial Philip?- le pregunte y asintió con la cabeza- hace muchos años lo quería muerto y lo hice de una vez por todas. 

-Mate a uno de sus hombres y juro que me atraparía, y lo logro, hiciste bien Biersack. 

-Ya que tu sabes mi nombre, ¿Puedo saber el tuyo? 

-Guillermo, el apellido no es importante.

-Si tu lo dices- metió su mano por los barandales, la tome y la estreche- ¿Eso era todo? 

-Te vendría bien un compañero, aquí hay mucha rata, debes estar atento y ya llevo varios años aquí, te puedo ayudar con eso.

-Se cuidarme solo.

-No lo dudo, pero a nadie le hace daño tener un compañero

-Acepto tu oferta, pero supongo que quieres algo a cambio. 

-No, para nada, solo quiero escuchar tu historia. 

-¿Puedo salir de aquí?

Vio a uno de los guardias y le pidió que abriera la puerta, caminamos hacía la salida del edificio y estábamos en el patio principal. 

-Lo que pasa aquí, es como si fuera una selva, los guardias no hablan, si te lastiman aquí, aquí te debes curar o en su caso, morir aquí. 

-Perfecto, ¿A quien debo conocer de aquí? 

Caminamos hacía unos bancos, nos sentamos y de ahí saco una cajetilla de cigarros, me dio uno y lo tome gustoso, hace tiempo que no fumaba. 

-El hombre que esta ahí- señalo a un hombre musculoso- el maneja las drogas aquí, si algún día quieres, búscalo, pero deberás trabajar para pagarle- asentí con la cabeza- ese otro de allá, es el que te mueve en los trabajos de aquí, depende mucho de como te relaciones con él, son los trabajos que te dan. 

-¿Cual ha sido el peor? 

-Limpiando escusados- sonrió- el hombre pegado a la reja, te puede ayudar para conseguir bonos para hablar por teléfono. 

RETURNS (Andy Biersack)Onde histórias criam vida. Descubra agora