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Ezequiel se había quedado conmigo hasta que llegaron Kenya y Sara. 

-¿Qué paso?- me preguntaron al verme. 

-No encontro la fecha de fallecimiento en la base de datos. 

-¿Significa? 

-Esta vivo. 

Sara se tapo la boca y Kenya se sentó en uno de los sillones. 

-¿Es ese maldito al que vimos? ¿El de la boda de Caleb? 

-¿Al que golpeo?- pregunto Ezequiel viendome. 

-¿No lo conoce?- dijo Sara y le negue con la cabeza, saco su celular y le mostro una foto de él 

-Anna, es el jefe de la formula de los labiales. 

-Al parecer si era el, también el del antro, el del centro comercial, la boda de Caleb, a vuelto a joder mi vida- me cubrí la cara con mis manos- lo ha vuelto a hacer y yo de idiota lo volví a permitir. 

-No te mortifiques- me abrazó Sara.

-Si, pudo haber sido su doble o algo así, ¿Cómo ibas a saberlo?- me dijo también Kenya y me tomo de las manos- lo bueno es que, tu amigo el oficial ya esta investigando. 

-Puedo venir a verte cuando me necesites- me dijo Ezequiel. 

-Gracias, a todos. 

Me ayudaron a que me relajara un momento, olvide todo lo que paso por un par de horas, Ezequiel se fue a su casa, pero antes de llamo a Adam y le contó mi situación, entendió perfectamente y dijo que Ezequiel me daría los trabajos para adelantarlo y al día siguiente dárselos. 

Ese hombre es muy lindo, la verdad, agradezco todas las puertas que me ha brindado. 

Sara y Kenya se fueron a dormir y yo me quede en mi cama pensando, ¿Cómo lo hizo? ¿Cómo pudo salir? Hasta el oficial Philip estaba dudoso sobre eso, él estaba a cargo de su caso, él hubiera sabido cuando salió o algo así, incluso hubiera advertido a mis padres, me hubieran dicho cómo la otra vez, pero no, al parecer nadie sabía nada de él y lo curioso es que, puede estar en la calle cómo si fuera una persona normal, cómo si no hubiera arruinado la vida de una niña de 15 años y sigue atormentadose de su sombra. 

¿Cómo lo habrá echo?

Mi celular vibro haciendo que me sobresaltara, lo tomé y decía número privado, conteste dudosa. 



-¿Hola?- escuchaba la respiración de alguien- ¿Hola? 

-Hola amor- me senté en la cama- ¿Me extrañaste? 

-¿Quién eres?- trate de fingir que no sabía- creo que te equivocaste de número. 

-No lo creo- soltó una carcajada, con su voz ronca- mi Ann, sabes que soy yo, no por nada estas así de alterada. 

-No se de que habla- me levanté de la cama y me asomé por la ventana cuidadosamente, pero no había nada- voy a colgar. 

-Ann, me conoces, por algo me buscaste por la ventana- mi corazón se detuvo en ese momento- ¿Te asustaste? Ay por dios Ann, si te he visto dormida y es lo más placentero que he visto en mucho tiempo. 

-Pudrete imbécil. 

-¿Ahora ya sabes quien soy? Hermosa me haces reír demasiado. 

-Déjame en paz, el oficial Philip te meterá a prisión y no volverás a ver la luz del sol.

-No lo creo, si mal no recuerdas, nunca pudo hacerlo y no lo hará, incluso pude pasar por la seguridad que puso alrededor de tu edificio- volví a asomarme por la ventana pero no había nadie- ¿Asustada?

-¿Qué quieres?

-Se escucha cómo una película de terror, pero eso era lo que quería escuchar, quiero que salgas de tu casa y vuelvas a la nuestra. 

-Estas enfermo. 

-Pero sigues guardando lo que te deje ¿Verdad? No me mientas, revise tus cosas amor, no hay forma que me lo puedes ocultar, ¿Sigues pensando en mi? 

-Si, pienso en la bazofia que eres. 

-No sabes como extrañaba esa boquita, vamos Ann, sal de tu casa, vamos a la nuestra

-¿Cuando me dejaras en paz? Ya pasaron años desde que te vi morir. 

-Te dejare en paz, cuando este en un ataúd, y si te das cuenta, no morí, sigo vivo hermosa. 

-Me encargare de meterte en uno, maldito desgraciado. 

-Ann, cada vez me estas enamorando mas de ti.

Vi a Sara entrando a mi cuarto y le di el celular. 

-Mira idiota, será mejor que te largues de una vez, si no, te voy a encontrar y te vas a arrepentir de haber sobrevivido- puso el altavoz Sara y Kenya llego a sentarse a nuestro lado. 

-Aaa, pero si es esa niña, Sara, me da asco hasta pronunciar tu nombre, hazme un favor, tírate de la ventana, aunque creo que por el peroxido que te metiste te vas a morir muy pronto. 

-No sabes con quien estas hablando idiota. 

-Por supuesto que lo se, niña, nunca me darás miedo, es mas fácil que yo te mate a que tu me hagas algo, y créeme, estoy pensando en unas formas muy retorcidas. 

Sara se puso pálida y ahora Kenya tomo el celular. 

-Déjalas tranquila, no sabes con que clase de personas te estas metiendo. 

-Ahora es la lesbiana, me das asco, personas como tu deberían morir, y si no te molesta quiero hablar con mi hermosa niña, no con un ser asqueroso cómo tu. 

-No vas a hablar con ella, nunca le volverás a poner un dedo encima ¿Entendiste? 



Y colgó, me dio el celular y se toco los ojos. 

-Debemos reforzar la seguridad. 



RETURNS (Andy Biersack)Where stories live. Discover now