♥20 Capitulo♥ Resiste

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Aquel dolor era tan fuerte, que era insoportable. "Debes resistir, resiste" decía la doctora, y senti una presion en mi vientre, que me obligaba a hacer fuerza. Entre lágrimas y gritos la doctora decía cada tanto "Vas bien, sigue, resiste" Comencé a entender, estaba dando a luz a mí bebe, entonces comencé a pujar, como me había explicado una vez mí madre hace mucho tiempo.

Mientras pujaba y gritaba, en mí mente aparecía mí amado sultán, quien me sonreía al verme y al ver a nuestro bebé. El tiempo se alargaba y la doctora insistió que puje mas fuerte, asi que lo hice, y puje con todas mis fuerzas, todo se hizo borroso y sentía que iba a desmayarme, pero un llanto de un bebé logró revivirme nuevamente.

Solo quería ver a mí bebe, el cual me lo pasaron casi instantáneamente, era hermoso, tenía el cabello negro y ojos azules como aquel bebé de mí sueño, y le susurre "Sabia que eras tu, te amo" , La doctora lo recogió para limpiarlo un poco y entraron todas, Handan, La madre sultana, La hermana del sultán. Todas excepto Hatice quien seguramente estaba oculta en algún lugar del palacio.

La doctora sonrió muchísimo, me felicitaba y al dirigirse hacia la madre sultana dijo -Felicidades, es un nuevo príncipe, que alá lo bendiga- Todas nos miramos, sobretodo Handan y yo y la sultana madre estaba muy contenta, parecía que lloraría de la alegría "Por fin un príncipe" dijo alegremente.

Me dieron a mi bebe y me enseñaron a darle el pecho, así que lo hice, era un bebe muy hermoso y pequeño, sabía que al crecer sería valiente y fuerte. Ahora tendrá otra motivación más para vivir, cuidar a aquella criatura quien era inocente y pura.

Llore de la felicidad, de la emoción, vi un milagro, viví un milagro. "Ala, gracias" pensé, susurre y comencé a creer firmemente en el. Tener a mí hijo en brazos, tomando de mí pecho fue lo mejor de mí vida, sonreía y lloraba de felicidad. En ese momento no me importaba Hatice, o mí antigua vida, solo me importaba aquel bebe que me necesitaba y mí amor, el hombre que me había hecho lo más feliz del mundo.

Mí cielo, mí bebe, mí amor, gracias por venir a salvarme, gracias por abrir mis ojos y darme otra oportunidad, eres mí manifestación del amor puro, la pura belleza de algo inocente, ojalá nunca pierdas esta inocencia.

Las noticias al sultán fueron enviadas inmediatamente y en el harem, todas las concubinas se enteraron de la noticia, en el pueblo otomano, las noticias también fueron llevadas, absolutamente todos sabrían que ahora existía un nuevo príncipe. Hijo de la sultana Naomi y el sultán Mehmed.

Cuando todas se fueron, quedé a solas con Handan, quien se veía muy alegre - Ahora eres una sultana Naomi, me alegro mucho, rece mucho a alá para que todo saliera bien- Dijo casi entre lágrimas - Oh Handan, tu amistad es enorme, realmente me ayudaste, llegaremos juntas a donde tengamos que ir- Handan me abrazo, un abrazo sincero.

Las noticias de que el sultán estaba volviendo llegaron a mis oídos, volvía exclusivamente para conocer a nuestro hijo, el futuro sultán del mundo. El debía otorgarle un nombre y solo quedaba esperar. 

Con respecto a Hatice, ya se habrá enterado de la situación, sea donde sea que se esté ocultando. No sé qué estará pensando ahora, solo se que protegeré a mí bebe con mí vida y ella jamás podrá hacerle nada, ella ni nadie.

Unos días habían pasado y ya podía levantarme. La sultana melek, hermana del sultán, vino a visitarme a mí y a mí bebé con la sultana lina en brazos, para que conozca a su hermanito. Se quedó conmigo un buen rato, conversando conmigo y con Handan, se enteró de toda la situación con Hatice, de las peleas que existieron y las cosas que hizo, a lo cual mandó a buscar a Hatice por todo el palacio.

Mientras charlabamos, llegó un eunuco, a decirnos que Hatice había sido encontrada muerta en un salón, La sorpresa fue gigante y el susto también.

Nos fuimos todas a ver que sucedía, deje a mi bebe y a la sultana Lina con una nodriza.

Al llegar la escena era horrible, Hatice estaba muerta en el suelo, junto a un frasco que al parecer contenía veneno y un cofre a su lado con dos notas encima. La doctora llegó y comprobó que estaba muerta, había sido un suicidio. Sostuve las cartas antes de que se las llevasen para poder leer lo que decía. Entre el tumulto logre leer las cartas rápidamente.

La primera carta decía lo siguiente:

"Pido perdón a Alá por los pecados que he cometido, espero que me perdone y me deje estar a su lado en su reino. Dejaré este cofre lleno de monedas como herencia a mí pobre hija, sultana Lina.Al enterarme que Naomi tuvo un príncipe, supe que ya había perdido..."

Deje rápidamente aquella carta encima del cofre y me dispuse a leer la otra carta, la cual era un poco más larga.











Diario de un palacioWhere stories live. Discover now