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Intenté bloquear el número que me mando ese mensaje, pero por alguna extraña razón, me decía que el número no existía. 

¿Cómo es posible que manden mensajes desde un número que no existe? 

Preferí no decirle a Sara y a Kenya esto. 

Posiblemente todo esto sea producto de mi imaginación, por todo lo que ha pasado los últimos días. 

Me arregle para ir al trabajo, Ezequiel me dijo que si aún me sentía mal, era mejor que no fuera y me quedara a descansar, pero estoy segura que si dejo de ir y Adam se da cuenta de eso, le puede dar mi puesto a otra persona y eso no sería para nada bueno, porque me esforcé mucho para estar en este puesto. 

Sara y Kenya no dejaban de molestarme con Ezequiel, estaban felices porque, al fin le había echo caso, después de casi dos años de insistencia de su parte. Al llegar al trabajo, entre al elevador y cuando las puertas se iban a cerrar, alguien metió la mano para impedir que estas se cerraran por completo. 

-Buenos días, señorita Anna- me saludo y se puso a mi lado- por poco y no alcanzo el elevador. 

-Buenos días, señor Andrew- le conteste y saque mis pastillas del bolso. 

-No me hable así, dígame Andy- asentí con la cabeza y me lleve un par a la boca y tome agua- ¿Necesita que le ayude en algo? 

Puso sus manos en mi espalda y me separe de él. 

-No gracias, estoy bien- le conteste tratando de sonar tranquila, pero mis nervios me estaban matando. 

¿Desdé cuando el elevador se tarda tanto en subir? 

Mire hacía enfrente y respiraba profundamente, sentía su mirada y su presencia cerca de mí, no me podía bajar un piso antes, porque obviamente se daría cuenta que no quiero estar cerca de él y eso no sería para nada bueno en mi trabajo. 

Dio un paso hacía enfrente y las puertas se abrieron, suspire tranquila, cuando iba a salir el se puso a mi lado. 

-Nos vemos luego Ann. 

Ann. 

Sólo él me decía así y aunque otros me dijeran así, nunca me daban escalofríos tan horribles como cuando él lo dijo. 

Salí rápido del elevador para evitar subir otro piso y caminé hacía la oficina de Ezequiel, quien estaba acomodando unos papeles. 

-¿Cómo te sientes, hermosa?- me pregunto al verme. 

-Bien, gracias ¿Y tu? 

-Ahora mejor- sonrió. 

-Y, ¿Donde será mi lugar? 

-Es cierto, no te lo enseñe, ven- salimos de su oficina y entramos a otra que estaba alado de la suya- seremos vecinos. 

Abrió la puerta y vi un estudio muy bonito, entre y vi todo a mi alrededor. 

-¿Qué te parece? 

-Esta increíble. 

-Sabía que te gustaría y mira- abrió una cortina- para que no me extrañes, solo nos separa un cristal. 

-No sé cómo sobreviviría sin ti, esta es mi salvación- bromee y el me dio un beso rápido. 

-Adam ya te dejo algunos modelos y los puedes mejorar como gustes, al terminarlos se los debes mostrar a Andrew. 

-¿Por qué a él? 

-Porque recuerda que es el encargado de la fórmula de los labiales y los modelos que te dejo Adam, son de labiales. 

Trágame tierra.

-Perfecto- le conteste.

 Salió de la oficina y entro a la suya, puso su mano en el cristal e hizo un puchero con sus labios, puse mi mano a la altura de la suya y le sonreí. 

Es muy cursi y tierno. 

Se dio la vuelta y empezó a hacer su trabajo, lo imite y también empece a hacer el mío. Por fin me sentía llena en este lugar, porque estoy haciendo lo que me gusta y lo que quería hacer desde que llegue aquí y lo estoy logrando. 

Modifique algunos detalles y me gustó mucho el resultado, solo espero a que ya salgan a la venta estos productos para ver mi modelo en físico. 

Le mande un mensaje a Ezequiel y al verlo sonrió. 



Ya termine el trabajo 5:13pm 

¿Quedó hermoso como tú? 5:13pm 

Yo siento que sí, pero tendrías que juzgarlo 5:14pm 

¿Quieres que le hable a Andrew? 5:14pm 

Si, por favor, para enseñarle los modelos antes de irme 5:14pm 

Voy por él, guapa 5:15pm 



Se levantó de su silla y salió de su oficina, estaba nerviosa, no se cómo referirme hacía él, mis nervios estaban de punta, en unos minutos tocaron la puerta y se asomó. 

-¿Puedo pasar? 

-Si, por favor- me levanté y tomé mis modelos- hice algunas modificaciones- se los dí. 

-Son increíbles, no me has decepcionado, lo que dicen de ti es muy bueno- sonrió y me hizo sentir incómoda- el señor Carmin y Adam me dijeron que eres una excelente diseñadora. 

Voltee hacía la oficina de Ezequiel, pero estaba, lo voltee a ver y él estaba viendo hacía la otra oficina, puso su mirada en la mesa dejando los modelos y se rasco la nuca. 

-Perdón mi atrevimiento, pero ¿Tienes algo con el señor Carmin?

-Por el momento, no. 

-Me alegra escuchar eso- lo vi mal y tomo suavemente mi cintura- desde que te vi me llamaste la atención. 

No sabía cómo responder a eso, su manos en mi cintura sentía que se hacía más estrecha y eso me asusto. 

-No sé qué decirle. 

Toco mi cara con su otra mano, sentía que me iba a besar, trate de separarlo pero no se quitaba. Empezaba a sentirme agobiada, pero antes de que me besara, la puerta se abrió y él se separó rápido. 

-Perdón no quería interrumpir- dijo Ezequiel y estaba viendo de manera seria a Andrew. 

-No hay ningún problema- le contesto él- ya me iba, me encantaron los modelos. 

Salió con ellos en la mano y cerró la puerta de la oficina. 

-¿Qué fue eso?- me pregunto. 

-Nada, solo que se estiro para tomar los modelos. 

-Bien, me pareció ver algo más.

-Te aseguro que no paso nada- lo tomé del brazo. 

-¿Te invito a cenar?- cambio el tema y me dio un beso en la punta de la nariz. 

-Claro. 

Tome mis cosas y salimos de la oficina y del edificio, entramos a su auto y fuimos a un restaurante. 

¿Qué fue todo eso que paso? Sentía ante su tacto, que debía tomar todas las pastillas de un jalón. Necesito tranquilizarme, no es él. Aunque haya actuado demasiado extraño y me hizo sentir muy insegura a su lado. 

No es él, tengo que metérmelo a la cabeza, no es él.

RETURNS (Andy Biersack)Where stories live. Discover now