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Un mes después 

Ya ha pasado demasiado tiempo, podría decirse que meses, no tengo noción del tiempo aquí. 

No me han dejado ver a Ezequiel, a mi familia o a mis amigas, según estoy en cuarentena.

Las terapias que he tenido con el supuesto psicólogo, esta progresando de una forma u otra, que no hace más que acusarme de cosas que no son ciertas, las cuales tengo que admitir y con eso se siente que esta haciendo un buen trabajo

El guardia, me ha estado haciendo compañía estos últimos días, en ocasiones se para afuera de mi celda (cómo yo la llamo) y me cuenta qué tal ha estado su día, yo no le cuento mucho, porque no hago gran cosa, el espera que ya me saquen de este lugar, según el me dijo, mi familia viene todos los días a preguntar por mí, pero se niegan a dejarlos pasar. 

No se el porqué, necesito hablar con ellos, aunque sea un micro segundo. 

Siento que me volveré loca aquí por no tener contacto con mi familia; las pastillas no me las he tomado en ninguna vez, cuando "las tomo" al llegar a mi cuarto, las desecho todas, creó que por eso sigo estando lúcida. 

Era la hora de la comida, me sacaron de mi celda y nos llevaron al gran comedor, no he convivido con nadie, con la única persona con la que he cruzado palabra, hasta eso muy poco, es con la chica que vi el primer día, la que estaba muy tranquila. 

Me dieron mi comida y me fui a sentar, ella se sentó a mi lado, lo cual era agradable, nos vigilaban, para que no tratáramos de hacer algo, aquí con lo único que podemos comer es con cuchara, no podemos pedir algo más, hace unos días, uno de los chicos trato de romper uno de los platos y clavárselo. 

Por eso, estos últimos días nos han tenido muy cuidados. 

-¿Ya te quieres ir de aquí?- me pregunto. 

-Si, no quiero estar más tiempo, ¿Y tú? 

-Llevo tres años esperando salir de aquí. 

Vaya, esa es una gran sorpresa, no me hace sentir mejor. 

-Empezaste bien, así que vas a poder salir pronto. 

Después de eso, no volvimos a hablar, regrese a mi celda y el guardia se puso alado de mi puerta. 

-Te envían esto- me dio un paquete. 

-¿Quién? 

-Tu novio.

Lo abrí y había un teléfono, lo desbloquee y tenía un mensaje. 

Vas a salir, hoy. 10:20pm

Volví a esconder el celular. 

-¿Puedo tenerlo?- le pregunte.

-Sólo guárdalo bien. 

Lo abrace y el sonrió. 

-Me alegro que ya vayas a salir, no mereces estar aquí. 

Sonó una alarma, significaba que era hora de dormir, se despidió de mi y le volví a dar gracias. 

Las luces se apagaron y me acosté, haciéndome la dormida, pasaron la linterna por la pequeña ventana y se fueron. 

Me senté en la cama y me llegó otro mensaje. 

Hay algo en tu ventana, separalo de ahí, con eso vas a poder salir. 10:28pm

¿Ezequiel quiere que me escape? 

Me acerqué a la ventana y había un tabique flojo, lo hice a un lado, con eso se empezó a hacer un hueco entre los tabiques, puedo salir de aquí, lo atravesé y al asegurarme que no había nadie, me llego otro mensaje. 

Corre hacía esos arbustos, habrá una maleta con tu ropa, pontela y después veras un hueco en la malla, sal por ahí, estoy el auto rojo, súbete en el asiento de atrás. 10:30pm

Hice lo que me dijo, corrí hacía esos arbustos, en la noche no hay muchos policías, porque normalmente los pacientes empiezan a gritar, sólo hay uno de guardia, normalmente esta dormido y un doctor, el cual también duerme hasta que escuchan los alaridos. 

Me agache y vi una maleta, igual negra, la abrí y estaba mi ropa. 

Había una sudadera, una blusa, pantalón y tenis. 

¿Cuándo hizo todo esto? ¿Cómo es que no lo vieron?

Y además de todo eso, ¿Es legal que yo este saliendo? Supongo que si lo es, porque mi amigo el oficial sabía sobre esto, si no, no me hubiera dejado salir, ni me hubiera dado el paquete de Ezequiel.

Cuando termine de ponerme todo, suspire antes de salir por la malla. 

Mire a mi alrededor y al final de la calle estaba el auto, es él. 

Me puse la capucha para que no sospecharan nada, volví a revisar el movil y no tenía ningún mensaje nuevo, camine a paso rápido y al llegar, sentía mi corazón acelerarse. 

Después de tanto tiempo salí, voy a estar cómo una persona normal. 

Entre al auto y sin pensarlo dos veces lo abrace y le di un beso en la mejilla. 

-No sabes cuanto agradezco que estés aquí- cerré los ojos y me recargue en su hombro. 

-Yo también te extrañe mi pequeña. 

¿Mi pequeña? 

Ezequiel no me dice así. 

Abrí los ojos y vi sus manos, esos tatuajes, levante la vista y por el espejo retrovisor lo vi... 

-Me alegro que me hayas recibido así, mi niña. 

Me separe de él instantáneamente y el sonrió, trate de salir del auto pero puso los seguros. 

-¿Qué le hiciste a Ezequiel? 

-¿Te preocupa ese idiota?- no le conteste y suspiro, saco un celular y me mostró un vídeo en vivo, era él, estaba golpeado y amarrado en una silla- te diré lo que haremos, nos iremos juntos, si te rehúsas iremos a donde esta y verás cómo lo mato. 

Empezó a abrir los ojos y lo vi, parecía no saber donde estaba. 

-¿Qué dices hermosa? 

-¿Me prometes que lo dejaras ir? 

-Solo si nos vamos juntos. 

-Lo haré... 

Me arrebato el celular y le llamo a alguien. 

-Necesito que envíen una ambulancia a esta dirección- su voz estaba alterada- escuche muchos ruidos y al asomarme por la ventana vi a un chico amarrado a una silla... Si, muchas gracias, no se si este herido. 

Colgó y arrojo el celular por la ventana. 

-Te dije que lo haría, ahora, es tiempo de irnos amor.

RETURNS (Andy Biersack)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora